Las cinco fallas que muchos cometen al lavar el auto; una por una, cómo evitarlas
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Lavar el auto regularmente es una parte fundamental del mantenimiento y cuidado de un vehículo. Más allá de la estética, la limpieza del auto tiene importantes beneficios tanto a nivel visual como funcional.
Mantener el exterior del auto limpio no solo mejora su apariencia y preserva su valor, sino que también contribuye a proteger la pintura de los daños causados por la suciedad, los residuos y los contaminantes ambientales. Además, un auto limpio reduce la acumulación de suciedad en los componentes mecánicos y ayuda a prevenir la corrosión.
Así y todo, hacer la tarea bien tiene sus trucos, también sus errores. Aunque no es difícil evitar estos últimos, sí es crucial entender cuáles son para no “trabajar en vano”. A continuación, una lista de los cinco errores más comunes al lavar el auto:
1. Lavar el auto bajo el sol en días muy calurosos
Lavar el auto bajo el sol intenso en días calurosos puede causar daños a la pintura y carrocería del vehículo por varias razones. La base del problema es que el calor del sol hace que el agua se evapore más rápido, antes de poder enjuagar adecuadamente y esto resulta en que quedan marcas y manchas en la superficie.
Por otro lado, la combinación de manchas de polvo, jabón y agua que se seca rápidamente por el sol puede dejar marcas y rayones en la pintura; y pueden hacer que la pintura se agriete a largo plazo.
En resumen, lavar el auto bajo el sol intenso puede resultar en una limpieza deficiente, manchas, rayones y daños a la pintura y carrocería a corto y largo plazo. Lo ideal es lavar el auto en la sombra o en un día nublado, o bien hacerlo temprano en la mañana o al final de la tarde cuando el sol no es tan intenso.
2. Limpiar la suciedad de los pájaros en seco
Limpiar la suciedad de pájaros en seco puede rayar, manchar y quemar la pintura del auto, especialmente si se deja actuar por mucho tiempo y bajo el sol.
Los excrementos secos son naturalmente ácidos, y por ese motivo pueden quemar y manchar la pintura si no se eliminan rápidamente. Mientras más tiempo permanezcan los excrementos secos, mayor será el riesgo de daño, puesto que se adhieren fuertemente a la superficie, amoldándose a los restos.
Los rayos del sol empeoran aún más el efecto, ya que el calor hace que la pintura se ablande y expanda microscópicamente, dejando la superficie más vulnerable a los daños. Además, la suciedad y partículas secas abrasivas como la arena -que puede estar dentro del excremento- pueden rayar la pintura al frotar.
Lo ideal es limpiarlos lo antes posible y para hacerlo hay que ablandar la mancha con agua caliente, dejándola actuar unos minutos, luego limpiar con un paño suave. Si no sale a la primera hay que repetir el proceso.
3. Usar jabón de lavavajillas
Un error común, quizá de los más comunes, es asumir que cualquier jabón va bien a la hora de limpiar el auto, y lo cierto es que casi todos suelen tener el detergente para lavar platos a mano. Esto puede ser perjudicial porque la composición química de este tipo de jabón contiene agentes agresivos que no están formulados para la superficie del auto, y que pueden provocar varios efectos negativos.
Para empezar, pueden resultar en una limpieza deficiente; pero también pueden hacer que la carrocería se reseque, pierda brillo, se opaque y hasta se decolore.
Es fundamental utilizar productos de limpieza adecuados para autos, que tengan los químicos adecuados para eliminar la suciedad y el hollín de la pintura sin dañarla, manteniendo así la apariencia e integridad de la pintura.
4. Abusar del lavado a presión
Aunque puede ser tentador y resultar más efectivo que el lavado a mano, lavar el auto a presión puede tener algunas contras.
El agua a alta presión puede forzarse a entrar en lugares sensibles como juntas, sellos y componentes eléctricos, causando daños y filtraciones. El chorro de agua a presión puede rayar la pintura si se usa una boquilla de rociado muy cercana o se mantiene en un mismo punto por mucho tiempo.
Como daño menor, también puede dañar las etiquetas, calcomanías y molduras del auto si se aplica demasiado cerca o por mucho tiempo en un mismo lugar.
Si se decide lavar el auto con el sistema de agua a presión, lo más importante va a ser no apuntar directamente y en horizontal a la parrilla frontal del vehículo, porque el agua puede penetrar en alguna zona eléctrica del motor y estropear algún contacto. Lo mejor es lavar esta zona casi en vertical, desde arriba, y no quedarse en un lugar por demasiado tiempo.
En el caso particular de las llantas, el sistema de agua a presión puede resultar especialmente efectivo, sobre todo si antes se aplica un producto específico y se lo deja actuar unos minutos antes de enjuagar.
5. Usar paños o cepillos
Por último, usar paños o cepillos abrasivos puede ser un camino sin vuelta atrás. Los paños o cepillos sucios o manchados con arena o partículas de suciedad acumuladas actúan como papel de lija, rayando y desgastando la pintura del vehículo, y dejándolo opaco.
Además, frotar con demasiada fuerza o repetidamente en un mismo punto con paños o cepillos puede desgastar la pintura y exponer el metal, acelerando la corrosión.
Acá va a ser fundamental utilizar paños de microfibra limpios y cepillos en buen estado diseñados para autos al lavar el vehículo. Comprobar regularmente el estado de los materiales de limpieza y evitar frotar con demasiada fuerza ayudará a mantener la pintura en óptimas condiciones
LA NACION