Adaptar la ciudad al cambio climático
Nuestra ciudad y nuestro país necesitan tomar medidas de adaptación al cambio climático para evitar que eventos extremos de la intemperie provoquen daños a las personas y a los bienes expuestos en áreas vulnerables. Las imágenes de los últimos temporales nos muestran que Buenos Aires es vulnerable y que muchos estamos expuestos.
Los científicos han venido advirtiéndonos que el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera causada por la actividad económica está generando un cambio climático rápido y sin precedente. Según los diversos modelos, uno de los efectos de ese cambio será el aumento de la intensidad y la frecuencia de los eventos extremos. Esto significa, entre otras cosas, sequías, lluvias y vendavales más intensos y frecuentes, como se han producido aquí y en otras latitudes.
Los meteorólogos se niegan a atribuir al cambio climático un fenómeno determinado e indican que el clima se evalúa a largo plazo y que la tendencia es que habrá más y más fuertes lluvias y sequías, que afectarán gravemente las zonas en que se produzcan y que en un determinado período ocurrirán en mayor número que las registradas en períodos comparables.
La presencia de dióxido de carbono en la atmósfera y en los océanos ha aumentado como muestran los datos de observaciones que pueden obtenerse por Internet con una constante actualización. Desde la atmósfera nos llegan las señales que estamos percibiendo. En el mar se produce la acidificación de las aguas que compromete el ciclo biológico.
Las emisiones continúan aumentando particularmente en Estados Unidos y Canadá, a los que en décadas recientes se han sumado China, la India, Brasil, México, Corea e Indonesia, entre otros países. Nuestras emisiones por habitante también están creciendo. Los esfuerzos para acordar internacionalmente una respuesta están enredados en un juego en el que predominan los argumentos para sostener que quien debe reducir las emisiones es el otro.
Cualquiera que sea la posición que el gobierno adopte con respecto a la reducción de emisiones, nadie puede eludir la necesidad de tomar medidas de adaptación al cambio climático. Varias de esas medidas tendrán además el efecto de reducir emisiones, pero no basta reducir emisiones para protegerse del cambio. La adaptación requiere un análisis del ordenamiento de la ciudad y una visión que incluya la perspectiva de que la severidad de los fenómenos seguirá creciendo durante varias décadas.
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