Así funcionan los colectivos eléctricos que mañana comenzarán a circular por la ciudad
Sin combustible ni emisión de gases contaminantes, menos ruidosos, con un bajo costo de mantenimiento y una autonomía superior a los 200 kilómetros. Así son las características principales de los primeros colectivos eléctricos que comenzarán a circular mañana en la ciudad de Buenos como parte de una prueba piloto de una flota que contempla otras seis unidades que se irán sumando próximamente.
Los dos buses se presentarán mañana y circularán en la línea 59 que une la estación Buenos Aires del tren Belgrano Sur con Munro, en Vicente López. Luego se irán sumando otros a las líneas 12, 34 y 39. Estas dos unidades harán el recorrido habitual de la línea.
La autonomía es variable y dependerá de cada equipo. Los dos de la línea 59 son de carga lenta, es decir, necesitan entre dos y cinco horas para cargar al 100% las baterías en horario nocturno. Los de carga rápida demandan 20 minutos para obtener una carga del 80%, pero su autonomía es de hasta 70 kilómetros contra los 220 kilómetros de los primeros. En esta primera etapa habrá cuatro unidades de cada grupo.
La prueba piloto no alcanzará para cumplir con el compromiso asumido por la Ciudad en 2015 en el Primer Foro de Alcaldes Latinoamericanos C40 donde se firmó un acuerdo para el recambio de todos los vehículos de transporte automotor antes de 2020. Pero será un paso importante para avanzar en el tema en toda el área metropolitana donde circulan 18.000 unidades.
En enero pasado se confirmó el inicio de las pruebas que tendrán como objetivo evaluar, durante un año, la viabilidad técnica de ampliarlo a la mayor parte de las unidades. Los resultados serán evaluados junto al Banco de Desarrollo para Latinoamérica (CAF). En la ciudad el objetivo final es la renovación de todas las unidades (unas 10.000) para 2035, como parte del Plan de Movilidad Limpia.
Las ocho unidades son ecológicas, no necesitan de combustible para funcionar y no emiten gases contaminantes por lo que mejoran la calidad del medio ambiente. Además producen menos ruido que los colectivos convencionales y ayudan a disminuir la contaminación sonora.
Enel, la multinacional energética duela de Edesur, aportará la infraestructura eléctrica en las estaciones y los centros de carga que se ubicarán en las cabeceras de cada línea. Las obras de adecuación e instalación corren por cuenta del Gobierno porteño.
Entre los ministerios de Transporte de la Nación y la secretaría de Transporte de la Ciudad se lanzó, en 2017, una convocatoria pública a empresas de colectivos que estuviesen interesadas en aplicar esta tecnología. A cambio de la participación se les ofreció a los privados una serie de incentivos, además de la instalación de los equipos necesarios para la carga de las unidades eléctricas. Entre otros beneficios, los colectivos que utilizados en las pruebas no tuvieron que abonar el arancel de importación sobre el valor de la unidad, del 35%.