Lo tenía “todo” y decidió venderlo para hacer un giro 360; hoy vive en la ruta y descalza, da clases del método Wim Hof y asegura que ni loca volvería a su vida de antes
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Hace ya más de 10 años Brittany tenía un esposo, un trabajo bien remunerado, una casa grande y un armario lleno de zapatos de diseñador. También estaba agotada, deprimida, lidiaba con dolor crónico de espalda, insomnio, problemas en la piel, síndrome de intestino irritable y anhelaba por sobre todas las cosas vacaciones que nunca se podía permitir y cuando lo hacía no eran suficientes. “Estaba demasiado ocupada recuperándome de mi estilo de vida estresante como para disfrutar esos viajes con presencia o gratitud”, compartió en un posteo en sus redes sociales que se volvió viral.
Hoy, 10 años más tarde, la mujer vive en un camioneta con su perra Polly, está soltera y su vida consiste en viajar alrededor de Estados Unidos, conociendo y disfrutando los paisajes naturales de su tierra natal y dando clases con el método Wim Hof, que consiste en baños de agua helada por lapsos de tiempo acotados. “Hoy no necesito vacaciones, saludo al sol todos los días y mis pies tocan la tierra mientras le agradezco por el amor que me da. Me niego a ser aplastada por la cultura del agobio”, sentenció en su cuenta de Instagram (@breathworkcaravan).
El primer paso fue renunciar a su trabajo que le demandaba 50 horas semanales. Fue la primera decisión de muchas que desencadenaron distintos eventos -como separarse y vender todo- que la llevaron a donde, dice, está hoy: viviendo su mejor vida y sintiéndose más en casa que nunca.
Sin planes a largo plazo
“Dejé los planes largoplacistas hace años y nunca me arrepentí”, contó Brittany a sus seguidores de Instagram. “No significa que no tenga metas. Significa que no me aferro a ellas”. Brittany, que no necesita tomarse días libres para viajar a los lugares que le interesa conocer, explica que el abandono de su agenda fue la fuente de su liberación personal para satisfacer sus inquietudes y deseos.
Hoy, asegura que sus únicas metas a largo plazo son buscar la felicidad, construir vínculos sanos, tener estabilidad financiera y mantener una coherencia entre sus valores y el estilo de vida que lleva. “Quiero tomar decisiones de las que esté orgullosa, maravillarme con lo que veo, contribuir al mundo de una forma positiva y dejar que la vida me sorprenda una y otra vez”.
Dice que si de algo está convencida, es que jamás volvería a su estilo de vida tradicional. “El descanso es sagrado y no hay absolutamente nada con lo que tengas que cumplir para merecerlo. Todos podemos”, expresó. “Los tacos son lindos, sí. Pero los pies descalzos son hermosos”.
Era homeless, tuvo todo y decidió dejarlo
El presente de la joven da mucho de qué hablar, pero sus orígenes hacen que su cambio de vida 360 sea todavía más interesante. Ella y su familia vivieron sin techo durante muchos años de su infancia. “Las paredes dentro de las que nos alojábamos no eran hogares, según la mayoría de los estándares”, reveló en sus redes. “Tengo el privilegio de haber escapado de la pobreza, pero a pesar de haber tenido un techo cómodo durante toda mi vida adulta, mi infancia me dejó una sensación permanente de estar sin hogar”.
La protagonista de esta historia reveló que la carencia, inseguridad y miedo dominaron gran part de su niñez y adolescencia y, como resultado, pasó gran parte de su vida reflexionando sobre el concepto del hogar: qué es, cómo se ve, dónde existe. “Sé que muchas personas no ven mi camioneta como un hogar y lo entiendo porque yo también pasé años buscando el hogar en todos los lugares equivocados”, confesó. “Es irónico, pero hoy puedo decir que nunca me sentí más segura, estable y en casa en mi vida”.
Volver a lo esencial
En un cortometraje publicado en el canal Tiny Home Tours de YouTube, Brittany hizo un recorrido de su pequeño pero noble hogar, en donde ella y su perro Polly residen. No es grande, pero tiene lo justo y necesario para sobrevivir y ser feliz.
Cuenta con una cocina de inducción incorporada y espacios de almacenamiento en la parte superior. También tiene una bacha que se extiende al abrir la ventana y le permite bañar a Polly. Al hacer camping con frecuencia, también usa una estufa portátil para cocinar al intemperie, porque: ¿qué mejor que comer y tener de techo a las estrellas?
En cuanto a descanso y relax, la van cuenta con una subdivisión interna: una suerte de entrepiso en donde ella, pero también su compañera cuadrupeda, descansan. “Es todo un lujo tener una cama de tamaño real aquí”, aseguró, e hizo énfasis en que la que más disfruta del colchón es Polly. Otro de los lujos con los que se deleita Brittany al describir su casa es un armario colgante en donde guarda sus prendas.
Hay una particularidad de la van de la mujer que expone que, cuando se concreta un cambio tan drástico como el que hizo ella, el cuerpo se adapta y que, muchas de las costumbres que consideramos parte del estándar, no son realmente necesarias. Posiblemente chocante para muchos, pero muy natural para ella: el vehículo no tiene baño. “Lo cierto es que, cuando pasás tanto tiempo acampando en el medio de la nada, es bastante fácil vivir sin baño. Para mí no tiene sentido tener uno y no lamento la decisión”, concluyó.
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