Vicky Aguirre se crió en la Argentina, pero vive en la otra punta del mundo; La nostalgia ante esa inmensa lejanía le dio la idea de Pampa, un local de productos artesanales que une sus dos orillas
Hasta mayo de 2012, Vicky Aguirre, fotógrafa, sabía poco y nada de surf. Cuando una revista la mandó a Chile a cubrir la ruta de los Gauchos del Mar, dos hermanos argentinos que surfearon toda la costa del Pacífico y después volcaron la historia en un documental muy premiado, nada imaginaba de la nuez que le deparaba el destino. Un australiano, Carl, también surfer. Se conocieron en el desierto de Atacama, que aquel día fue para ellos más un vergel que tierra yerma.
“Fue muy loco, amor a primera vista. Los dos veníamos de relaciones largas y conflictivas. Lo nuestro empezó como un juego y, cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos súper enganchados. Después de Chile nos fuimos a recorrer Argentina y Brasil. Y finalmente llegué a Australia”.
En Australia vive, con Carl, al otro lado del mundo, desde hace seis años. “Jamás me imaginé que me iba a quedar. La gente que me conoce sabe lo arraigada que soy a mi país, a su gente y sus costumbres”.
“Vivimos en un casa chiquita, medio choza surfer, arriba de las colinas de Byron Bay, con nuestro perro Poncho. Tenemos un jardín lo suficientemente grande como para hacer fogones y asados; en nuestro tiempo libre, vamos a la playa o al bosque. Pero no descarto la idea de volver a Argentina y hacernos un rancho en La Pampa o abrir un hotelito en Tilcara”.
Un hotel sustentable que busca rescatar la esencia de Barcelona
En el comienzo
“Cuando llegué a Australia, me tomé un año sabático y lo pasé genial, pero también lloré mucho por la nostalgia que sentía. Un día pensé que, si iba a quedarme acá y ponerle una ficha a nuestra relación, iba a tener que encontrar la forma de hacer algo conectado con mi país. Si no, no iba a funcionar”.
La añoranza dio paso a la creación. “No había nada como Pampa acá en Australia, una tienda de productos artesanales que representa la cultura y la herencia de un país". Con el paso del tiempo, su marca obtuvo muy buena reputación tanto en su nuevo hogar como en muchas grandes capitales.
"En Pampa trabajamos cinco personas full time, y casi ochenta teleros, teleras y artesanos que crean nuestros productos en Argentina. Vendemos online a todos lados: Tokio, Dubái, Nueva York, California, Londres, Sudáfrica, Berlín, Irlanda, España, Noruega. Este año nos llamaron para decorar un hotel muy lindo, Casa Cook, en las islas griegas, y también para concretar proyectos de decoración en distintas partes del mundo. La globalización de la marca es una de las cosas que más nos sorprenden”.
Diseño de autor
Además de textiles, Vicky vende sus fotos de animales de Argentina: “La serie más popular es Pampa Horses, que trata sobre los caballos del campo de mi familia. Imprimimos las fotos en un papel algodón muy lindo, las enrollamos en tubos de cartón y viajan a destinos insólitos”.
Como en esa especie de collage amorfo y caprichoso que es la infancia, donde conviven en mi caso un peluche verde agua con una zambullida de verano, una caída en la bici con una camelia envuelta en alambre gallinero, en lo que entreveo del collage de Vicky hay caballos, hay primos, hay un campo en La Pampa, crepúsculo argentino, olor a tierra mojada y un estado salvaje, curtido y feliz, a pelo sobre petisos de polo, puras risas.
“Mis mejores recuerdos de infancia son andando a caballo como indios con mis primos, y escuchando las historias que nos contaba mi abuelo sobre los ranqueles que vivían en la zona”.
Si bien su gusto por el galope no fue dejado de lado, Vicky cuenta que: "Acá todavía no encontré dónde andar a caballo libre y ¡sin casco!".
Días de feria en Milán: texturas y confort soft
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Ping pong con Vicky
¿Encontrás alguna conexión entre lo tribal australiano y lo indígena argentino?
Sí, totalmente, especialmente en nuestra nueva colección Litoral, donde incluimos el trabajo de los wichis: sus paños tejidos en chaguar son muy parecidos en técnica y colores a los de los aborígenes australianos.
¿Qué es lo que más valoran en Australia de Pampa?
La historia de la marca, cómo hablamos en primera persona, nuestra relación con los artesanos con los que trabajamos, nuestros viajes y cómo los comunicamos, así como nuestra imagen y fotografía.
¿En qué te sentís australiana?
En que me levanto a las 6 de la mañana y a las 9 de la noche ya me estoy durmiendo.
¿Alguna razón en especial para el predominio de estos colores?
Pampa es una palabra quechua que significa ‘tierra fértil entre montañas’. Es de ahí que viene nuestra paleta: está íntimamente ligada a la tierra y sus tonos. Creemos que jamás cansan y van bien con todo. Además, en Australia se valora mucho todo lo orgánico.
En muchas partes de Argentina, los tintes naturales, los patrones inspirados en la naturaleza y las tradiciones de tejido manual se están desvaneciendo lentamente. “Pampa fue fundada con el deseo de proteger este patrimonio para la próxima generación”.
¿Qué te pareció la propuesta de Vicky Aguirre?
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