Tras acceder al pedido del Banco Central, cada terminal acordará con la autoridad monetaria qué porcentaje de sus pagos al exterior puede prorrogar; así, liberarán dólares para los fabricantes de piezas y no se detendrá la producción
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Las automotrices accedieron al pedido del Banco Central de prorrogar pagos por US$150 millones para que esos dólares escasos sean redireccionados a las importaciones de los autopartistas y no se interrumpa la producción. Durante esta semana, en reuniones individuales, cada terminal acordará con la autoridad monetaria qué monto de sus importaciones puede postergar para llegar a la cifra necesaria.
“Estamos en parte dispuestos a financiar a los autopartistas para que no se pare la producción, aunque el problema del faltante de dólares no es nuestro, sino del Gobierno”, señalaron en una automotriz donde confirmaron el entendimiento. “Frenar una planta por falta de piezas genera graves consecuencias sobre toda la cadena, pueden ser semanas hasta que vuelve a ponerse en funcionamiento”, agregó.
Ahora, cada terminal negociará con el Banco Central qué porcentaje de sus importaciones puede postergar, en función de su propia balanza y su demanda mensual de dólares. “Las automotrices importamos autos terminados por unos US$200 millones mensuales en conjunto. La idea es que cada una prorrogue una parte de sus pagos al exterior por 25 o 30 días durante los próximos meses para llegar a los US$150 millones que le faltan al Central y eso vaya a los autopartistas”, explicaron desde una terminal.
Como sucede con otras industrias, el sector automotor se maneja con SIMIs (el sistema integral de monitoreo de importaciones que impuso el Gobierno) automáticas y no automáticas. Para el caso de las no automáticas, el Banco Central determinó en marzo mediante una resolución que liberaría dólares para importar por el mismo monto demandado en 2021 más un 5% adicional. Todo el excedente a esa cifra tiene una demora de 180 días.
El conflicto estalló porque el sector prevé un aumento de producción del 25% este año contra 2021, por lo que demanda más dólares para producir en un momento de escasez de reservas y cepo cambiario recargado. “No estamos adelantando importaciones, es lo que necesitamos en la cadena para funcionar. Se lo explicamos al Banco Central”, insistió una fuente de una terminal.
Las restricciones para importar insumos golpearon a los autopartistas, que hace casi un mes advirtieron en una nota al presidente del BCRA, Miguel Pesce, que se estaban quedando sin stock de piezas por la imposibilidad de acceder a los dólares. Esa limitación, alertaron en la carta con el respaldo de todo el sector, ponía en riesgo la producción en el corto plazo.
Tras una serie de reuniones con las terminales, la salida que encontró el Central en medio de la escasez fue pedirles a las empresas que posterguen pagos para cubrir ese faltante, lo que equivale a decir que demanden menos dólares oficiales para importar autos.
“Ahora las automotrices necesitamos que se respeten las autorizaciones de las SIMIs en tiempo y forma, como el Gobierno se comprometió a principios de año con cada terminal”, señalaron en una automotriz.