Taylor Swift es novedad una vez más; un recorrido de su trayectoria a través de los autos que guarda en su colección y el significado que albergan
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Taylor Swift nunca no es novedad. La cantante, compositora y ahora también directora de -por ahora- cortometrajes, es una eminencia en la industria de la música y del arte en general. Oriunda de Pensilvania, en Estados Unidos, y ciudadana del mundo por habitar los corazones de miles de swifties alrededor del planeta, se la conoce por sus letras emotivas, personales y genuinas. Estas no solo son una herramienta que puede intuirse le facilitan su propio proceso catárquico, sino que también logran canalizar con una precisión a veces inexplicable las experiencias y sensaciones de miles de personas.
La última noticia que sacudió al continente fue la de su llegada a Latinoamérica con el Eras Tour, en el que se propuso recorrer cada uno de sus álbumes en un show que -al menos en las presentaciones de Estados Unidos- dura más de tres horas.
Cada una de sus eras es magnética y peligrosamente íntima, y el uso de metáforas para evocar distintas vivencias es uno de los patrones que se repiten en su prosa. En este sentido, los autos son uno de los objetos físicos a los que recurrió más de una vez para crear imaginarios visuales. Ejemplo de esto es “Tim McGraw”, en donde refiere a un Chevrolet para describir a un chico poco resuelto: “Just a boy in a Chevy truck that had a tendency of getting stuck on backroads at night”; también “Fifteen”, en donde describe la situación de empezar la secundaria y subirte al auto del chico que te gusta es un símbolo de ser libre y estar en lo más alto del mundo: “And then you’re on your very first date and he’s got a car and you’re feeling like flying”.
Otro gran ejemplo es “Picture To Burn”, en donde una vieja camioneta, junto con el hecho de que nunca la haya dejado manejarla, representan la forma de ser de un varón conservador y machista que miente y merece ser dejado en el olvido. “I hate that stupid old pickup truck you never let me drive. You’re a redneck heartbreak who’s really bad at lying. So watch me strike a match on all my wasted time”. En “Getaway Car”, por otro lado, usa la metáfora de un “auto de escape” para describir una relación fugaz que desde su comienzo está condenada a terminar.
Estas son solo algunas pistas que dejan intuir que la rubia sabe algo de autos. De hecho, en público se la vio arriba de más de una nave. En general son espaciosas y dan la sensación de que junto con ellas viajan varias personas. Sin embargo, también se la vio arriba de algunas joyas, de esas coleccionables, que nadie se atrevería a quemar, y a todo entusiasta alguna vez soñó con tener.
Chevrolet Silverado
Este fue uno de los clásicos de la artista. Lo recibió en 2007 después de cumplir 18 años como regalo de Big Machine Records, su sello discográfico en ese momento. Se trata de una llamativa Chevrolet Silverado en un rosa chicle que grita Sharpay Evans.
En su interior cuenta con un motor V8 de 5.3 litros y 315 CV que permite acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de ocho segundos. Durante el año consecutivo a su adquisición se la vio seguido arriba de este tanque girlie por las calles de Nashville, ciudad a donde se mudó a los 14 años. Sin embargo, en 2008 decidió donarlo a la organización benéfica Victory Junction Gang.
Audi R8
Sí. Taylor Swift tiene un Audi. Fue vista al volante de un R8 en el 2010 junto con su ex-novio Taylor Lautner. El modelo es de primera gama, con tracción Quattro en las cuatro ruedas y el mismo tren motriz que los Lamborghini Gallardo y Huracán. Construido principalmente con fibra de carbono, el coupé deportivo de primera gama alberga un motor V10 de 5.2 litros y 525 CV, que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos.
Mercedes-Benz Viano
Sí, también tiene un Mercedes Benz, y un modelo familiero: el Viano. Esta suerte de van, cómoda y elegante, es uno de los tipos de vehículos que parece gustarle a la estrella a la hora de moverse de un lugar a otro. Tiene espacio para que ocho pasajeros viajen distendidos y en paz. Además, cuenta con una configuración de asientos que permite a los pasajeros enfrentarse y charlar cara a cara. En materia de prestaciones, viene con un motor naftero V6 de 3.5 litros y 258 CV, asociado a una caja automática de cinco velocidades.
Nissan Qashqai
No podían faltar en el repertorio automotor de Swift las confiables y seguras marcas japonesas. Uno de los modelos que tiene en su garage es el Nissan Qashqai, modelo que la automotriz estrenó en 2007. Podría decirse que es un clásico SUV bien equipado, con líneas fluidas, luces LED, llantas de aleación de 20 pulgadas, y una parrilla frontal en forma de V. En términos de motorización, el Qashqai está disponible con motores diésel y nafta, con potencias que van desde los 115 hasta los 160 CV. Además, cuenta con tracción delantera o total, según la versión.
Toyota Sequoia
Toyota tampoco falta en la lista de autos del ícono del pop mundial. Se la vio más de una vez arriba de un Toyota Sequoia del año 2014, que tiene un motor i-Force Max Twin Turbo V6 de 389 CV apoyado por un motor eléctrico que eleva la potencia total hasta los 443 CV.
Porsche 911 Turbo
Para cerrar la lista de rodados, un Porsche 911 Turbo actúa como certificado de que a Taylor Swift le gustan los autos. Su diseño es de líneas delicadas y deportivas; su motor es de seis cilindros y tiene una potencia de 580 CV y una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos con capacidad de alcanzar una velocidad máxima de 320 km/h.
En definitiva, Taylor Swift y los autos son una combinación estética y divertida. Su música y estilo, con ellos se vuelven completa. Escucharla es como subirse a un asiento delantero y sentir la adrenalina de una nueva anécdota, porque cuando Blondie maneja, todo es potencia y primavera.
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