Atrasos y exceso de gastos en el estadio de Parque Roca
Dos años después del plazo fijado para la instalación del techo en la cancha de tenis, la obra no terminó; desembolsaron $65 millones más
Carlos Berlocq acaba de ganar y se abre la camiseta cual Increíble Hulk frente al rival de esa tarde, el francés Gilles Simón que, derrotado y en cuclillas, siente el clamor de las tribunas que se vienen abajo. Es una de las últimas imágenes del quinto partido de la serie de Copa Davis ante Francia, que clasificó a la Argentina a las semifinales que meses más tarde perdería frente a República Checa. El título en el torneo por equipos del año pasado aún se veía lejos, tan lejos como hoy se recuerda ese partido del 7 de abril de 2013, el último jugado en el estadio del Parque Roca.
Lo que vino después fue un proyecto para instalar un techo corredizo, el primero en todo el país, para garantizar la utilización del espacio sin depender de las condiciones climáticas que le puso un candado al estadio de Villa Soldati desde diciembre de 2013. Los plazos indicaban que la obra culminaría en marzo de 2015, pero a casi dos años, el Mary Terán de Weiss se encuentra inutilizable. La finalización de la obra es incierta aunque la nueva meta es culminarla antes de los Juegos Olímpicos de la Juventud del año próximo.
Las presuntas irregularidades y el atraso en los trabajos encarecieron el presupuesto original. La obra, gestionada por la Dirección General de Obras de Ingeniería y Arquitectura del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, fue licitada en 95 millones de pesos, pero adjudicada en 103 millones de pesos. Hasta hoy el proyecto "Cubierta Arena Parque Roca" demandó 167 millones de pesos, un 76% por encima del valor inicial. Mientras tanto, el equipo argentino, campeón de la Copa Davis, está defendiendo su título ante Italia en un improvisado estadio instalado en Parque Sarmiento.
Casi abandonado
El estadio con capacidad para 14.000 personas, ubicado sobre la avenida Roca, está surcado por dos arcos de 190 metros de largo y hasta 50 metros de alto, rodeado por un anillo de concreto. Esa estructura es la base para apoyar las placas metálicas ubicadas sobre un estacionamiento del predio, a la espera de que se reactive la obra paralizada hace más de un año. El gigante de hormigón y acero puede confundirse con uno de los juegos abandonados y en desuso del ex Parque de la Ciudad, ubicado frente al Parque Roca.
"El plazo inicial estuvo mal calculado. El proyecto se atrasó por temas financieros", le admite a LA NACION el ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, Franco Moccia, que lo heredó inconcluso cuando asumió el 10 de diciembre de 2015. Es que al adjudicar la obra a la Unión Transitoria de Empresas (UTE), Teximco SA - Dal Construcciones, en diciembre de 2013, se planteó un plazo de doce meses con un presupuesto de $103.608.163. En ese momento Daniel Chaín -ex secretario de Obras Públicas de la Nación- era el titular del ministerio porteño.
Además de la construcción de una cubierta metálica, retráctil y motorizada, que cubriría una superficie de 13.000 metros cuadrados, el proyecto contemplaba agregar 1000 butacas y la instalación de baños, vestuarios, salón de usos múltiples, caminos y sendas peatonales, parquización y un nuevo sistema de iluminación. La estructura debía soportar las cargas suspendidas de equipos para eventos musicales y artísticos.
La magnitud del proyecto fue demasiado grande para la adjudicataria. Eso se desprende de una auditoría realizada por Consultora en Ingeniería y Técnica Industrial (Conintec) en diciembre de 2014: "La empresa [Teximco SA - Dal Construcciones] no acredita experiencia en la construcción y montaje de cubiertas metálicas. [...] A la fecha no existía un plan integral de organización del montaje incluyendo un análisis del plan del área de las obras, la consolidación de los terrenos de apoyo para grandes equipos y cargas, cálculo de prestaciones de grúas, diseño funcional y estructural de apuntalamientos, eslingas y estructuras provisorias. Tampoco un análisis de las operaciones desde el punto de vista de los riesgos a la seguridad". LA NACION se comunicó con Teximco, pero no recibió respuestas ante las consultas realizadas.
Cointec SA recibió un pago de $321.255 por su "evaluación de la capacidad técnica y operativa de subcontratistas". No fue la única consultora contratada para fines similares: Consultécnica SA, Ingeniero Kechiyan y Leonor Bedel & Asociados también prestaron servicios una vez que el proyecto estaba en marcha. Para todos esos estudios se destinaron $3.000.000.
Todos los datos surgen de un informe realizado por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires aprobado por sus siete miembros y publicado en la página web de la entidad.
En el documento se detallan los pagos realizados a la contratista hasta 2014 por $ 118.161.163; a ese monto debe sumarse, según fuentes de la Auditoría, $ 27.176.160 abonados en 2015 y $ 19.773.552 en 2016. La suma total pagada a Teximco SA-Dal Construcciones es de $ 165.110.876.
"En este proyecto se observan graves fallas en la planificación y un apresuramiento por licitar obras sin proyectos ejecutivos que generan cuantiosos costos adicionales y una prolongación de los plazos de obra", opina la presidenta de la Auditoría, Cecilia Segura.
Las conclusiones del informe dejan constancia que "la licitación se hizo con un anteproyecto en lugar de un proyecto" lo que implicó "recurrir a contrataciones complementarias para controlar, inspeccionar y auditar la ejecución de la obra, los materiales y subcontratistas". Los trabajos complementarios que debieron realizarse provocaron "un retraso en el desarrollo del proyecto". Ahora, el plazo de finalización del estadio Roca está fijado a fin de año, con una nueva inyección de dinero en el presupuesto.
Se fijaron nuevos plazos
- El Gobierno sostiene que en los próximos 30 días se iniciará el montaje y el techo estará listo a fin de año. El objetivo es utilizarlo en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018, para la fiesta inaugural o de clausura, y también como escenario de algún deporte.
- En 2016 se realizaron pruebas que consistieron en colgar 320 toneladas en cinco puntos diferentes de los dos arcos metálicos para analizar la resistencia. Los test demandaron nueve meses durante 2016 y fueron supervisados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Para el montaje final y el acondicionamiento integral del parque ya se destinaron otros $ 100 millones.