¿Adiós a los estruendos? Estudian prohibir la pirotecnia sonora en la ciudad
Utilizar pirotecnia en algún festejo ya no está bien visto, sobre todo si se trata de fuegos artificiales que provocan grandes estruendos. Año tras año las campañas para desalentar su uso fueron penetrando en los hábitos de las personas y provocaron que cada vez más las provincias y municipios establezcan normas para prohibir la compra o reducir el uso. Pero el gran impacto fue a nivel nacional cuando, en diciembre, el presidente Alberto Fernández decretó que no pueden ser utilizados en los actos públicos organizados por el Poder Ejecutivo Nacional.
La campaña, esta vez iniciada en un sitio web que recibe diferentes tipos de peticiones, apunta ahora a que también se prohíba el uso de pirotecnia sonora en la ciudad de Buenos Aires donde, hasta el momento, no existe reglamentación alguna. El pedido, con cerca de 40.000 personas que adhirieron con su firma, podría haber quedado perdido entre tantas solicitudes, pero una respuesta de un funcionario de alto rango abrió el juego para pensar que la Ciudad se sumará a la pirotecnia cero.
"Mientras se trabaja en una ley que aborde de manera integral la problemática, desde el Gobierno de la Ciudad estamos trabajando en un proyecto de resolución para tratar el tema", respondió Felipe Miguel, el jefe de Gabinete porteño ante la petición iniciada por María Alejandra Castro en el sitio Change.org. "La propuesta establece, por un lado, zonas calmas en donde se prohíbe el uso de pirotecnia; por ejemplo alrededor de los hospitales, de las reservas ecológicas o del Ecoparque. Por el otro, prohíbe la fabricación, comercialización y el uso de ciertos tipos de pirotecnia", amplió el funcionario.
Desde la Jefatura de Gabinete confirmaron a LA NACION que existe un proyecto, aunque recién está en la etapa inicial de estudio. La Secretaría de Ambiente de la ciudad está a la cabeza de la mesa de trabajo para establecer desde el Poder Ejecutivo las zonas calmas y para limitar la fabricación, la comercialización y el uso de ciertos tipos de productos, de acuerdo con un registro de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat). Además, otros dos proyectos de ley ingresaron en la Legislatura porteña: el 30 de diciembre Héctor Apreda (Vamos Juntos) presentó su propuesta y el 2 de marzo lo hizo Ariel Álvarez Palma (UCR/Evolución).
En su respuesta en Change.org, el jefe de Gabinete destacó "la buena predisposición de la industria de la pirotecnia, con quienes estamos trabajando de forma coordinada para que sea un proyecto viable y que no genere efectos negativos en el sector". Sin embargo, voceros de la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (Caefa) dijeron desconocer la propuesta oficial y la de los legisladores. Afirmaron que no fueron consultados en la elaboración del proyecto y eligieron no brindar declaraciones hasta no contar con mayor información.
Campañas
Las campañas para reducir el uso de la pirotecnia sonora las motorizan agrupaciones de padres de niños con trastorno del espectro autista (TEA) y trastorno generalizado del desarrollo (TGD), que sufren los estruendos por tener desarrollada "una sensibilidad exacerbada a los ruidos y las explosiones que provocan en ellos reacciones desmedidas de angustia y ataques de pánico", según el diagnóstico de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Pero los chicos con TEA o TGD no son los únicos que los padecen, ya que los ruidos pueden afectar a enfermos cardíacos, veteranos de guerra, personas con discapacidades cognitivas o neurológicas que no comprenden la causa de las explosiones, bebés y niños con sensibilidad auditiva. Y también a los animales, por los que se lanzó la petición en el sitio que, además, tiene otras cientos de peticiones referidas al mismo tema con más de 160.000 adherentes.
"¡Lo que sufren los animales y las personas con la pirotecnia es terrible! En 2018 trabajé en la presentación de un proyecto de ley que pedía prohibir la pirotecnia sonora en la ciudad de Buenos Aires", escribió Castro en el texto de la solicitud. "Les pido que me acompañen firmando esta petición para que se den cuenta de que es algo necesario no solo para los animales, sino también para las personas que se encuentran dentro del espectro autista, hiperacúsicos, bebés y adultos mayores", agregó.
Para la Asociación de Padres de Niños Autistas (Apadea) la pirotecnia sonora tiene un triple impacto: las personas con discapacidad, los animales y el medio ambiente. La activa participación de entidades de este tipo amplificó el pedido y la campaña fue ganando terreno en todo el país, mientras en el Congreso de la Nación permanece latente la posibilidad de debatir un proyecto para prohibir el uso de artefactos pirotécnicos sonoros a nivel nacional.
El sábado 28 de diciembre se publicó en el Boletín Oficial el decreto 96/2019 que indicó: "Prohíbase la adquisición y uso por parte del Sector Público Nacional, en los términos del artículo 8° de la Ley N° 24.156, de artículos y de artificios de pirotecnia, de estruendo o sonoros en los eventos y/o espectáculos que organice". La decisión la tomó el Presidente de la Nación ante el avance del pedido de organizaciones civiles que trabajan con TEA y el TGD, defensoras de los derechos de los animales y la SAP, entre otras.
También a fines del año pasado el tema se puso en agenda por lo que ocurrió en Mar del Plata, donde se prohibió por decreto la fabricación, la venta y el uso de pirotecnia sonora, a pesar de que la Justicia había dado lugar a un planteo de la Caefa ordenando que se levante la prohibición que regía para toda la costa atlántica.
En municipios como Quilmes, en las últimas fiestas, se pidió a los vecinos no comprar pirotecnia sonora y en Vicente López no se usaron artefactos para espectáculos y festivales locales. En Misiones hay un proyecto en la Legislatura provincial para controlar el uso, mientras que en Tucumán también se analiza una propuesta similar. La ciudad de Buenos Aires podría sumarse en los próximos meses con una regulación propia.