Su relanzamiento responde a una lógica de electrificación que la automotriz lleva adelante en el país; en primera persona, qué se siente manejarlo y cuáles son sus principales cualidades
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Hablar de autos eléctricos genera dudas en quienes todavía son reacios a los cambios de motorización. En una era donde la electrificación avanza y la movilidad se transforma, atravesar el prejuicio e instalar el cambio es el verdadero desafío. Es un contexto complejo, pero quizás Renault haya descubierto la forma de capitalizar ese temor.
En el marco de una profunda renovación de su modelo de negocio, la marca del rombo confirmó, presentó y lanzó varios modelos de la línea E-Tech 100% eléctrica en la Argentina y los nombres son, para todos nosotros, viejos conocidos. Megane, Kangoo y Kwid tienen hoy versiones eléctricas que conviven en nuestras calles y despiertan nostalgia en los más experimentados y curiosidad en los recién llegados.
Así, el componente emocional juega un rol clave al mismo tiempo que la transformación tecnológica muestra que hay un futuro más allá de lo conocido, que es bueno, rinde y puede ser una opción concreta.
Es en ese marco que LN Movilidad llevó adelante un nuevo capítulo de una serie de acercamientos en formato audiovisual que están disponibles a través de las redes sociales (@movilidadln) y el canal YouTube (@lanacion) de este medio y que tiene como protagonista, en esta oportunidad, al Kwid E-Tech, el citycar 100% eléctrico que se vendió como naftero entre 2018 y 2021 y ahora volvió. Distinto, pero volvió.
Y es así que en un primer vistazo ya se notan las diferencias respecto al viejo conocido. Las ópticas delanteras tienen una silueta más rasgada, la parrilla es diferente, aparecen barras decorativas en el techo y el ploteo “E-Tech” en el exterior logran destacarlo. Hay cambios en las dimensiones, siendo un auto que se modificó en alto y ancho y lo completan los pasarruedas negros.
La idea, declaran desde Renault, es que sea “un auto urbano con espíritu SUV”, por eso aparecen algunos detalles en el exterior que lo diferencian de los demás en su segmento. Pero es en el interior donde esa idea toma más fuerza, porque si bien sigue siendo un auto pequeño, ganó espacio en altura, mejorando la habitabilidad para trayectos largos. Eso sí, nobleza obliga, en los asientos traseros el espacio para las piernas es acotado.
En cuanto a la disposición, es prácticamente igual a la versión naftera. Ahora, no obstante, aparece mayor tecnología con un instrumental digital y una pantalla multimedia de 7″ con una gran respuesta a los comandos y conectividad tanto con Android Auto como con Apple CarPlay. A eso hay que sumarle los puertos USB y el conector de 12V, que son parte del equipamiento.
En cuanto a las terminaciones, abundan los plásticos rígidos, acorde a lo que muestra el segmento. En otra línea, figura un freno de mano tradicional y un dial de tres posiciones para la marcha: N, D y R. Con todo eso tenemos un habitáculo funcional que ofrece lo justo y necesario para que la experiencia sea correcta.
Ideal para el uso urbano
Después de hacer la inspección visual llega el momento de sentarse tras el volante del Kwid E-Tech y ver qué es lo que tiene para ofrecer. Tras haberlo probado en plena ciudad, demostró cumplir con su premisa y promesas. Es un vehículo ideal para el uso urbano, cómodo y práctico para moverse por las calles citadinas y que responde de manera adecuada cuando se lo exige un poco más a altas velocidades.
Todo eso lo logra gracias a un motor eléctrico que genera 65 CV de potencia alimentado por una batería de 26,8Kwh, tracción delantera y la transmisión de una sola marcha. Ahora bien, esas características son en su estado “normal”, por definirlo de alguna manera. Porque cuando activamos el modo Eco, la potencia baja a 45 CV y limita la velocidad máxima en 100km/h. El resultado, acorde a lo que informa Renault, son 298 kilómetros de autonomía.
Otro punto a señalar es el tiempo de carga y es acá donde el concepto de urbano se ve más en evidencia. Si el auto se usa para moverse por la ciudad, pueden pasar varios días sin que necesite una recarga. Ahora bien, si se lo exige, la duración de la batería puede ser menor. En esa línea, los estimados son: 40 minutos para hacerle el 80% en cargadores rápidos de 50Kw; 1h30 en tomas de 22Kw y 2h50 en una hogareña de 7,4Kw.
En el ítem de seguridad, el Kwid forma parte del programa Human First y cuenta con seis airbags, control electrónico de estabilidad, asistencia de arranque en pendiente, bloqueo automático de puertas a 6km/h y un sonido que se proyecta por fuera de la unidad cuando se circula a menos de 30km/h, para alertar a peatones que el auto está en funcionamiento.
En resumidas cuentas, tenemos un vehículo que cumple con su promesa y se posiciona como una alternativa para moverse dentro de una ciudad. Responde bien cuando se lo exige en territorio citadino y su manejo es cómodo y práctico.
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