Las noticias difundieron muchos casos de robos de autos a través de inhibidores de señales que bloquean el cierre centralizado de las puertas; cómo detectarlo a tiempo
- 4 minutos de lectura'
La inseguridad vial es tema recurrente en la Argentina. Los robos de autos siguen subiendo y la preocupación de los dueños de los vehículos también. Según el Indicador de Robo Vehicular (IRV) elaborado por la empresa de tecnología Ituran, los robos de autos aumentaron un 54% respecto al año pasado. Una de las modalidades de robo implementadas en los últimos meses que llama la atención es el robo a través de los inhibidores de señales.
¿Qué son? Dispositivos electrónicos diseñados para bloquear las frecuencias de radio que usan los sistemas de alarma y cierre centralizado de los autos. Se trata de un modus operandi aparentemente potenciado durante la pandemia y usado principalmente en espacios muy concurridos y congestionados, en los que, fruto del apuro y asunción de que el tránsito equivale a seguridad, la gente está apurada y no es especialmente cuidadosa a la hora de dejar el auto estacionado.
La secuencia es simple: a la persona que planea cometer el delito le basta con estar atento a que un conductor se baje del auto y estar ubicado a una distancia de hasta 30 metros de distancia para apuntarlo. Según una nota de El País en el que se analizó la temática en las calles españolas, en muchas ocasiones el dispositivo inhibidor se coloca camuflado en elementos urbanos cerca de los lugares de estacionamiento, como podría ser la superficie de un tacho de basura o abajo de algún objeto de la vía pública.
Cuando se activa, el dispositivo interfiere en la conexión entre la llave del auto y el cierre centralizado, y por lo tanto las puertas del vehículo no se cierran correctamente. Ya se sabe cómo termina esta historia.
Ejemplos de delincuencia con esta táctica hay varios. En la región de Cataluña, España, la Policía de la Generalidad-Mozos de Escuadra detuvo esta semana a dos hombres presuntos autores de cinco robos en autos para los cuales repitieron el método del uso del inhibidor de frecuencia. El escenario que eligieron los delincuentes fue un shopping, transitado constantemente por gente que no se imagina ser víctima de un hurto en esas circunstancias.
Según ilustra el artículo del medio español, los presuntos culpables serían parte de una organización especializada en este tipo de robos. La dinámica es que, una vez activado el inhibidor las tareas se dividen: mientras uno entra al vehículo y ejecuta el saqueo, el otro sigue al propietario del auto para enterarse a tiempo de si este tiene sospechas o, por A o por B, decide volver al auto.
Sin ir tan lejos, también esta semana pero en la capital de Mendoza, dos hombres fueron detenidos en un barrio residencial en el medio de un atento de robo mediante esta tecnología. Por otro lado, según informó la agencia de noticias Télam, dos hombres de nacionalidad chilena fueron detenidos este año en el barrio porteño de Villa Lugano acusados de robar las pertenencias de un vehículo en Palermo gracias al uso de inhibidores.
¿Cómo reducir el riesgo de ser víctima de este modus operandi de robo? Básicamente: prestar atención al entorno y desconfiar del cierre centralizado. Si cada vez que se aprieta el botón de cierre en las llaves del auto se implementa el chequeo físico de que las puertas hayan realmente cerrado, las chances de ser objeto de este tipo de robo se reducen, si es que no desaparecen, pues el inhibidor de frecuencia actúa cuando el comando del cierre se activa, y nunca después.
Al margen de este hábito que no viene mal implementar, existen consejos preventivos para minimizar el riesgo de ser víctima de un robo o intento de robo vehicular. El primero es nunca dejar las puertas del auto sin cerrar -o con las llaves puestas sin nadie en el interior del vehículo-, sin importar cuán corta sea la parada.
El segundo es asegurarse de que las ventanillas estén completamente subidas. El último consejo es no dejar objetos a la vista, pero tampoco confiarse de que si no están a la vista son invisibles. Esto se debe a que existen escáneres de bluetooth y de baterías que identifican rápidamente la presencia de dispositivos electrónicos dentro de los vehículos, y actúan como detectores de tesoros para los criminales organizados.
LA NACION