¿Adiós a los clubes? Tres sedes históricas de Núñez están al borde del desalojo
La costanera del barrio de Núñez podría cambiar drásticamente en poco tiempo. Tres emblemáticos clubes de la zona, el Centro Naval, el Club Universitario de Buenos Aires (CUBA) y el Centro de Graduados del Liceo Naval Militar, podrían ser desalojados de forma inminente. Los terrenos sobre los cuales montaron esas instituciones pertenecen a la Universidad de Buenos Aires (UBA) y forman parte de una vieja polémica que aún no encontró una salida consensuada. Desde los clubes creen que la decisión de la UBA es intempestiva, mientras que las autoridades de la universidad se refieren a los socios y dirigentes de esos clubes como "ocupas vip".
En el caso de CUBA, el miércoles de la semana pasada el club recibió la notificación donde es intimado por parte del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) a desalojar el predio ubicado en Núñez, a la vera del Río de la Plata, en un plazo de 10 días corridos. Es decir, que pasado mañana se vencería ese plazo. Desde el club aún no comunicaron qué harán al respecto. Al Centro Naval, la intimación para desalojar el terreno le llegó dos días después y cuentan con el mismo plazo. Mientras que el Centro de Graduados del Liceo Naval Militar presentó una medida cautelar y deben depositar un seguro de caución de 8.400.000 pesos para que no se ejecute el desalojo.
Los clubes sostienen que los terrenos ganados al río son de la ciudad, no de la UBA. La Nación aún está esperando una respuesta por parte de la ciudad al respecto. Por parte de la UBA, los consideran propios.
Hasta el momento, los clubes solo expresaron su desencanto a través de comunicados oficiales. Sin embargo, una fuente del Centro de Graduados que habló con LA NACION, aunque prefirió resguardar su identidad, dijo que aún no saben lo que quiere hacer la UBA con esos terrenos, y se preguntó si, en realidad, no habrá un negocio inmobiliario detrás: "Yo veo que quieren hacer edificios en Costa Salguero y Punta Carrasco. Entonces uno se pregunta si no habrá un negocio inmobiliario atrás de todo esto".
Una hipótesis que Mariano Genovesi, Secretario General de la UBA, desmintió: "No hay ningún negocio inmobiliario en todo esto. Se va a llamar a una licitación para dar en concesión el espejo de agua y la superficie de los clubes, pero para poder hacer eso tenemos que tener desocupados los predios. También estamos pensando en tener esos terrenos como una reserva estratégica para expandir la universidad y hay un proyecto avanzado para llevar el rectorado a Ciudad Universitaria".
El problema por estos terrenos es de larga data. El expresidente Arturo Frondizi, en 1958, transfirió esas tierras a la UBA por decreto. Una ley sancionada tres años después refrendó la transferencia, pero, además, señaló que la Armada podía disponer del predio hasta que se construyera una dársena que, más de 50 años después, aún no se hizo. La Armada, a su vez, le entregó permisos precarios a los clubes para que usaran los terrenos, es decir, les permitió desarrollar una actividad en esos terrenos, aunque las tierras nunca dejaron de ser de la UBA.
En mayo del año pasado, la Armada Argentina le restituyó a la UBA un extenso terreno lindero con el Río de la Plata: unas 24 hectáreas que están detrás de Ciudad Universitaria y que se extienden desde el predio del Círculo de la Policía Federal -y la desembocadura al Río de la Plata del arroyo Medrano- hasta las inmediaciones de la avenida Cantilo. Desde la Armada dijeron a LA NACION que, luego de dicha restitución de los terrenos, los clubes deberán tratar directamente con la UBA el uso precario de los mismos.
En el convenio suscripto con la Armada, la UBA se compromete a la construcción de la dársena para ser usada por la fuerza, al mantenimiento de 20 sitios de amarre, a un acceso de rampa y facilitar la estructura cubierta para depósito de material naval y embarcaciones. Ese convenio ahora derivó en la compleja situación en la que se encuentran los clubes.
"Con permisos precarios la Armada le dio el espacio a los clubes y estos le ganaron terreno al río y subieron la costa, porque eran terrenos inundables, y ahí levantamos las instalaciones. La parte que corresponde a nuestro club casi no existía en 1960. Lo mismo sucede con los otros clubes, fueron todos terrenos que se ganaron al río con el dinero y esfuerzo de los socios. Ahora la UBA pide la devolución de terrenos que nunca construyó", dice un miembro del Centro de Graduados.
Según Genovesi, es tiempo de pagar. Asegura que los clubes "no han puesto un solo peso en todos estos años" para estar ahí, más allá de las inversiones que han hecho y que son algo a "considerar". Por ejemplo, solo CUBA en la sede de Núñez, tiene dos restaurantes, seis canchas de tenis, dos de rugby, una de fútbol, pileta de natación, 290 amarras y más de 100 barcos en playón.
El funcionario le presentó a los clubes una tasación del Banco Ciudad y le comunicó a las instituciones sociales y deportivas los montos que deberían pagar mensualmente. "CUBA debería abonar 6.000.000 pesos por mes, el Liceo Naval 4.500.000 y para el Centro de Graduados sería 1.200.000. Hay un valor locativo que surge de los valores de mercado. Nosotros somos funcionarios, nosotros no tasamos, si no lo pueden pagar, se tendrán que ir", concluye Genovesi.
Desde los clubes se mostraron sorprendidos por los altos montos que deberían pagar, y señalan que por parte de la UBA no hubo vocación de diálogo. "El club hubiera preferido continuar las tratativas con la UBA y hallar una solución consensuada", dijo CUBA, en un comunicado. "El camino elegido y que entendíamos como el más lógico entre instituciones centenarias fue el del diálogo, pero lamentablemente ha sido bloqueado unilateral e intempestivamente", señaló el Centro Naval, en otra comunicación oficial.
"Con los tres clubes tuvimos conversaciones, pero no hubo caso, o nos pusieron muchas trabas o directamente intentaron dilatar el asunto. Entiendo que ellos han invertido en esos terrenos, pero las tierras son un bien público", argumenta Genovesi.
Ahora, lo que plantean los clubes es intentar retomar las negociaciones en pos de preservar lo que invirtieron y el empleo de un gran número de trabajadores. Si próximamente se abriera una licitación por los terrenos, también piden tener cierta prioridad sobre los otros potenciales oferentes.
"Si quieren que estas tierras se sigan usando para actividades deportivas, nuestra voluntad, y así lo expresamos, es poder hacer convenios con la UBA para sus estudiantes", indicaron desde el Centro de Graduados. Mientras que, por parte de la UBA, dijeron que si no se desalojan los terrenos van a "iniciar el cumplimiento judicial".