La quinta edición de Classic Park, la muestra que se realiza en el Highland Park, reunió a 180 de los mejores exponentes de todos los tiempos; un recorrido por sus imágenes
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Ferrari, Porsche, Mercedes Benz, BMW, Aston Martin, Lamborghini, Ford, Torino, Dodge, Rocha, Jaguar, Marcos, Alfa Romeo, De Tomaso, Maserati, Bugatti, Plymouth, Subaru, Mitsubishi, Lancia… Pronunciar esas marcas en voz alta activa los sentidos. La vista se siente privilegiada por haberlos divisado, los oídos conservan la atrapante melodía de sus motores, el tacto recorre las armoniosas líneas de esas obras de arte sobre ruedas, el gusto y el olfato recrean sabores y olores asociados con esas máquinas.
La quinta edición de Classic Park, una exposición de autos clásicos que se realizó en el Highland Park Country Club, reunió a 180 bellezas de la más refinada ingeniería automotriz. En realidad, más que una exhibición fue un vívido recorrido por distintas épocas a través de modelos emblemáticos de esas fábricas.
Classic Park nació en 2017 con 25 autos y fue creciendo año a año dándoles a los propietarios de esas joyas de la mecánica y el diseño la posibilidad de lucirlos con orgullo. Porque cada uno de esos vehículos es parte de la familia de los coleccionistas. Los miman con un cariño conmovedor. Se preocupan por mantenerlos inmaculados y comparten su pasión encendiendo los motores para que los asistentes a la muestra se deleiten con ese sonido que cautiva y transporta a maravillosos mundos imaginarios.
De James Bond a la Misión Argentina
Con sus líneas delicadas y su estampa señorial, Aston Martin remite al glamour de James Bond, el agente secreto para el que no pasa el tiempo. En la expo dice presente un DBS de 1969 similar al que condujo George Lazenby -en su única aparición en la saga de 007- en Al Servicio Secreto de su Majestad.
El Reino Unido también estuvo representado por Jaguar, con el E-Type de 1974, un modelo icónico por diseño, elegancia y potencia. Los autos de líneas inglesas tienen sus admiradores, así como otros se rinden ante los coches italianos.
Desde la península itálica se observan varias Ferrari. Todas subyugan por el vigor que emanan hasta en su estado de quietud. Una Testarossa de 1985, la 512BB del ´79, la 308 GTS del ´78 y hasta la Dino 246 GTS de 1974… Sí, hasta la Dino, esa invención que Enzo Ferrari bautizó en honor a su hijo y que al principio era mirada de reojo por su pretensión de deportivo de bajo costo que con el paso de los años se ganó respeto como un auténtico producto de la casa de Maranello.
De pronto, el silencio se quiebra por la llegada de un Lamborghini Miura de 1967. El suave rugido de su motor captura la atención. Y entonces, surge su particular historia: nació en el marco de una disputa entre Ferrari y Ferrucio Lamborghini, quien era tratado con desdén por Don Enzo por su condición de fabricante de tractores. Lamborghini le respondió con un modelo que se atrevió a discutir mano a mano la supremacía del Cavallino Rampante en el mercado de deportivos italianos.
En Classic Park están representadas Maserati, Lancia y hasta aparece el llamativo Fiat 127 Especial de 1974, un auto con reminiscencias del 147 pero que casi no transitó los caminos de la Argentina.
Si de presencia en nuestro país se trata, se divisa la inconfundible figura de una IKA Estanciera del ´63 junto a un Ford Falcon Sprint de 1973, un Dodge GTX de ese año y el inolvidable Torino 380W que asombró al mundo en las 84 horas de Nürburgring con la Misión Argentina que en 1969 dejó bien sentado el prestigio de la industria nacional.
Alejandro De Tomaso fue un gran embajador del diseño. Nacido en Buenos Aires y consagrado en Italia, dejó como legado el De Tomaso Pantera, una gema que conserva su raíz argentina con una T en la parrilla que evoca la marca que la familia estampaba en su ganado.
Es imposible contener el viaje que los ojos hacen en Highland Park sobre esas bellezas. El desfile es majestuoso: Mercedes Benz 190 SL de 1960, un 280 SL de 1968, Dodge Viper GTS-R de 1998, Maserati Merak de 1974, el 450s de 1958, Alfa Romeo 1750-Bertone de 1970, Porsche 911 Carrera RS de 1973, Pontiac GTO de 1966, Lancia Fulvia Coupe Rallye de 1967 y los gigantes americanos como el Ford Mustang de 1967, el Chevrolet Impala de 1967, el Corvette de 1965, el Camaro de 1968… Un sueño hecho realidad.
Los ganadores
Classic Park es, además de una exposición, un concurso. Un grupo de jueces tiene la difícil misión de dar con las estrellas más brillantes de un cielo pleno de astros magníficos. Damián Pozzoli, presidente del Club de Automóviles Sport, le explica a LA NACION los criterios de selección: “Premiamos la originalidad del auto. En los autos de época miramos si tienen aditivos modernos y eso hace que caigan un poco… En los modernos la cuestión es un poco más subjetiva y tratamos de ver autos que hayan sido una edición especial o representen un momento de la historia”.
En esta edición los ganadores fueron: Mejor Auto de Preguerra: Standard Swallow de 1935 (propiedad de Tomás Board); Mejor Automóvil Clásico Americano: Plymouth Hemi Cuda 1970 (Adriano Vagnini); Mejor Automóvil Clásico Europeo: Mercedes Benz 280 SL de 1970 (Alejandro Arslanian); Mejor Automóvil Contemporáneo Americano: Dodge Viper GTS-R de 1998 (Axel Haber); Mejor Automóvil Contemporáneo Europeo: Porsche 911 613RS (Jonatan Kovalivker); Mejor Automóvil Sport: Rocha Vintage RV 1800 de 1982 (Fernando de la Puente); Mejor Automóvil Argentino: Ford Falcon Sprint de 1973 (Augusto Allo); Mejor Automóvil Japonés: Subaru Impreza STI de 2003 (Agustín Lantaron); Mejor Automóvil Elegido por el Público: Mercedes Benz 560 SL de 1968 (Guillermo García).
Está claro que, más allá de los premios y el orgullo de quienes atesoran esos autos, los ganadores fueron quienes tuvieron la oportunidad de activar vivamente los sentidos con esas máquinas de ensueño.