El hypermiling es un conjunto de técnicas de conducción ultraeficientes que permiten ahorrar nafta; cómo funciona y quién inventó el término
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Con el constante aumento de los precios del combustible, son cada vez más los conductores que buscan formas de reducir su consumo y, por ende, sus gastos en la estación de servicio. En este contexto surge el hypermiling, un concepto que alude a manejar usando técnicas de conducción eficiente, aplicando principios simples pero efectivos para estirar cada litro de nafta lo más posible.
El término fue acuñado por Wayne Gerdes en 2004, un entusiasta del ahorro de combustible que comenzó a experimentar con diversas técnicas para mejorar la eficiencia de su auto.
La premisa es simple: usar prácticas que optimicen el rendimiento del combustible, entre ellas regulando la velocidad, el uso de los frenos, el uso de energía del vehículo y, en algunos casos, modificar ligeramente su mecánica.
El hypermiling puede practicarse en cualquier tipo de vehículo. Dos datos de color: a aquellos que practican estas técnicas se les llama “hypermilers” y en el año 2008 la palabra hypermiling fue seleccionada como el neologismo del año en idioma inglés por el New Oxford American Dictionary.
Estas son las técnicas usadas en el hypermiling, según un artículo publicado por el sitio especializado en autos de El País:
1. Mantener una velocidad constante
Uno de los principios más importantes del hypermiling es evitar las aceleraciones y desaceleraciones bruscas, debido a que los cambios repentinos en la velocidad pueden aumentar significativamente el consumo de combustible.
Mantener una velocidad constante y suave, particularmente en autopistas, es clave para reducir el consumo de nafta. Idealmente, los conductores deberían evitar sobrepasar los 90 km/h, ya que la mayoría de los vehículos alcanzan su mayor eficiencia de combustible a velocidades moderadas.
2. Frenado anticipado
Una de las técnicas del hypermiling es anticipar las paradas, puesto que cada frenada requiere energía. Al observar con atención el tráfico y prever cuándo será necesario detenerse, los conductores pueden desacelerar gradualmente y, en muchos casos, evitar el uso excesivo de los frenos.
Esto también ayuda a prolongar la vida útil del sistema de frenos, lo que a su vez reduce los costos de mantenimiento.
3. Mantener la presión adecuada en los neumáticos
Los neumáticos inflados incorrectamente pueden aumentar la resistencia al rodaje y, como resultado, hacer que el vehículo consuma más combustible. Asegurarse de que los neumáticos estén inflados a la presión recomendada por el fabricante puede mejorar la eficiencia de combustible hasta en un 3%.
Hay quienes van más allá e inflan los neumáticos ligeramente por encima de las recomendaciones para reducir la fricción. Esto, sin embargo, debe hacerse con precaución para evitar riesgos de seguridad, puesto que si se inflan de más se reduce la banda de rodadura en contacto con el asfalto y, aunque sí se logre reducir el consumo, también aumentan las posibilidades de que las ruedas se pinchen.
4. Reducir el peso del vehículo
Cuanto más pesado el auto más energía va a requerir para moverse. Liberar el habitáculo de cargas innecesarias que puedan aumentar su peso va a lograr un consumo más eficiente.
5. Minimizar el uso del aire acondicionado
Si bien en verano cuando hace mucho calor, o en invierno cuando hace mucho frío, manejar sin el backup del aire acondicionado o la calefacción puede resultar una consigna difícil de seguir, cuando las temperaturas son más templadas, evitar el uso de esta tecnología sirve para ahorrar nafta.
También es recomendable circular con las ventanillas cerradas, para mejorar la aerodinámica.
En definitiva, más que una técnica aislada, el hypermiling es un estilo de conducción que sirve no solo en términos de ahorro económico, sino también para reducir el impacto ambiental disminuyendo las emisiones de dióxido de carbono.
Además, al adoptar una conducción más suave y consciente, los vehículos experimentan un menor desgaste mecánico, lo cual contribuye a prolongar su vida útil.
Así y todo, existe una contracara del concepto y es que hay quienes, con el fin de lograr récords, aplican los principios llevados al extremo. Un ejemplo de esto es el llamado drafting: manejar muy cerca detrás de un camión para reducir la resistencia al viento. Esta práctica puede ser efectiva pero muy peligrosa. Por eso, es crucial practicar el hypermiling de manera responsable, priorizando siempre la seguridad por encima del ahorro de combustible.
LA NACIONTemas
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