Los vehículos brasileños vieron caer su participación al 27% por las trabas que imponían las SIRA; con un sistema liberado, pueden recuperar terreno, aunque en un mercado más chico
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Con la eliminación del sistema SIRA que regulaba las importaciones y su reemplazo por el SEDI (Sistema Estadístico de Importaciones), que agilizará los trámites sin ningún tipo de barreras, el mercado automotor vivirá de acá en más una nueva realidad, en la que los faltantes de unidades importadas y las demoras en las entregas que marcaron a fuego los últimos dos años pueden quedar en el recuerdo. Aun con los limitantes que imponen la recesión y la inflación en las expectativas de ventas de las terminales –que ya prevén una retracción del 20% para 2024, con unas 360.000 unidades proyectadas según calculan presidentes de compañías-, una normalización de las importaciones le cambiará la cara al mercado, admiten en el sector.
En ese sentido, los primeros beneficiados de un flujo comercial sin las obstrucciones que imponían las SIRA serán los autos brasileños, los grandes perjudicados en 2022 y 2023 de las trabas que sufrió la industria, prevén fuentes de las empresas.
Entre enero y noviembre de este año, los autos de fabricación nacional representaron un 66% de las ventas frente a un 27% de los de origen brasileño, según las estadísticas de ACARA, la asociación de concesionarios. Son porcentajes inéditos para la media histórica que se explican por el nivel de cierre de importaciones. Como muestra, basta recordar que, durante dos meses, de julio a septiembre, no entraron vehículos al país y se acumularon más de 15.000 unidades importadas en el puerto. Hubo meses de este año en los que nueve de los 10 autos más patentados fueron argentinos, todo un récord.
Cinco años atrás, en 2018, sin cepo cambiario y con un ritmo de importaciones fluido, los autos brasileños ocupaban en el mercado local el lugar que hoy ostentan los de producción nacional, con siete y hasta ocho de los 10 modelos más vendidos en el ranking mensual. ¿Puede repetirse la historia?
De la oferta actual, llegan de Brasil los siguientes modelos: en el caso de Toyota, Yaris, Corolla y Corolla Cross; en el de Fiat, Pulse, Toro y Strada; de Chevrolet, Joy, Onix, Montana y S10; de Volkswagen, Polo Track, Polo, Virtus, Nivus, Saveiro y T-Cross; de Citroën, C3 y C4 Cactus; de Honda, HR-V; de Jeep, Renegade y Compass; y de Nissan, Kicks.
La lista de modelos brasileños crecerá durante 2024, con el arribo de novedades confirmadas como los Fiat Fastback y Abarth Pulse, Citroën C3 Aircross y Renault Kardian, fabricados del otro lado de la frontera.
Cuando los autos brasileños dominaban las ventas en la Argentina, la oferta de las automotrices era diferente y había muchos vehículos chicos de alto volumen como el Volkswagen Gol (reemplazado a mitad de este año por el Polo Track), el Ford Ka y el Fiat Uno, que dejaron de fabricarse en los últimos años y explicaban en parte esa posición. Hoy, la situación es distinta, pero todas las terminales lidiaron en los últimos años con las restricciones de las SIRA que acotaron el número de unidades que pudieron traer y las obligaron a priorizar a unos en detrimento de otros. Los números de patentamientos de modelos que cayeron abruptamente entre 2022 y 2023 y las demoras en las entregas lo certifican.
Los autos brasileños serán los primeros en reaccionar a la liberación de importaciones porque ingresan al país con arancel cero al formar parte del Mercosur (el mismo beneficio les cabe a los vehículos mexicanos, por un acuerdo de preferencias). Para los importados de extra zona, rige un arancel del 35%.
De todas formas, todos los importados pagan ahora un 17,5% de impuesto PAIS, un factor que junto con la aplicación de un 15% de retenciones a las exportaciones puso al sector a la defensiva y generó mucha cautela respecto del escenario 2024 en términos de ventas.
Reclamo importador
Justamente el nivel arancelario del 35% y el cambio que implica el sistema SEDI motivaron un comunicado de la cámara de importadores de autos (Cidoa), en el que apoyaron las nuevas reglas, pero reclamaron una baja de las barreras externas para fomentar la competencia.
“La Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (CIDOA) celebra los nuevos aires de libertad que se anuncian en el país, con los cuales espera que sean eliminadas las restricciones y mejoradas las condiciones para que tanto la importación de automotores como la elección de marcas y compra de unidades por los consumidores, puedan desarrollarse en un marco de libertad, compatible con la sana competencia”, subrayó el comunicado.
CIDOA nuclea a marcas importadas como Alfa Romeo, BMW, Hyundai, Land Rover, Porsche y Volvo, entre otras.
“Esperamos que los nuevos aires propendan a una reversión que apunte a una reducción de los precios finales de los automóviles y una adecuación de los aranceles de importación e impuestos internos, en un marco de libertad de competencia que favorezca al consumidor, satisfaga la necesidad de rentabilidad de las empresas, genere más empleo y no implique resignación de ingresos para el Estado Nacional”, agregó Cidoa, y luego reclamó una baja en el arancel externo del 35%.
“Considerando que en 2023 ingresaron de intra zona (Brasil, México, Colombia, Uruguay) 135.000 unidades pagando 0% de impuestos a la importación y sólo 15.000 de extra zona pagando 35% de impuestos de importación, puede apreciarse que bajando el arancel de extra zona al 20% se lograría un rebalanceo por el cual ingresarían 60.000 unidades de extra zona pagando 20%, lo cual conllevaría a una mayor recaudación, dado que se recauda más cobrando el 20% de 60.000 autos que el 35% de 15.000″, planteó.
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