Este SUV del segmento C de la marca china luce un diseño excepcional, un equipamiento completísimo y una mecánica de origen alemán que lo pone un escalón por encima de sus rivales
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Hace tiempo venimos ponderando el gran salto de calidad que están mostrando varias marcas chinas en los últimos tiempos. De aquellos coches básicos –con diseños copiados a marcas europeas o americanas y mecánicas más bien rústicas– en pocos años pasamos a encontrar modelos que sin dudas están en condiciones de competirle mano a mano a las marcas top y que claramente están bien por encima de varias generalistas.
Una de esas es BAIC (Beijing Automotive Industry Corporation), que en nuestro país es representada por el Grupo Belcastro (también a cargo de la importación de Alfa Romeo) y que lanzó la segunda generación del X55 II, su SUV del segmento C, que llega importado del gigante asiático y que se comercializa en una única versión.
Ese salto del que hablamos se ve claramente en este BAIC X55 II. Y esto rápidamente se nota en la estética: estamos frente a un vehículo con muchísima personalidad y una impronta sencillamente espectacular.
Veamos por qué. Primero, porque más allá de tener dimensiones superiores a las de sus competidores (4,62 m de largo, 1,886 m de ancho, 1,68 m de alto y 2,735 m de distancia entre ejes) luce una silueta está muy bien proporcionada y con un estilo que mantiene un muy buen equilibrio entre robustez y deportividad. Luego, porque el ejercicio que realizaron los diseñadores de la automotriz es sorprendente y lleno de detalles, como por ejemplo el frente completamente futurista y que a primera vista hace pensar en un auto eléctrico. Es ahí donde se notan todo ese trabajo: la fina parrilla está como escondida entre el capot y el paragolpes; éste, a su vez, posee una especie de labrado en forma de rombos (denominado “viaje interestelar de diamantes de cristal”) que le producen un efecto tridimensional, y los faros tienen forma de L acostada en LED y son acompañados por las luces diurnas compuestas por decenas de pequeños foquitos que le dan el efecto llamado “rastro de estrellas”.
Otros puntos salientes son las manijas de las puertas ocultas y que sobresalen cuando se las abre con el comando a distancia, y los apliques en plástico negro alrededor de la carrocería que en lugar de ser rectos siguen líneas curvas.
En definitiva, parece más un concept car que un coche de calle de producción.
- Largo: 4,62 m
- Ancho: 1,886 m
- Alto: 1,68 m
- Distancia entre ejes: 2,735 m
- Despeje: 160 mm
- Capacidad del tanque: 56 L
- Capacidad del baúl: 450 L
- Peso en vacío: 1665 kg
- Neumáticos: 225/55 R19″
El interior se basa en la premisa de “poner el lujo en movimiento”. Entonces, debido a sus generosas medidas nos encontramos con un lugar enorme, en el que cinco personas pueden viajar sobradas en espacio (no hay competidor que ofrezca tanto lugar). Unas butacas tapizadas en cuero y muy cómodas (las delanteras son deportivas, con los apoyacabezas incorporado y apliques en metal a la altura del cuello), materiales, terminaciones y encastres de primerísima calidad (plásticos blandos, mullidos, paneles con relieves romboidales, etcétera), una consola flotante que permite guardar objetos grandes debajo y una superficie vidriada gigante (gracias al techo panorámico completo con sensor de lluvia, por lo que si está abierto y empieza a llover se cierra automáticamente) hacen que la experiencia a bordo esté a la altura de cualquier modelo premium.
Una de las pocas críticas que se le pueden hacer a este BAIC es la interfaz de la pantalla multimedia (táctil, de 10,25″ y con un color gris claro no demasiado agradable). Si bien ofrece conectividad por Bluetooth o USB no es compatible con Android Auto o Apple CarPlay (debido a ciertos problemas de otorgamientos de licencias por parte de las empresas norteamericanas a las chinas), por lo que para poder utilizarla hay que espejar el dispositivo mediante una aplicación llamada CarbitLink. No parecería tan grave, pero sucede que para que funcione, hay que compartirle datos al auto y además no se puede apagar la pantalla del dispositivo mientras está en uso porque sucederá lo mismo con la multimedia. Por otra parte, la interfaz del sistema es verdaderamente arrevesada y lleva bastante tiempo hallar lo que uno busca (típico de las automotrices del gigante asiático). O sea, es un verdadero dolor de cabeza (desde la importadora aclararon que este problema se solucionará próximamente).
Más allá de esto, el equipamiento es completísimo: cargador inalámbrico de celular, tablero digital de 10″ configurable a gusto, sensores de estacionamiento traseros y delanteros, cámara 3D de retroceso y 360°, asistente de estacionamiento autónomo en paralelo y a 45° y 90°, climatizador bizona, asientos delanteros con regulación eléctrica y calefacción y ventilación, espejos exteriores calefaccionados, son algunos de los elementos más destacados.
En lo que hace a la seguridad la dotación es realmente amplia: cuenta con 8 airbags, controles de estabilidad y tracción, frenos con ABS y EBD, anclajes Isofix, asistentes de ascenso y descenso en pendiente, a lo que suma una batería de asistencias a la conducción (ADAS), como control de velocidad crucero adaptativo, alerta de riesgo de colisión frontal, frenado autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, luces de ruta adaptativas, asistente autónoma en embotellamientos, alerta de cansancio del conductor, monitor de presión de neumáticos y varios más.
Corazón alemán
Otra gran prueba del famoso salto de calidad está debajo del capot. En este caso, BAIC hizo un cambio total y optó por utilizar un conjunto de origen alemán: nos referimos al bloque naftero con turbo de 4 cilindros, 16 válvulas y 1.5 L de cilindrada (fabricado por Mercedes-Benz para clientes externos), que entrega 185 CV a 3500 rpm y 31 kgm de torque de 1500 a 4500 rpm, asociado a una caja automática ZF (también desarrollada en Alemania) de 7 marchas y doble embrague húmedo; la tracción es delantera.
Es una mecánica sobresaliente, en la cual el impulsor tiene una entrega de potencia y par muy lineal y desde bien abajo y hasta las 4500 rpm, y que reacciona sin titubeos ante cualquier demanda del acelerador, para transmitir mucha seguridad y confianza al momento de hacer sobrepasos y un andar muy relajado a velocidad constante (unas 2000 rpm a 130 km/h).
- Motor: naftero con turbo
- Cilindrada: 1498 cc
- Cilindros: 4 en línea
- Válvulas: 16
- Potencia: 185 CV a 5500 rpm
- Par motor: 31 kgm de 1500 a 4500 rpm
- Caja: automática de 7 marchas y doble embrague
- Tracción: delantera
- Dirección: asistida eléctricamente
De ahí que los números sean muy buenos para un SUV de este porte: acelera de 0 a 100 km/h en 8 segundos, la elasticidad de 80 a 120 km/h es de 5,9 s y alcanza una velocidad máxima de 200 km/h (limitada de fábrica). En cuanto a los consumos, los promedios fueron de casi 8 L/100 km en uso mixto.
El comportamiento dinámico no muestra fisuras y es estable y aplomado en ruta y muy ágil y suave para moverse en el tránsito.
Para finalizar, el confort de marcha es igualmente notable, dado no solo por una insonorización impecable sino la ya mencionada comodidad de los asientos y por los juegos de suspensiones (independientes, McPherson adelante y Multibrazo atrás) que fueron calibrados para la región y absorben todas las imperfecciones del camino sin llegar a transmitirlas al habitáculo.
El precio sugerido al público es de US$63.000 (el tipo de cambio se acuerda con el concesionario).
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