La pickup compacta de la marca italiana le suma a su conocida eficiencia mecánica una gran renovación estética y tecnológica para enfrentar a los rivales que llegan al segmento que creó en el país
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Aunque todos los flashes se los llevó la nueva versión deportiva Ultra (que tiene una estética frontal diferenciada), la Fiat Toro Volcano también rejuveneció y se mantiene como una buena alternativa en lo alto de la gama de la pickup compacta de la marca italiana.
En especial porque cuando se lanzó la Toro, en 2016, la Volcano sorprendió con su combinación mecánica con motor turbodiésel de buena potencia, caja automática de ¡9 marchas! (ni los autos deportivos tenían una transmisión con tantas relaciones) y su concepto de doble portón vertical, entre otras características que la hacían distinta, al punto de crear un segmento, el de las pickups compactas, al que pronto se sumó la Renault Duster Oroch y ya se apunta la Ford Maverick.
A diferencia de la Ultra, el restyling frontal de la Volcano diésel (la clásica, porque la gama 2022 incluye una Volcano con el nuevo motor T270 turbonaftero) es más “continuista” respecto de la original de 2016, donde se destaca el Logo Script de la marca y una sutil bandera italiana en la nueva parrilla. No obstante, el renovación le sienta bien y realza el atractivo diseño que siempre destacó a esta pickup. Claramente, también es más versátil para el trabajo que la Ultra, cuyo concepto (Sport Utility Pickup, SUP) está orientado hacia el esparcimiento, la movilidad urbana y los viajes.
El interior de la Toro Volcano TD es igual al de la Ultra; es decir que incluye el nuevo panel frontal con tablero 100% digital de 7″ (configurable, que muestra mucha información), comandos con teclas tipo piano, cargador inalámbrico de celular y la nueva central multimedia con impactante pantalla vertical de 10,1″ para comandar audio, conectividad y configuraciones, además de mostrar las imágenes de la cámara de retroceso (con guías móviles de trayectoria, a las que se suman sensores delanteros y traseros) y los mapas del navegador nativo, además de contar con Android Auto y Apple Car Play por lo que es fácil disponer del “espejado” para replicar nuestro celular en la touchscreen. El volante multifunción tiene teclas para manejar las pantallas del tablero, el control de velocidad de crucero y el audio. A esto hay que sumarle un más conocido pero no menos importante equipamiento de seguridad pasiva y confort: 7 airbags (frontales, laterales, de cortina y de rodilla para el conductor), anclajes Isofix, monitoreo de presión de los neumáticos, climatizador bizona y otros.
La habitabilidad de la cabina doble está garantizada para los pasajeros delanteros, que disfrutan de butacas tapizadas en cuero y el conductor con regulación eléctrica y ajuste lumbar, lo que permite configurar una óptima y cómoda posición de manejo, alta y con muy buena visibilidad. Atrás, el espacio para las rodillas no abunda (sí para la cabeza): dos adultos pueden acomodarse bien si las butacas delanteras se adelantan; los pasajeros traseros disponen de salidas de aire y puerto USB.
La caja de carga, cubierta por lona marítima (que puede plegarse y ampliar la capacidad de transporte de algunos objetos), tiene un volumen de 937 L y una superficie de 1,5 m2 (1,334 m de largo por 1,36/1,091 -a la altura de los pasarruedas- de ancho y 0,591 m de altura); la capacidad de carga útil es de una tonelada.
Eficacia garantizada
Como desde 2016, la Toro Volcano dispone del motor turbodiésel 350 Multijet de 4 cilindros en línea 2.0 L DOHC (doble árbol de levas a la cabeza), que entrega una potencia de 170 CV a 3750 rpm y un par de 350 Nm (35,7 kgm) a 1750 rpm, y que se combina a la perfección con la caja automática con convertidor de par de 9 marchas, suave, rápida y muy eficaz, que además tiene levas en el volante (y también con la selectora) para manejarla en forma manual-secuencial. La tracción es integral 4x4 con sendas teclas en la consola 4WD para conectarla y 4WD Low, que modifica el mapeo de la caja automática para pasar por zonas difíciles a baja velocidad (empieza a arrancar en primera, normalmente lo hace en segunda) y estira los cambios para aprovechar el par del motor TD, en lo que también ayuda el control de transferencia de torque (TTC); además activa el control de estabilidad avanzado con ABS off-road (que se suma al ESP y el control de tracción estándar). Con esto, más el control de descenso (HDC) y el antivuelco (ERM), se mueve con agilidad y mucha presteza fuera del asfalto sobre cualquier tipo de superficie, porque además tiene buenos ángulos de ataque (26°), salida (28°) y rampa (22°), y un despeje de 211 mm adelante y 264 mm atrás. Calza neumáticos 225/60 R18″ ATR, de uso mixto.
En el asfalto tiene un comportamiento rutero muy franco al que le agrega un notable confort de marcha gracias a las suspensiones independientes delantera (McPherson) y trasera (Multilink). Se mueve con agilidad para una pickup de 1905 kg: 0-100 km/h, 12 s; 0-400 m, 18,5; 0-1000 m, 33,8; 80-120 km/h, 8,9 s. Los consumos son contenidos: urbano, 9 L/100 km y a 120/130 km/h, 8,1 L/100 km. Con discos sólidos adelante y tambor atrás se detiene de 100 km/h a 0 en 48 metros.
Esta Toro Volcano cuenta con varios asistentes a la conducción (ADAS): frenado de precolisión, luces altas automáticas y de cambio de carril que, en velocidad, es bastante “invasivo” para mover la muy buena dirección con asistencia eléctrica.
En suma una modernización que a la Toro le viene de perlas para enfrentar a una competencia que quiere “coparle” el segmento que creó. Precio: $5.025.800.
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