Qué hay detrás de la guerra a los SUV y hasta dónde puede llegar lo que pasó en París
El conflicto contra las SUV pone de manifiesto un fenómeno global contra este tipo de autos
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LA NACIONSol Valls
Después de una campaña que empapeló las calles de París con afiches y llenó las redes sociales de videos, datos y discursos explicativos, en un referéndum llevado a cabo el domingo, los parisinos votaron a favor de limitar la libertad de los SUV (Sports Utility Vehicles), vehículo cuyo segmento está en auge en el mundo y cada vez más en el foco productivo de las grandes automotrices.
La medida, que entrará en vigencia en la capital francesa a partir del 1° de septiembre de 2024, supone un aumento del costo de estacionamiento para los no residentes que manejen estas camionetas. En los distritos centrales de París, números del 1 al 11, el valor se disparará a 18 euros por hora durante las dos primeras horas; después de estas, va a ir aumentando progresivamente. Los autos más chicos pagan seis euros la hora.
Para poder calcular el diferencial en base al tipo de rodado, un período de seis horas (tiempo aproximado que lleva ir a ver un espectáculo seguido de una cena en un restaurante), costaría 225 euros para un SUV, contra 75 euros que tendría que pagar un auto de menor tamaño.
En los distritos periféricos de la ciudad, del 12 al 20, el valor por hora también va a aumentar, aunque en menor proporción: se le cobrará a un conductor de SUV no residente 12 euros por hora durante las dos primeras horas, valor que aumentará hasta 150 euros por seis horas.
Más grandes, contaminantes y letales
La pregunta detrás de la consulta popular -que se enmarca en la previa de los Juegos Olímpicos 2024, de los cuales París será sede- es simple: “¿Más o menos SUVs en París?”. La gestora detrás de la iniciativa es Anne Hidalgo, alcaldesa socialista de la capital francesa que ocupa el cargo desde hace 10 años, y que se manifestó reiteradas veces a favor de la construcción de una ciudad más verde y respetuosa con los peatones y los ciclistas; en definitiva, más alineada con las metas ambientales para reducir el impacto del cambio climático.
En sus discursos y publicaciones, Hidalgo expuso varios argumentos en contra de los SUV. Por un lado, que son la segunda fuente más grande del aumento de la emisiones de dióxido de carbono en Francia, ya que son un 20% más contaminantes que un auto estándar.
La política también se remitió a estudios según los cuales más de la mitad de los habitantes de París respiran aire contaminado y a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que exponen que la contaminación por partículas finas fue responsable de 7900 muertes prematuras en 2019.
Por otro lado, Hidalgo fundamentó que, debido a su gran tamaño (alrededor de 10 cm más altos y 25 cm más largos que un auto normal), los SUV no solo ocupan mucho más espacio vial en las ya de por sí estrechas calles parisinas, sino que también, en el caso de una colisión, resultan dos veces más letales que un auto, según datos de la administración de París.
“Amenazan nuestra salud y nuestro planeta y causan más accidentes de tráfico que los autos más pequeños. Llegó el momento de romper con la tendencia a que los autos sean cada vez más grandes, más altos y más anchos”, dijo en un discurso dirigido a los votantes. “Ustedes tienen el poder de recuperar la propiedad de nuestras calles”.
Hidalgo también subrayó que la idea detrás de la iniciativa no es prohibir, sino disuadir a los conductores con precios exorbitantes. Como excepción a la regla están los residentes locales, los propietarios de establecimientos que estacionan con licencia en zonas especiales, los taxistas en las paradas, y los obreros y los trabajadores de la salud, que no se verán afectados por el aumento de las tarifas.
“Se pretende enviar un mensaje a la codicia de los fabricantes de autos. El hecho de que estén vendiendo deliberadamente vehículos cada vez más grandes, de mayor consumo de combustible y más caros pone en peligro la transformación ecológica”, aseveraron desde la administración de la ciudad.
