Ahora, la moda es hacer campings y picnics en pleno Buenos Aires
Un campamento en medio de Recoleta y comidas al aire libre con DJs son algunas de las novedades que cambiaron las salidas de los porteños antes de la llegada del verano
Este año, nada de terrazas y rooftops. La primavera vino a renovar el aire en la ciudad de Buenos Aires y trajo nuevas propuestas. De esta manera a los programas clásicos se suman alternativas novedosas para todos los gustos y estilos.
Será porque los porteños se aburren muy rápido y por eso necesitan estímulos nuevos todo el tiempo, pero así como hace un año explotaba el furor por las terrazas, al siguiente ya están todos buscando cuál será el próximo éxito de la temporada.
Por eso, esta temporada algunas de las propuestas más originales se relacionan con momentos de la infancia, pero que se presentan con una vuelta de tuerca para los adultos, como los campamentos, los picnics y los recreos en los patios.
Dentro de estas novedades aparece Camping, que es, como lo define su nombre, un campamento en medio de las terrazas del Buenos Aires Design, en Recoleta. El lugar simula el espacio de los fogones con velas y seis mesas largas comunitarias que lo rodean. Se puede ir todos los días, al mediodía y a la noche. No se cobra entrada, sólo se paga lo que se consume.
La propuesta de Camping es ser un espacio de encuentro con espíritu solidario. La idea es conocer gente nueva, cantar, elegir la música entre todos, y ayudar a que el entorno quede limpio y ordenado. Para eso, se pide que se separe la basura para el reciclaje y cada uno tiene que devolver los platos y cubiertos que usa.
Una de las principales atracciones que ofrece es "la rockola", donde a través de una aplicación, los usuarios eligen que música quieren escuchar en el fogón. Además, las noches de luna llena hay un artista invitado que toca en vivo.
Para comer hay una casilla que simula ser un refugio donde los vendedores con uniformes de boyscouts venden la comida y la cerveza artesanal, que es la especialidad del lugar. Los platos que se ofrecen son tortillas de papa, choclos, milanesas y ensaladas, entre otros, todos con un toque gourmet y muy buena presentación.
Porque, como digno campamento de Recoleta, este lugar no es improvisado. Y, aunque su esencia es hippie, la estética del espacio es novedosa, cuidada, y sigue las últimas tendencias. Y por eso también, muchos de los que asisten al lugar están más cerca de los hipsters modernos que de los hippies de los campamentos del sur.
Con un espíritu similar, el gobierno de la Ciudad organizó un programa de picnics en el microcentro todos los viernes a partir de las 12.00. Con la idea de que la gente aproveche los espacios libres en la primavera pusieron mesas y sillas en la plaza San Martín, en Retiro, y en la Plaza Roberto Arlt, en microcentro, donde hay un DJ que pasa música. En las primeras ediciones participó la DJ Catarina Spinetta.
Los picnics son una típica actividad de la infancia. En este caso la idea es que la gente viva un momento de relax y se divierta con música. Que ir a comer a la plaza sea algo más que solo eso.
"Queremos incentivar a todos los porteños a que aprovechen al máximo los espacios verdes. La primavera es ideal para que los vecinos que trabajan por el microcentro puedan almorzar al aire libre y disfrutar del sol con sus amigos y compañeros de trabajo", destacó el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta en la inauguración.
Por su parte, Patricio Di Stéfano, subsecretario de Uso del Espacio Público, comparó la propuesta con las que se organizan en las grandes ciudades del mundo: "París y Nueva York también ofrecen lugares para almorzar al aire libre en zonas céntricas. Es una manera de humanizar el espacio público ofreciendo una nueva opción a los vecinos de conectarse con un entorno renovado" sostuvo.
Otro lugar nuevo que vale la pena conocer es Festival, un bar en el corazón de Palermo, en Gorriti 5741. Festival tiene un gran patio, una galería de arte en el segundo piso y los miércoles se transmite la radio FM Blue, en un ciclo en el que invitan a distintos artistas a pasar música para que se arme el baile. El corazón del lugar es el patio, donde la idea es que la gente se sirva algo y se quede parada conociendo gente nueva, como en los recreos de los colegios.
El aspecto es industrial, pero el espíritu es social y cultural. El lugar se autodefine como un espacio alternativo y "un punto de encuentro en Palermo. Somos un bar dedicado a la buena coctelería, un lugar para comer riquísimos platos de autoría propia y escuchar la música que nos gusta. Somos un espacio que alberga muestras, exposiciones y todas las expresiones culturales posibles, para seguir nutriendo la noche de Buenos Aires".
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