Renunció el director ejecutivo y no hay reemplazante; es el segundo que se aleja en un año, desde el recambio presidencial; durante 2016 apenas se ejecutó el 20% del presupuesto
La historia de la limpieza del Riachuelo suma un nuevo capítulo inconcluso: por segunda vez en nueve meses, la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) -el organismo creado para ejecutar el plan de saneamiento- queda acéfala. Ayer se conoció públicamente la "renuncia indeclinable" de Julio Torti a la dirección ejecutiva.
El funcionario, el segundo que renuncia desde que asumió la gestión de Cambiemos, alegó "manifiestas diferencias" con el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman, quien preside la Acumar por el cargo que ocupa. Así lo explicita la dimisión presentada el viernes pasado al consejo directivo, que iba a reunirse ayer y luego suspendió el encuentro.
La decisión de Torti, que ingresó por la mesa de entradas ya que el experto en residuos no volvió a pisar la sede de Acumar, sólo suma más incertidumbre al futuro del organismo que componen la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad. La ineficiencia y el deterioro de la gestión quedaron visibles en la audiencia celebrada hace una semana en la Corte Suprema de Justicia: el proceso está muy lejos de cumplir con la sentencia que ordenó que se limpie la cuenca más contaminada de la Argentina.
Por el momento, no se sabe quién asumirá el cargo de Torti ni la dirección operativa, que hasta ayer ocupaba Gabriela Seijo, a quien también se le pediría la renuncia. Sí se sabe que, a pesar de que no hubo avances en el saneamiento, Cambiemos sumó 50 puestos a la planta permanente de la Acumar -que ya suma 860 empleados- y que de los $ 10 millones asignados para este año apenas ejecutó el 20%.
Las internas y las diferencias en torno a la gestión del organismo arrancaron en diciembre, apenas asumió el nuevo gobierno. Esa falta de acuerdos y de acción generó que Amílcar López, el primer director ejecutivo de Acumar, presentara su renuncia en febrero pasado. En abril, mientras seguían las peleas entre las jurisdicciones para poder ganar espacios, asumió Torti. Hubo reordenamientos en el organigrama, aunque no alcanzaron para poner en acción el plan de saneamiento.
En 2016 sólo se destacan dos logros: se continuaron los convenios con las cooperativas en los municipios y se firmó un contrato con la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse) para retomar la eliminación de basurales en la cuenca.
El consejo directivo está conformado por el ex director del Instituto de Vivienda porteño Iván Kerr; en representación de la provincia de Buenos Aires, el ex candidato a intendente por La Matanza Miguel Saredi y el ex asesor del Ministerio de Desarrollo Económico porteño Martín Renom. Por la Ciudad, se nombró al ex director general de Limpieza Alberto Términe y a la ex diputada por la Coalición Cívica María Fernanda Reyes. También lo integra el biólogo Sergio Federovisky, que llegó tras el acuerdo político del macrismo con Sergio Massa.
Luego de la audiencia en la Corte, en el Gobierno evaluaban entregar las riendas de la Acumar a la provincia de Buenos Aires. Pero las fuentes bonaerenses consultadas por LA NACION no confirmaron el rumor. Tampoco quiso pronunciarse Bergman, quien fue señalado la semana pasada como uno de los miembros del gabinete que estaban en la cuerda floja. Pero, tras el encuentro en Chapadmalal, Mauricio Macri descartó algún cambio de ministros.
"El funcionamiento de la Acumar y sus evidentes problemas de gestión explican, en gran parte, el bajo grado de instrumentación de las obligaciones impuestas en el fallo. En materia de control de la contaminación industrial, el sistema establecido no ha dado resultados. Estudios elaborados por el propio organismo demuestran que aún se vierten en la cuenca más de 1000 toneladas al año de sustancias tóxicas, metales pesados e hidrocarburos", reveló Andrés Nápoli, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, en representación del cuerpo colegiado que controla la ejecución del fallo. Según ese cuerpo, la inacción de la Acumar suma dos años y medio.
También se refirió a la deuda de reconversión del Polo Petroquímico de Dock Sud. "Se sacó a las empresas almacenadoras de productos químicos para poner en su lugar almacenadoras de combustibles y se urbanizó un terreno para relocalizar a los habitantes de Villa Inflamable. Todo ello tuvo como única finalidad cubrir las necesidades del accionar portuario", indicó Nápoli.
La relocalización de 17.000 familias y los estudios epidemiológicos de la población que vive en la cuenca contaminada son deudas que también se atendieron apenas y parcialmente.