De acuerdo con el diario Le Monde, más del 54% del 5,7% del padrón electoral que sufragó en las 39 estaciones de votación ubicadas alrededor de la urbe se expresó a favor de la medida para triplicar la cuota de estacionamiento de los SUV con matrículas fuera de la ciudad.
Ni la primera medida, ni la última
La nueva medida para desmotivar la posesión de SUVs no es la primera ni será la última iniciativa que Hidalgo lidera con el objetivo de transformar la ciudad en un entorno más eco y people friendly, que sea 100% transitable en bicicletas para 2026.
En los antecedentes de la alcaldesa están la declaración de las orillas del río Sena como zona peatonal; el cierre del tráfico en la Rue de Rivoli, la principal arteria del centro histórico; la introducción del límite de velocidad de 30 km/h en toda la ciudad y la eliminación de varias plazas de estacionamiento en pos de la creación de carriles exclusivos para bicicletas.
El siguiente post es un ejemplo de uno de los spots publicitarios de la alcaldesa Hidalgo para promover la movilidad sostenible.
De cara al futuro cercano, después de los Juegos Olímpicos la velocidad máxima en la autopista periférica de la ciudad se reducirá de los actuales 70 km/h a 50 km/h. Por otro lado, para principios de 2025 está previsto que entre en vigor en París la prohibición de manejar vehículos diésel fabricados antes de 2011, meta originalmente prevista para el 1° de enero de 2024 que tuvo que dilatarse.
“Estamos en medio de una fase de transformación. Y lo difícil de esta fase es que tenemos que cambiar nuestras costumbres”, había dicho Hidalgo en una entrevista televisada hace algunos años.
Ambientalistas vs. SUVs: el fenómeno de los Tyre Extinguishers
La campaña contra los SUV de Hidalgo es fuerte, pero no es obra exclusiva de la alcaldesa parisina. Políticos de otras ciudades francesas como Lyon, Bordeaux y Grenoble ya iniciaron diálogos para pautar la implementación de tarifas más elevadas para los autos de gran tamaño.
La convicción contra este tipo de vehículos tampoco es nueva. A mediados de 2021 empezó a circular en las redes sociales el nombre de los “Tyre Extinguishers”, miembros de una acción climática internacional cuyo modus operandi es desinflar los neumáticos de los SUV en las calles de distintas ciudades, principalmente dentro de la Unión Europea, y de noche, cuando “todos duermen”.
Según ellos mismos compartieron a través de sus redes, se registraron acciones de grupos en tres continentes y más de 15 países. Ya en octubre del 2022 sus operativos en conjunto habían alcanzado una cifra de 10.000 llantas de desinfladas; con un récord de 600 procedimientos efectuados en una sola noche, la madrugada del 7 de septiembre, con motivo del aniversario de los seis meses desde su fundación.
Su eslogan es “tu nafta mata” y su objetivo es lograr que el inconveniente menor de una goma baja se convierta en la imposibilidad de manejar estos modelos. En su sitio web aclaran que son una estructura horizontal, sin líderes, e invitan a cualquier interesado a sumarse a la iniciativa.
“Somos personas de todos los sectores de la sociedad con un mismo objetivo: hacer imposible tener una 4x4 enorme y contaminante en las áreas urbanas. Nos estamos defendiendo del cambio climático, la contaminación del aire y los conductores inseguros”, aseguró el grupo. “Queremos vivir en pueblos y ciudades con aire limpio y calles seguras”.
Naturalmente se pronunciaron sobre el referéndum que convocó Hidalgo. Lo hicieron a través de su cuenta de Twitter, en la cual publican actualizaciones de las distintas acciones llevadas a cabo alrededor del mundo, y comparten artículos periodísticos que hablan sobre dichos eventos.
“Los parisinos votaron a favor de triplicar la tarifa de estacionamiento para los SUV: bien. Esto demuestra que nuestra demanda es popular. El siguiente paso es prohibirlos completamente y crear ciudades libres de autos”.
Por Sol Valls
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