Automovilistas contra las nuevas estaciones de bicis: se quejan de que sacan lugar para estacionar
"Venía puteando. Me parece que hay lugares donde no va poner las estaciones de bici", dice un padre mientras se saca el cinturón de seguridad para abrirle la puerta a su hija, que se bajará para ir a un colegio de la calle Montañeses, en el barrio de Belgrano. Como él, distintos vecinos manifestaron su malestar por la ubicación de las estaciones, principalmente en lugares contiguos a hospitales y escuelas. Sin embargo, para el gobierno porteño forma parte de una nueva forma de entender la movilidad, con mayor énfasis en el transporte alternativo.
Frente a ese colegio, se instaló una de las nuevas estaciones del sistema Ecobici, que permite estacionar 20 bicicletas. Como esa, actualmente hay 318 estaciones operativas, que en promedio ocupan 15 metros de longitud, según cifras de Ecobici.
Sobre esa misma cuadra, Fabián Arce, el encargado de uno de los edificios que se ubica frente al colegio y exactamente enfrente a la nueva estación de bicicletas. "Los propietarios de la cuadra se quejan porque no tienen lugar para dejar el auto. La bicicleta les ocupó cuatro lugares para estacionar", explicó.
Según relató, en esa cuadra y a la vuelta, donde hay otro colegio, tampoco hay espacio disponible para estacionar y las opciones para los automovilistas se remiten a un estacionamiento cuyas tarifas son muy costosas. Además, destacó que los edificios no cuentan con garajes suficientes para todos los autos de los propietarios e inquilinos.
Andrés Rodríguez, de 35 años, dejó su bicicleta en esa estación que le queda a dos cuadras del trabajo. "Me ha agilizado mucho el transporte porque no hay ningún medio que me deje acá. Ahora me ahorro tiempo y no tiene ningún costo", dijo, "La Ciudad no está preparada para la cantidad de autos que hay y esta es una nueva forma de viajar. Los automovilistas van a tener que buscar un mecanismo alterno para guardar su auto", opinó.
Unas cuadras más lejos, Leonardo Valle conduce un auto negro mientras pasa por la puerta del instituto Fleming. Para él, la estaciones restringen un poco el espacio para automovilistas porque el sistema de transporte actual promueve que la gente utilice menos el auto, aunque entiende que "deja de lado el automovilista". "Tenemos carriles exclusivos para taxis, colectivos, bicicendas, pero no para automovilistas particulares. Me parece bien que cualquier tipo de transporte mientras sea regulado", sentenció.
Algo similar analizó Eduardo Washington García, un arquitecto y urbanista de 82 años que dejó su auto frente a ese hospital. "La ocupación del espacio público incomoda porque cada vez se limitan más las posibilidades de estacionamiento. Hay que buscar una solución definitiva porque cada vez hay más autos, por ejemplo, de un estacionamiento subterráneo a tarifas razonables", sostuvo.
En este escenario, en la secretaría de Transporte de la Ciudad explicaron que la red de ciclovías y bicisendas junto al sistema Ecobici funcionan de forma creciente "en forma de red". "En el caso de las estaciones de bicicletas, es necesario garantizarle al ciclista un puesto relativamente cercano para devolver la bicicleta en lo que dura su tiempo de uso, que es de una hora de lunes a viernes y dos horas los sábados, domingos y feriados", señalaron fuentes oficiales.
La selección de los sitios se basó en los emplazamientos de parques, plazas, centros de transbordo como trenes y subte, cercanía a universidades y pedidos específicos de vecinos. "En última instancia, se consideraron las ubicaciones en calzada para aquellos casos en donde, bajo el criterio de conformación de red, se requería una estación a menos de cinco o tres cuadras", consideraron en la cartera de transporte porteña.
"En Buenos Aires, el 86,5% de los viajes se realiza en transporte público y sólo el 13,5% en auto. Creemos que el espacio público debe ser equitativo y por eso estamos poniendo lo colectivo por sobre lo individual reconvirtiendo y rediseñando aquellos espacios que en su momento se pensaron para los autos pero que la práctica nos demostró que debían ser para las personas", destacaron desde la secretaría.