Astrología, tarot y rituales esotéricos, furor de la generación Z
Cada vez más jóvenes de entre 15 y 25 años recurren a estas disciplinas para tomar decisiones importantes; tiendas, libros, cursos y redes sociales, en auge
"Quiero saber cómo tomar las riendas de mi emprendimiento", dice Nahuel Repetto, que tiene 26 años, mientras clava la mirada en la baraja que reposa sobre el mantel floreado. Respira hondo y elige dos cartas. El tarotista las da vuelta. Ahora tiene los arquetipos del mago y el rey de oro frente a sus ojos, que se agrandan mientras escucha. No es la primera vez que viene a este salón con cortinas de patchwork y signos budistas que cuelgan en las paredes. Lo hace cada vez que tiene que tomar una decisión importante.
"Tengo muchos amigos que me leen el tarot. En casa me tiro el I Ching. También me hice la carta natal (que ronda los $2000). Como estudiante de Psicología, creo que estas herramientas me ayudan a interpretar la realidad desde otra perspectiva y, a partir de eso, operar sobre lo que quiero cambiar", dice Repetto desde la tienda esotérica Somos Fe, de Santa Fe 2729, en el interior de la galería Patio del Liceo.
Los tips de influencers astrológicas, como la venezolana Mia Astral, con más de un millón y medio de seguidores, desbordan las redes sociales. Los chistes sobre signos del comediante Fede Cirulnik superan las 900.000 reproducciones. Las piedras semipreciosas, los mazos de tarot y los inciensos que antes solo se conseguían en santerías ocultas son una tendencia en Instagram y hasta pueden encontrarse en tiendas de diseño en Palermo y Recoleta. Lo esotérico es una tendencia, y su auge se experimenta en la generación Z, los nacidos entre 1995 y 2005.
En la Fundación Centro Astrológico de Buenos Aires, una de las instituciones más antiguas de la región, el número de estudiantes se multiplicó en los últimos cinco años. "En 2015 solo cuatro alumnos tenían entre 19 y 29 años y en 2019, son 116 de los 500. Eso se corresponde con la incorporación a la currícula de contenidos vivenciales y humanísticos", informa la directora de la entidad, Alejandra Eusebi Polich.
No sorprende que en un país hiperpsicoanalizado el tipo de astrología que es furor en la Argentina sea la "psicológica o humanista". Y es esta, según los especialistas, la que convoca a los jóvenes. "A diferencia de la astrología predictiva, que tiene una línea más futurista, esta se centra más en el ahora y el yo. Toma la carta natal -una especie de mapa de cómo estaba el universo en el momento exacto en que nacimos- como punto de partida para el autoconocimiento y el acompañamiento en cada proceso de la vida desde un abordaje integral", explica Alejandro Luna, profesor de la Fundación Columbia, un espacio de formación en astrología, mindfullness y tai chi, entre otras disciplinas.
¿Cómo han llegado las charlas sobre ascendentes y las lunas, las tiradas de tarot y portar piedras semipreciosas, entre otras prácticas esotéricas, a convertirse en un hábito entre los veinteañeros? La filosofía new age, ligada a la vida espiritual, gana terreno en el cuerpo social y resalta un desapego de los dogmas más tradicionales.
Según la encuesta nacional sobre creencias y actitudes religiosas hecha por el Programa Ceil del Conicet en 2019, la cifra de argentinos que se consideran católicos cayó más de 10 puntos en la última década (62,5%) y la creencia en la "energía" -que se vincula con prácticas esotéricas- subió del 64,5 al 76% en ese período.
"Si bien no aparecen prácticamente investigaciones sobre el tema, la afinidad de los jóvenes de sectores medios urbanos con el mundo espiritual es evidente. Y eso se atribuye a que esta generación fue socializada en los códigos de la nueva autogestión de las emociones, modelos de crecimiento personal e intercambio de conocimiento en red", argumenta Nicolás Viotti, doctor en Antropología e investigador del Conicet especializado en religión.
Para Viotti, estas prácticas, al no adherirse a una determinada institución, sino a un sistema de ideas, circulan y proliferan por otros espacios más dinámicos y heterogéneos. Entre ellos, las redes sociales favorecen su difusión entre los jóvenes.
Cuando Josefina Lagreca, de 25 años, terminó su relación de pareja y su carrera de Comunicación Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), sintió que se le abría un mundo de posibilidades y una ola de incertidumbre. En una noche de desvelo, tipeó en YouTube: "Cómo es un escorpiano". "Nunca antes se me había dado por lo espiritual. De chica me escapaba de las clases de religión. En esta ocasión, me sentí muy identificada con los videos. A partir de entonces comencé a interesarme por el mundo esotérico. Hacerme la carta natal y los registros akáshicos me dio mucha tranquilidad. Solía tener mucha ansiedad por irme a vivir sola, encontrar el trabajo ideal, y a partir de eso entendí que todo lleva su tiempo y lo importante es entregarse a vivenciar cada proceso".
Miranda Calvello, de 21 años, es una de las tantas jóvenes que descubrieron el mundo esotérico por Mia Astral, e incorporó sus rituales. Prende un incienso de lavanda al despertarse. Medita. Encuentra sus momentos de calma brindando sesiones de gemoterapia y en sus clases de astrología humanística: "La carrera me ayudó a estar más conectada con mi intuición, a detectar patrones que venía repitiendo y a hacerme responsable de mis deseos".
Entre las veinteañeras, Dalia Walker es una referente en el mundo esotérico. Es la autora de Bruja moderna, con más de 19.000 ejemplares vendidos, una guía de introducción al mundo mágico que incluye tarot, cristales, santas y rituales. En 2012, la descubrieron tirando las cartas en un bar. "Me dijeron que lo que hacía era peligroso y que no regresara. Desde entonces, comencé a buscar un espacio propio y así surgió el proyecto Somos Fe. Empezamos con un espacio de formación en tarot y astrología con cinco alumnos y hoy son más de 250. Estamos por abrir una escuela online y ofrecemos lecturas de tarot a quienes buscan claridad en algún tema de su realidad actual. Tratamos de darles una versión más renovada a los lenguajes antiguos. Los jóvenes son más autodidactas. Me interesa poder brindarles herramientas acerca de la sabiduría ancestral para que puedan aplicar en su realidad actual", indica.
En el siglo XV, las brujas eran perseguidas y hasta quemadas en la hoguera. Hoy, influencers como Bruja Moderna, Mujer Lunar y Bruja Millennial promueven el mundo esotérico como una cruzada de redescubrimiento espiritual y de reencuentro con la energía creativa. Según Viotti, "el boom del fenómeno se vincula con el movimiento de empoderamiento femenino, y ese es uno de los discursos que circulan con mucha fuerza entre los jóvenes".
Pedro Belloni, de 23 años, entra en Monte Kurama, de Santa Fe 2335. Impasible al ruido de la calle, se deja perder por el vibrante sonido de los cuencos que resuenan en el local. Entre las piedras y amuletos que se exhiben en los estantes, elige la de los siete chakras -para la protección, según le aconsejaron- y camina a la parada del colectivo. Después de un año de vivir en Australia, se tomará con las manos el collar y pedirá protección para esta nueva etapa.