El último reporte de la Agencia Nacional de Seguridad Vial reveló que el 43% de las víctimas en siniestros viales corresponden a motociclistas; reclaman medidas para revertir la situación
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Según un informe reciente del Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) que considera los datos del primer cuatrimestre de 2022, los motociclistas representan el 43% de las víctimas en siniestros viales. Muy por detrás de los usuarios de motos se ubican los automovilistas, con el 28%; y luego los peatones, que representan el 10%.
“La situación está más grave que nunca. Nos están robando todo el tiempo. Nos tildan de motochorros pero somos motovíctimas”, manifiesta Silvina Milossevich, fundadora de la agrupación de Moteras Libres de Buenos Aires, en referencia a la sensación de inseguridad que se gesta en las calles y en las rutas de Buenos Aires. “Amo andar en moto, pero no quiero que me apunten con un revólver y me saqueen”, confiesa.
“El motociclista no es el ladrón, es el robado. Te matan para sacarte la moto”, dice Milossevich, que usa la moto como medio de transporte desde hace ya 42 años.
El viernes 1°, Milossevich y cientos de motociclistas concurrieron a una protesta pacífica organizada por la Comisión Nacional de Motociclismo Unidos de Argentina (CNMUA), cuyo lema es “El Motociclismo es Unión, Respeto y Lealtad”, para reclamar un cambio en la situación de la vía pública. La gente se convocó a las 18:30 horas en la esquina de la Avenida San Juan y Boedo, punto de encuentro donde comenzó la marcha sobre ruedas; y la concentración se realizó frente al Congreso de la Nación, en donde con carteles pidieron la acción urgente de las autoridades frente al robo desmedido de motocicletas, y asaltos muchas veces fatales.
A la movilización, que se replicó con otra escala en distintas provincias del país, asistieron no sólo motociclistas, sino también familiares y amigos de víctimas de siniestros viales. “Nos acompañaron los padres de víctimas de los que hacen delivery en moto”, cuenta conmocionada Milossevich.
La principal víctima fatal
Dolores Basombrio, motoquera de 60 años con siete hijos y una moto bien grande, cuenta que vivió la inseguridad en primera persona. “Se me vinieron dos pibes en una moto chiquita y querían manotearme la llave para apagarme la moto. Para robármela y después quién sabe qué”, comparte. Por suerte, Basombrio se percató de lo que le estaba por pasar a tiempo y pudo acelerar, pero no es el caso para cientos de motociclistas en la Argentina.
Según el informe de la ANSV, la moto es la principal víctima fatal. En el primer cuatrimestre del 2022 hubo un total de 1339 muertes por siniestros viales, de las cuales 581 eran personas que se trasladaban en moto. Tomando los datos totales del país, cuatro de cada 10 víctimas son motociclistas. En el norte el número aumenta y llega a ser seis de cada 10 víctimas. La Patagonia es la única región donde los ocupantes de motos no son la principal víctima.
Basombrio explica uno de los métodos de robo comunes en ruta: “Vienen dos motos chicas y te apuntan con un revólver y te obligan a bajarte de la tuya, o te golpean hasta que te caigas”.
Mónica Collazo, que tiene 72 años y una moto de 300 kg, agrega que, en muchos casos, los asaltantes no pueden vender las motos que usurpan, por falta de repuestos, entonces las incendian. “Las roban, les tiran nafta y las prenden fuego como si fueran un trofeo”, cuenta indignada. “Si encontrás un vendedor independiente que está vendiendo un repuesto de una moto lo más probable es que sea robado”.
Motociclistas unidosMotociclistas y familiares de victimas unidos. Congreso de la Nación. https://instagram.com/laindiamoteraok?utm_medium=copy_link #laindiamotera
Posted by La India Motera on Saturday, July 2, 2022
En relación al Reporte de Siniestralidad publicado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el director ejecutivo, Pablo Martínez Carignano declaró: “Debemos seguir apostando a las medidas en las que ya venimos trabajando y en las que se implementarán próximamente. Aún resta mucho por hacer en conjunto con las provincias y municipios para que no se sigan perdiendo vidas en siniestros viales que se pueden evitar”.
Más allá de las declaraciones, si algo deja ver la iniciativa de la CNMUA, es que las distintas agrupaciones de amantes de las dos ruedas no están conformes con las medidas para combatir la problemática.
Ya va un tiempo desde que Collazo decidió dejar de rodar en la ciudad, por miedo a perder la moto. Ahora solo anda en ruta y acompañada, afirma. “O andamos en grupos grandes o no andamos”, dice firme: “La moto es una pasión, y que no te dejen andar es un horror”.