El conductor perdió el control del superdeportivo Veyron Grand Sport Vitesse del futbolista, que puede alcanzar los 408 km/h; es solo uno de los autos del jugador del Manchester United
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Se trataba de una de las tantas joyas automotrices de la estrella del fútbol: el Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse, un auto con 1001 caballos de fuerza, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 2,5 segundos, y de alcanzar los 408/h de velocidad, con un valor de casi dos millones de euros.
El accidente casi trágico tuvo lugar en Sa Coma, en Bunyola, un municipio en el interior de Palma de Mallorca, alejado del núcleo urbano, el lunes 20 a las 11 de la mañana. Es en la isla en donde Ronaldo se encontraba disfrutando de unos días vacacionales junto a su familia, con motivo del cumpleaños de uno de sus cinco hijos, Cristiano Jr.
Al parecer, el responsable del escándalo fue un empleado del equipo de seguridad del futbolista portugués, que viajaba con un acompañante y, al salirse de la calzada, colisionó al superdeportivo italiano contra el muro de una garita en la que se almacenaban garrafas de gas.
Afortunadamente no se registraron heridos, pero la parte frontal del auto quedó destrozada por el impacto, según la prensa local.
Varios agentes de la Guardia Civil de Tráfico y de la Policía Local de Bunyola acudieron a la escena del accidente. Según indican, las huellas de los neumáticos tras la frenada delatan que el conductor avanzó en línea recta hacia la pequeña construcción. Sin embargo, aunque se cree que el empleado de Ronaldo perdió el control del vehículo, se desconocen las circunstancias que llevaron al suceso final.
Ronaldo y su tesoro automotor
El delantero del Manchester United es un aficionado de los deportivos, y posee varios vehículos de la marca, entre ellos un Bugatti Centodieci, valorado en 8 millones de euros, y un Bugatti Chiron, valorado en 2,4 millones de euros. El superauto ahora destrozado era uno de los 450 ejemplares del Veyron comercializados durante 10 años, desde su aparición en 2005.
A Mallorca viajó en avión privado, pero en barco llegaron dos de sus rodados favoritos: su Bugatti Centodieci, y una camioneta Mercedes-Benz, que está valorada en 180.000 de euros y fue un regalo de cumpleaños de su esposa Georgina Rodríguez. En ambos casos se trata de modelos en serie limitada de los cuales solo existen 10 ejemplares en el mundo.
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