Rolls-Royce, Ferrari y Porsche: los autos de lujo se están vendiendo más que el resto

Autos de alta gama: generan furor tanto cuando se los ve posando para catálogos en papel, como cuando se los ve luciéndose en las calles. Para sus creadores los resultados también son impresionantes, y cada día más. Las ventas globales de automóviles todavía no lograron remontar del todo y alcanzar los números prepandemia. En 2022 se registraron aproximadamente 79 millones de unidades patentadas. Sin embargo, la demanda de rodados premium con valores que superan los US$ 107.000 creció cerca de un 6,5% anual durante los últimos 10 años, según informó Bernstein, un bróker del mercado automotor.

El año pasado, el aumento fue particularmente pronunciado para los motores premium. Según la consultora S&P Global, mientras que en 2022 la venta total de automóviles cayó un 1,3% en relación al año anterior, Rolls-Royce anunció que sus ventas crecieron un 8%. Por otro lado, Ferrari publicó datos que confirman que entre enero y septiembre del 2022, sus ventas subieron un 20% en comparación con el mismo período del año anterior.

En definitiva, ambas marcas lideran un nicho pequeño pero rentable. Por un lado, en 2022 Rolls-Royce vendió más de 6.000 autos y alcanzó un nuevo récord en su historia comercial. Cabe mencionar que en 2021, la marca parte del imperio alemán de BMW fue la que suministró a más de la mitad de los autos del mundo que se vendieron por más de 250.000 euros.

Por su parte, la participación de Ferrari representó más de un tercio de las ventas de los autos de este valor; y Lamborghini se ubicó en el tercer puesto. Ambas marcas se están fortaleciendo en el grupo de los rodados valorados en 150.000-250.000 euros, que actualmente lidera Porsche. Bentley, por otro lado, dijo que en 2022 colocó 15.000 vehículos, es decir un 4% más que en 2021.

Aunque todas las marcas mencionadas son del sector de alta gama, Rolls-Royce eleva la apuesta. Detalles a medida como lo son los acabados extravagantes en la pintura, los interiores de cuero y madera y los cofres de champagne que hacen juego justifican que los productos terminados tengan un precio más elevado que los de muchos de sus competidores. Actualmente, un Rolls-Royce promedio no se consigue por menos de los 500.000 euros.

Aunque Rolls-Royce no dijo abiertamente qué significa este aumento en ventas en términos de capitalización, se especula con que la firma podría ser más lucrativa que Ferrari, cuyo margen operativo es de alrededor del 25% en el sector de autos premium. Hoy, la casa con base en Maranello cuenta con una capitalización de mercado de US$ 43.000 millones, convirtiéndose en la undécima empresa automovilística más valiosa del mundo. En términos de valor de mercado por unidad patentada, Ferrari está muy por delante del resto.

El contexto dado, sin embargo, plantea nuevos desafíos para las fabricantes de autos de alta gama. Estando hoy en un momento de transición hacia la electrificación de la industria de las ruedas, donde las nuevas reglas empiezan a ser los diseños aerodinámicos, los motores silenciosos y la ultrarrapidez en cuestión de segundos, marcas como Ferrari, cuya atracción se constituye, al menos parcialmente, por el rugido ronco del motor a combustión, tienen que encontrar nuevos sellos distintivos que las separen del resto.

En el caso de Rolls-Royce, que ya en la era de apogeo de los motores a combustión se caracterizaba por ofrecer una experiencia de conducción suave y silenciosa, el desafío es mantener y superar el estándar de calidad. Su primer vehículo eléctrico, denominado Spectre, está previsto para lanzarse al mercado a fines de 2023.

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