Así quedó la Plaza del Congreso después de la última renovación
Se limpió el terreno, se sembraron árboles y césped nuevos, se mejoraron los canteros y se amplió el riego; además, sumaron medidas de seguridad para evitar la vandalización de los monumentos
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La Plaza del Congreso es una de las que lidera el ranking de las más vandalizadas durante las marchas y protestas que ocurren en la ciudad de Buenos Aires. Si bien fue reparada sucesivas veces, luego de las manifestaciones de marzo pasado el Gobierno porteño decidió poner nuevamente en valor el histórico espacio, casi un museo a cielo abierto con valiosas fuentes y esculturas que datan de 1910.
Los trabajos abarcaron Plaza Congreso, y las lindantes Plaza Moreno y Lorea, y comprendieron un total de 6200 metros cuadrados. Se realizó la limpieza del terreno y la siembra de césped nuevo, se mejoraron los canteros y se amplió el riego en 450 m2, con lo cual ahora este sistema cubre todo el conjunto, informó el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbano. Además, se sembraron dos palmeras Butia Yatay, la palmera de Entre Ríos, y tres jacarandás. Con esta incorporación, estas plazas tienen 66 árboles y plantas en total.
En cuanto a la escultura de El Pensador de Auguste Rodin, se limpió la base manchada con grafitis durante la marcha del 8M. “Como medida de seguridad adicional se reformuló la iluminación de este monumento y también obras ubicadas a pocos metros, como la del prócer Mariano Moreno y del escritor José Manuel Estrada”, dijo Juan Pablo Vacas, subsecretario de Paisaje Urbano de ese ministerio. En cuanto a El Pensador, la última restauración fue la del 2018, cuando fue emplazado sobre una nueva base a mayor altura con el objetivo de evitar vandalismo, dado que es una de las obras más valiosas con las que cuenta la ciudad.
El icónico Monumento de los Dos Congresos y su respectiva fuente tampoco se salvaron de las protestas: los candados de la reja fueron forzados y grafitearon la escultura en los cuatro costados, a pesar de estar a una altura considerable. Aún no se inició su restauración ya que fue incorrectamente intervenida en el pasado y, por ser elaborada a partir de una piedra blanda y delicada, demandará un poco más de tiempo su recuperación, en manos de expertos de Monumentos y Obras de Arte, agregó Vacas. “Sin embargo, la fuente del conjunto escultórico funciona correctamente, se repararon todas las bombas y en un futuro contará con un sistema de música y aguas danzantes”, completó.
Medidas de prevención
También, como medida de prevención, se cambió su sistema de cierre de rejas, y el Ministerio de Seguridad porteño instaló nuevas cámaras que se activan si alguien las traspasa. Este mismo mecanismo se colocó en el Monumento a San Martín en Retiro. Además, se reparó otra fuente más pequeña en la Plaza del Congreso que presentaba fisuras debido al movimiento de tierra que genera el paso de subte: la Línea A corre justo por debajo de ella.
El Ministerio de Espacio Público cuenta con una licitación de mantenimiento vigente de algunas de las plazas de la ciudad, dentro de la cual se encuentra la del Congreso. En esa licitación están comprendidas todas las tareas que se efectuaron y se efectuarán en la misma. “Comprende el mantenimiento básico e integral, incluyendo tareas tales como limpieza e higiene, cuidado del césped, canteros, ejemplares arbóreos y arbustivos, gramíneas y herbáceas. El monto básico mensual para la del Congreso es de 142.967,59 pesos a valores básicos de oferta”, se informó a LA NACION.
El predio fue renovado sucesivas veces a lo largo de su historia. La puesta en valor más importante fue la del 2017, luego de ser prácticamente destrozado a raíz la batalla campal que hubo en la plaza durante el debate de la Reforma Previsional en el Congreso. Esas obras demandaron en ese entonces una inversión de 59 millones de pesos.
Por lo general se llama a este paseo Plaza de los dos Congresos ya que así se denomina su icónico monumento, pero su nombre correcto es Plaza Congreso. Ubicada frente al Palacio Legislativo, se trata de un conjunto que abarca en realidad tres espacios verdes: Congreso propiamente dicho, Mariano Moreno y la pequeña Lorea. El diseño fue del paisajista Carlos Thays para el Centenario de la Revolución de Mayo. En 1991 fue declarado Patrimonio Histórico Nacional. Desde 1935 la plaza exhibe el monolito del kilómetro cero: de allí empiezan a contarse los kilómetros de las rutas nacionales. Sin embargo, sus cuatro placas fueron arrancadas hace tiempo y nunca fueron recuperadas.