Stellantis mostró cuatro nuevas tecnologías de propulsión híbrida y eléctrica que promete producir en Brasil en los próximos años; busca potencial al etanol y combinarlo con los nuevos modelos híbridos
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En el marco de una estrategia de descarbonización regional, Stellantis presentó nuevas tecnologías de propulsión híbrida y eléctrica que se empezarán a producir en serie en Brasil y se van a usar para varios de los modelos del grupo.
Bautizadas como “Bio-Hybrid”, la automotriz desarrolló cuatro plataformas que presentan distintos grados de combinación entre energía térmica y electrificación, con el objetivo de extender su rango de aplicación.
Cuatro plataformas sostenibles:
- Bio-Hybrid: es una híbrida ligera, con un motor eléctrico que reemplaza el alternador y motor de arranque, y una batería de iones de litio de 12 voltios. El sistema genera hasta 3kw y garantiza un consumo eficiente.
- Bio-Hybrid e-DCT: es una híbrida convencional con dos motores eléctricos: uno repite el proceso anterior y otro más grande se acopla a la transmisión y permite el salto al modo eléctrico. La batería de iones de litio es de 48 voltios y el sistema administra los tres formatos de conducción para ser más eficiente.
- Bio-Hybrid Plug-in: es una híbrida convencional igual a la anterior pero enchufable, con una batería de 380 voltios que agrega más autonomía y pueden recargarse en la marcha mediante un sistema de regeneración en desaceleración o con una fuente de alimentación externa
- BEV: completamente eléctrica, tiene un motor eléctrico de alto voltaje que permite aceleraciones rápidas y se alimenta de una batería de 400 voltios, que se recarga por regeneración o carga externa.
Las plataformas híbridas fueron desarrolladas por el Tech Center en Sudamérica, en línea con Dare Forward 2030, el plan a largo plazo de Stellantis que prevé la descarbonización de los procesos y productos de la empresa para 2038, con una reducción del 50% de las emisiones ya en 2030.
“Potenciar el etanol”
Stellantis presenta al etanol como una alternativa competitiva en la reducción de emisiones contaminantes, ya que, en una prueba dinámica la propulsión de etanol emitió un 18% menos de CO2 que un vehículo eléctrico alimentado con energía europea, y proporcionó alrededor del 60% de la mitigación final de CO2 emitido en comparación con el uso de nafta.
En este sentido, Brasil tiene la ventaja de acumular más de cuatro décadas de tecnología en este combustible y contar con una gran plataforma de producción, logística y distribución. De hecho, la tecnología flex fuel está presente en alrededor del 80% de la flota brasileña de vehículos livianos y, en el evento, también se presentó una unidad térmica alimentada exclusivamente con etanol que, según indicaron, podría estar presente en los productos de la empresa en los próximos años.
“Queremos potenciar las virtudes del etanol como combustible renovable, cuyo ciclo de producción absorbe la mayor parte de sus emisiones, combinando la propulsión a base de biocombustibles con los sistemas eléctricos”, dijo Antonio Filosa, presidente de Stellantis para Sudamérica, en el marco de la presentación realizada en el Polo Automotivo de Betim, Belo Horizonte, en Brasil.
El directivo también destacó las ganancias en la eficiencia y el ahorro de combustible fruto del uso de sistemas de propulsión eléctrica, así como la oportunidad para fortalecer la ingeniería brasileña y la industria nacional que suponen. “Es una oportunidad para la reindustrialización y reconfiguración de la industria nacional de autopartes, que es diversificada, compleja y muy importante para la economía brasileña”, señaló Filosa.
Aptas para muchos modelos
La unión de los sistemas eléctricos y los biocombustibles es la gran apuesta no solo de Stellantis, sino de varias automotrices brasileñas, por su adopción flexible que puede instalarse en varios modelos. Según la empresa, la tecnología es compatible con las líneas de producción de cualquiera de sus tres plantas en Betim, Porto Real y Goiana.
El objetivo, aseguran, es llegar a segmentos más amplios del mercado de consumo de tecnologías limpias porque, a pesar de ser eficientes en el proceso de descarbonización, los vehículos 100% eléctricos siguen siendo caros, algo que impide su adquisición masiva.
“La descarbonización es el resultado deseado y necesario de la reinvención de la movilidad ya en marcha, y el uso de etanol combinado con la electrificación es el camino más rápido y viable desde el punto de vista social, económico y ambiental para aumentar la electrificación de la flota brasileña”, concluye João Irineu, VP de asuntos regulatorios de Stellantis para América del Sur.
Cuándo llegan
En materia de fechas, se espera que los primeros modelos Bio-Hybrid empiecen a comercializarse en Brasil en 2024, y que la tecnología se aplique no solo a modelos nuevos, sino también -en etapas- a muchos de los que cuentan con motores a combustión convencionales y ya se ofrecen en el mercado. En este sentido, aunque todavía no confirmaron oficialmente cuáles serían los modelos elegidos para una transición en una primera instancia, medios del país limítrofe adelantaron que el Fiat Pulse, el Peugeot 208, el Jeep Renegade, el Jeep Compass y la pick up compacta Fiat Toro podrían estar en la lista.
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