Pagani Automobili festejó sus 25 años de gloria en Módena, Italia, donde agradeció a los que lo acompañaron desde el principio e hizo un recorrido de su trayectoria
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Horacio Pagani conmemoró los 25 años de su imperio exclusivo de superautos, Pagani Automobili, en Módena, Italia, con una celebración que duró tres días y dio lugar a muchos relatos sobre los orígenes de la firma. En sus propias palabras, “elegir un Pagani significa elegir sentir emociones al volante”, y los festejos son, principalmente, una forma de agradecer a todos los clientes, colegas, colaboradores y entusiastas que creyeron en el proyecto desde el momento cero.
“Esta familia extendida nos permite convertir ideas, gestos y palabras en diseños creativos y únicos”, manifestaron con afecto desde la marca de “hiperautos artesanales”. El argentino oriundo de Casilda, Santa Fe, empezó su trayectoria en el rubro en la década del 1960, para luego continuar su camino en Motor Valley.
El aniversario tuvo como epicentro a Piazza Roma, justo enfrente al Palazzo Ducale del centro de Módena y muy cerca de la fábrica de San Cesario sul Panaro. Ahí se llevó a cabo la exhibición de las 25 piezas más emblemáticas del artista, entre las cuales están las más icónicas: Zonda (incluidos dos ejemplares que se autoregaló), Huayra y Utopia.
De Casilda al mundo entero
En el campo de la originalidad y la inmortalización del arte, Pagani algo sabe. Parte de la lista de argentinos que triunfaron a lo grande en el exterior, es uno de los referentes y máximos exponentes de la fabricación de autos hiperdeportivos de lujo a nivel mundial.
Tal como lo contó en diálogo con LA NACION meses atrás, su idea siempre fue viajar al viejo continente y poder dedicarse a la producción de autos. Lo hizo con 27 años y junto a su pareja, Cristina Elizabeth Perez, de 19 en aquel momento, se embarcó rumbo a su sueño. Previo, había sido su buena relación con Juan Manuel Fangio y un concurso de diseño de vehículos lo que lo puso en los talleres de Lamborghini como obrero.
“Él hablaba de eso todo el tiempo. Me mostraba sus dibujos, modelos y varias revistas. Estaba fascinado con los autos de Gran Turismo y los que competían en las 24 horas de Le Mans. Era en todo lo que pensaba. Muchos se rieron de él, pero yo no. Todos los días lo vi un paso más cerca de cumplir su sueño. Siempre creí en él”, rememoró Hugo Racca, amigo de la infancia de Pagani, en un comunicado de prensa distribuido por la firma. Desde que tenía 10 años, aquel santafesino fanático de Leonardo Da Vinci, modelaba pequeños autos de madera y soñaba con hacerlos realidad.
La historia oficial empieza en 1998, por eso hoy celebra sus 25 años de vigencia en el mercado; la idea, muchos años antes y el proyecto, en 1992. Cuentan fuentes oficiales que fue en ese año en el que Horacio Pagani le mostró a Maurizio Ferrari un terreno donde construiría su fábrica. Ellos se conocieron trabajando en Lamborghini y forjaron una fuerte relación de amistad que se tradujo en 32 años de trabajo codo a codo. Anécdotas hay miles pero todo se resume en una frase: “Si pudiera volver a hacerlo, lo haría”.
El resto es historia. Su estreno en el mundo de los hiperdeportivos de lujo fue en 1999 con el lanzamiento oficial del Zonda C12 y su más reciente novedad fue el Utopia, presentado en 2022. En el medio, variantes del Zonda y la llegada del Huayra. Cada modelo es único, cuentan puertas adentro, y reflejan eso en la fabricación y el trato con el cliente. Pagani Automobili es una empresa familiar y sus integrantes intentan, cada uno desde su lugar, que el comprador se sienta parte del proceso creativo de sus unidades.
La obsesión por el detalle
“Familia y comunidad. Eso es lo que somos. Todos pueden traer sus propias ideas y tener la chance de expresarlas. Horacio escucha a todos. Su inspiración y sugerencias”, resumió Hannes Zanon, director comercial de la automotriz. “El cliente no solo imagina el día que su auto llegue sino que imagina al auto en sí mismo. Lo edita junto con los diseñadores y técnicos trabajando con ellos día a día. Ese acumulado de emociones y sugerencias así como la mirada a un detalle que quizás otros no verían es lo que permite crear un auto único y verdaderamente irrepetible”, describen desde la firma.
Y cuando señalan que cada vehículo es distinto, es una realidad. Visto desde un punto de vista filosófico, “eventualmente, los sueños toman forma y no hay dos sueños iguales”. Son esas palabras que eligió Cristina Elizabeth Pérez para definir al trabajo que hacen en Pagani. Cada aspecto de un auto es seguido de cerca e incluso en la nomenclatura hay un cuidado especial.
Existe el Zonda C12, S 7.3, Roadster, F, Roadster F, Cinque, Cinque Roadster, R y Tricolore. Está el Huayra, Zonda Revolution, Huayra BC, Roadster y Utopia. Todos sus modelos tienen un código. Código que empieza con C, al igual que el nombre de su esposa. Se trata de una suerte de homenaje constante, de agradecimiento por tanto sacrificio.