Especialistas del sector de la movilidad de las nuevas ciudades compartieron su visión frente a los cambios que se están viviendo, y frente a los que deberían empezar a vivirse; cómo creen que puede revertirse el daño generado
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Llegamos a la era de las nuevas urbes: ciudades más verdes, sostenibles, tecnológicas, eficientes y descentralizadas.Este fue uno de los temas sobre el que se profundizó en la segunda edición del summit de Movilidad organizado por LA NACION.
En casos concretos, Lucas Jardín, Secretario de Movilidad Urbana de la Municipalidad de Posadas, contó el plan de la ciudad para adaptarse a las nuevas exigencias. El funcionario aclaró que “los cambios no pueden concebirse hasta que se empiece a entender a las ciudades desde los espacios de movilidad”.
“La gente ya no piensa en distancias, piensa en tiempos”, aclaró Jardín, al mismo tiempo que agregó que: “para mejorar estos tiempos -ósea reducirlos- es necesario eficientizar las opciones de movilidad. Estamos haciendo avenidas de un solo sentido, bicisendas, y trabajando en la agilización del transporte público”, detalló.
En números, el funcionario aseguró que en Posadas logró reducir más de 10 minutos los tiempos de viaje. “A cada vehículo al que le sacamos 12 minutos de viaje también le quitamos tiempo de contaminación atmosférica”, expuso y explicó que esto, más el hecho de “tener que invertir menos tiempo en los traslados urbanos contribuye a una vida más liviana y más feliz,y de alguna forma terminan siendo causas que dan motivos de sobra para priorizar la facilitación de la movilidad”.
Otra de las soluciones de movilidad a las que se refirió el funcionario son las que apuntan a mejorar el estándar de bienestar del ser humano son los llamados refugios sostenibles: grandes paradas de colectivo en donde las personas pueden hacer una parada segura, agradable y cómoda, y visualizar las opciones de recorrido que tienen para llegar a su lugar de destino. Estos espacios, entre otros detalles, serían accesibles para todo el público, ya que contemplan el acceso facilitado a personas no videntes, y colaboran con la reducción de la inseguridad vial. De hecho, Jardín cuenta que los números de siniestros viales en Posadas ya registraron mejoras. “El de los refugios sostenibles concepto que se va a ir viendo más a medida que las ciudades crezcan”, asegura.
Respetar a los ecosistemas
Carolina González Vives, directora del programa de real estate del IE University School de España y arquitecta especializada en la relación entre las urbes y la naturaleza, comentó que entender las dinámicas naturales de los ecosistemas, y aprovecharse de ellas, es uno de los mayores desafíos de las ciudades del futuro.
“La ciudad es siempre un paisaje, no deja de serlo aunque hayamos reducido al mínimo su biodiversidad”, explicó la especialista, quien agregó que el rol de la naturaleza en las urbes tiene una doble función. “Por un lado, aportar calidad ambiental y belleza, un disfrute esencial para el bienestar de las personas y su salud. Y por otro, brindar eficiencia y operatividad. Tener masas arboladas situadas cerca de las zonas construidas es beneficioso frente a las inundiaciones y frente a las olas de calor, dos fenómenos cada vez más frecuentes”, agregó.
Movilidad más barata y eficiente
Parte de la concepción de las nuevas dinámicas urbanas plantean la necesidad de contar con vehículos propulsados por nuevas energías. Protagonista de esta saga es la electromovilidad. Es en este campo en el que incursionó Pablo Naya, el argentino que creo Sero Electric, la empresa que desarrolló uno de los autos eléctricos que ya se vende en el mercado local .
“Lo nuestro es un producto de micromovilidad, un concepto que en argentina hasta hace poco no se conocía, y que sabemos que es el futuro”, afirmó el emprendedor que asegura producir el 80 por ciento de los autos con componentes nacionales. “En las grandes urbes mover una o dos toneladas para llevar a una sola persona es antiecológico. El citycar es ideal para las urbes, porque en un vehículo de no más de 400 kg con el que podés trasladar a dos personas, sin emitir dióxido de carbono”, detalló.
Hoy el citycar que produce tiene un valor estimado de entre US$10.000 y US$14.000. Sus principales clientes son las empresas, que compran este tipo de vehículos para economizar en combustible, o para cumplir con las nuevas regulaciones. La municipalidad de Posadas es otro de sus clientes: compraron citycars para el traslado de los trabajadores de un lugar a otro. “Además de que no son contaminantes, la carga de un vehículo para una autonomía de 100 km nos consume $300. En cualquier vehículo normal, 100 km equivalen a 10 litros de nafta, que equivalen a $2500″, explicó los motivos por los que definieron la compra, Jardín. “En otras palabras, se habla de un 8 a 1 en lo que se ahorra con un auto eléctrico versus un vehículo a combustión”, concluyó el funcionario.
Mirá el Summit de Movilidad de LA NACION completo acá
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