Esta versión de la pickup fabricada en Zárate fue concebida para el manejo fuera de pista a alta velocidad; además, es el primer vehículo con ese sello que se produce en América Latina
Bajo el nombre Gazoo Racing (GR), Toyota engloba a nivel mundial a todas las actividades ligadas al automovilismo de competición. Entonces, cuando un modelo lleva esa denominación es porque ha sido sometido a varias modificaciones para dotarlo, precisamente, de un espíritu más deportivo.
Es el caso de la Hilux GR Sport, la pickup producida en Zárate que se convirtió en el primer vehículo desarrollado y fabricado en América Latina con ese sello de origen. Y está claro que no es una Hilux más. Es una edición limitada de 1300 unidades, de las cuales 500 están destinadas al mercado argentino, 420 al brasileño y las restantes al resto del mundo.
La GR Sport está basada en la versión tope de gama SRX y muestra algunos diferencias estéticas fuertes respecto de aquella. Para empezar, en la parrilla totalmente negra exhibe un enorme logo de la marca en cromado (le sienta muy bien) y, luego, tiene el capot, techo, espejos, manijas, llantas, barra de San Antonio y guardabarros también en negro. A esto suma los calcos del equipo GR en los laterales, y detalles en rojo tanto en el exterior como el interior (costuras de los tapizados, molduras de puertas, etcétera). ¿Es llamativa? Sí, y mucho. Pero le da un toque muy especial que lleva a que todos pregunten si fue uno el que le hizo el tunning.
Entonces, además de la estética, ¿qué es lo que diferencia a ambas? Básicamente su concepción. Como se mencionó, todos los modelos de la división sportmotor poseen un ADN distinto por el que se hace primar las capacidades deportivas por sobre lo demás. En este caso, se pensó para que tenga un desempeño óptimo en la conducción off-road, sobre todo en caminos rápidos de tierra y ripio. Resumiendo: suma mejoras que la hacen más divertida de conducir.
Para lograr esto, se realizó un reemplazo total de las suspensiones, con el agregado de amortiguadores monotubo de mayor diámetro y pensados para ser castigados (destacan claramente por su color rojo); también, se le pusieron resortes de mayor rigidez, se ajustó la dirección para que sea más dura y directa y se le calzaron unos neumáticos 265/65 R17" de uso mixto. ¿El resultado? Excelente, ya que cuando se la conduce en caminos complicados y a alta velocidad muestra un rendimiento excepcional, con una notable mejora en el control en rectas y menos rolido en curvas. Como contrapartida, perdió un poco del confort de marcha de la Hilux convencional al ser más dura para conducir en el día a día. Pero, claro, no es esta la finalidad para la que fue concebida.
Por lo demás, es una Hilux con todas las letras, con el motor turbodiésel 2.8 L de 177 CV a 3400 rpm, que hace notar toda su potencia desde bien abajo gracias al torque de 42,6 kgm desde las 1400 rpm y que en este caso se asocia a una caja manual de 6 marchas. El gran rendimiento del conjunto mecánico se apoya también en la tracción 4x4 con reductora y bloqueo de diferencial y que es un sinónimo una confiabilidad. En cuanto a la performance, no hay cambios sustanciales respecto de su hermana no deportiva: acelera de 0 a 100 km/h en 12,5 s, la elasticidad de 80 a 120 km/h es de 9,5 s (en cuarta) y alcanza una velocidad máxima de 182 km/h.
Además, ofrece los sistemas I-MT Mode (Transmisión Manual Inteligente, solo disponible en las cajas manuales) y Power. El primero mantiene las revoluciones del impulsor cuando se pasan los cambios para aprovechar mejor la potencia y el par; el otro produce una mayor reacción y respuesta del propulsor apenas se pisa el acelerador. Y ambos funcionan de maravilla y es realmente un placer jugar con ambos. Los consumos, asimismo, son bastante controlados: en promedio consume unos 10,2 L/100 km.
El equipamiento de confort y seguridad son idénticos a la SRX e incluye butaca del conductor eléctrica, control de velocidad crucero, pantalla táctil, 7 airbags, controles de estabilidad, tracción y balanceo del trailer, frenos con ABS y distribuidor electrónico de frenado, asistente de frenado de emergencia y demás. Tampoco hay modificaciones respecto de la capacidad de carga cercana a la tonelada.
Tiene un precio de $2.797.200, unos $260.000 más que la SRX manual. Pero claro, no es para todos: apunta a quienes gustan del manejo off-road veloz y a fanáticos de la marca.
La puesta a punto de Raies
El Parque Temático de Carlos Paz es la sede del Súper Especial del Rally de la Argentina. Un escenario inmejorable para manejar la Toyota Hilux Gazoo Racing, una pickup que de inmediato demuestra un comportamiento dinámico excepcional, firme y aplomado, producto de un gran trabajo de desarrollo y puesta a punto de las suspensiones (cuenta con amortiguadores especiales Kayaba, marca de larga trayectoria en elementos para motos y vehículos off-road), en el que trabajó nada menos que Gabriel Raies, múltiple campeón argentino de Rally: "No solo la pusimos a punto en el ripio y en caminos ásperos, las suspensiones también están calibradas para andar en la arena sin bajar la presión normal de los neumáticos, que siempre resulta engorroso para los usuarios y puede producir el desbande de una cubierta". G.T.
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