Para la puesta en valor del edificio, ubicado en el centro de La Plata, se destinaron hasta ahora cerca de 70 millones de pesos
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Después de muchos años de deterioro y deficiente mantenimiento, un equipo de especialistas trabaja en la restauración del icónico Palacio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Es un edificio ornamentado, de estilo neorrenacentista flamenco, y con una colorida fachada de ladrillos a la vista. Desde el 2020 hasta la fecha, la inversión para ponerlo en valor fue de una cifra cercana a los 70 millones de pesos, según informó a LA NACION la gobernación provincial.
Durante una recorrida exclusiva por el inmueble, se pudo observar cómo se están restaurando un total de 208 portones y ventanas de madera, todo de época. A su vez, ya se solucionaron una serie de problemas de infraestructura edilicia, desde cortes de energía eléctrica hasta goteras, se pusieron en funcionamiento 108 oficinas, entre otras tareas iniciadas hace dos años, adelantó Oscar Marcelo Maffé, Subsecretario de Administración de la Secretaría General de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires.
“El acumulado de inversión contratada de tareas de reparación y restauración del edificio de casa de Gobierno, incluyendo las fachadas y cubiertas desde 2020 hasta la fecha es de $68.178.365,50″, detallaron desde ese organismo. El edificio posee una superficie total de 18.521 metros² y cuatro plantas.
La Casa de Gobierno fue la primera construcción pública de la ciudad de La Plata. Se comenzó a levantar en 1882 y concluyó en 1892. Está rodeada de jardines y se ubica en la manzana delimitada por calles 51 y 53, 5 y 6. Sobre esta última está la imponente entrada principal, frente a la plaza San Martín.
Comenzó a ser construida por una empresa contratista, pero luego se incorporó Jules Dormal, que construyó el frente y remodeló lo ya construido; los materiales empleados eran defectuosos e incapaces de resistir un peso excesivo. Así lo consideró el arquitecto, que también participó de la construcción del Congreso Nacional y del Teatro Colón, entre otras obras de envergadura ubicadas en la ciudad de Buenos Aires.
“El estado en que encontramos el edificio cuando asumimos fue deplorable y, sobre esta base, la orden del gobernador Axel Kicillof fue intentar poner en valor las instalaciones”, reveló Maffé. El último trabajo de conservación realizado fue durante la época del exgobernador Felipe Solá, es decir entre el 2002 y el 2007. Sin embargo, en ese entonces solo se efectuaron tareas de pintura, agregó.
A pesar de estar en obra permanente, por el edificio llegan a pasar unas 4800 personas a diario, entre agentes externos y trabajadores de planta.
La restauración está en manos de los 35 operarios de la gobernación junto a jóvenes provenientes de la Universidad Nacional de San Martín (UNSALM), a través de convenios de colaboración. Las obras son supervisadas por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes históricos. Por medio del decreto 1055/2017, tanto la Casa de Gobierno como la Residencia del Gobernador, ubicada en la misma manzana, fueron declaradas Monumento Histórico Nacional.
Las arquitectas a cargo, Laura Apesteguía y Diana Mayer, explicaron que lo primero que encararon fue la puesta en valor de los espacios fuera de uso donde hallaron filtraciones en pisos y muros; sanitarios fuera de servicio; falta de pintura; deficiencias en el sistema eléctrico; cisternas de agua a punto de colapsar; reparación de cañerías, etc. Además, se remodelaron las cocinas, se pintaron las rejas exteriores y se instaló un Mural de la Memoria en un patio interno. “Cuando venían los intendentes, se cortaba de pronto la luz y había que suspender la videoconferencia”, se quejó Maffé.
Figuras originales
En la recorrida se aprecia cómo se recuperaron todos los pisos de madera de Eslavonia, la Escalera de Honor, el Patio de las Palmeras, similar al de Casa de Rosada, y las pinturas decorativas del Hall Principal y del Salón Dorado, entre otros avances. Apesteguía y Mayer dijeron que en estos últimos sitios efectuaron, en primera instancia, evaluaciones y diagnósticos, cateos y el retiro de pinturas no originales junto a un análisis químico de los materiales hallados. Lo que más les llamó la atención es que en ese proceso se redescubrieron figuras originales ocultas por pintura plana. Hoy están saliendo a la luz. A su vez, el año pasado se recuperaron las cúpulas, donde la empresa Dorfer logró preservar gran parte de la estructura original de pizarra gris.
Atrás de este edificio, con frente sobre la calle 5, se encuentra la Residencia del Gobernador, una obra finalizada en 1911. Su primer ocupante fue José Inocencio Arias, en 1912. En un principio su estilo fue también neorrenacentista flamenco, pero en 1938, durante el Gobierno de Manuel Fresco, se le encargó al arquitecto Alejandro Bustillo una remodelación total que otorgó el aspecto clásico francés que muestra actualmente. El gobernador Axel Kicillof la ocupa desde 2019, cuando asumió.
“Ayer dormimos en la Residencia y no andaba el agua caliente, la verdad que hace mucho que no se usa, pero estamos muy contentos. Ya estamos empezando a habituarnos”, habría dicho Kicillof, a pocas horas de desembarcar en el edificio y en convertirlo en su casa de todos los días. En un principio se hizo cargo las refacciones de la residencia la Subsecretaría de Administración, pero después quedó en manos de la Unidad Gobernador.