En medio de la Segunda Guerra Mundial y en una tormentosa noche, el auto privado del hijo del dueño desapareció sin dejar rastro; dicen que, si lo encontraran, se convertiría en el vehículo más caro de la historia
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Es una historia intrigante, de película. Muchos años pasaron y nadie tiene respuestas. Entre pistas falsas y rumores que no condujeron a nada, las décadas pasaron y alimentaron a la leyenda. La Voiture Noire, el Bugatti Type 57SC Atlantic, uno de los cuatro, la perla perdida. Historiadores afirman que se perdió durante la Segunda Guerra Mundial y expertos coleccionistas sostienen que, si apareciera, se convertiría en el auto más caro de la historia.
Jean Bugatti, hijo de Ettore Bugatti, diseñó entre 1936 y 1938 un vehículo muy interesante. Inspirado en Art Decó, logró ganar varios premios internacionales por su elegancia y estética. De ese auto, solo se hicieron cuatro ejemplares y todos de color negro.
Nació en realidad bajo otro nombre: en sus inicios supo llamarse Aéro Coupé pero tras una tragedia que golpeó de cerca a Jean decidió cambiarle el nombre a Atlantic. Si bien sus cualidades mecánicas eran llamativas para la época, no fue eso lo que hizo a esta serie de vehículos trascender a la historia. Lo que logró ponerlos en los libros son lo ocurrido con uno de ellos cuando el cielo europeo se tiñó de negro.
La serie de cuatro
El primero que se fabricó fue por encargo. El banquero Victor Rothschild se lo pidió personalmente a Bugatti y compró aquel auto con chásis 57374 que hoy sigue en manos privadas. Otro fue vendido también a la elite de aquel entonces y pasó de mano en mano hasta caer en la colección privada de Ralph Lauren. Esos fueron los únicos que tuvieron un buen destino.
Al tercer modelo lo bautizaron Holzschuh Atlantic y salió de fábrica en 1936. Fue vendido a uno de los pocos afortunados que manejaron esta clase y tuvo un trágico final: su propietario sufrió un duro accidente y colisionó con un paso a nivel que terminó con su vida y destrozó por completo al vehículo.
Sin embargo, el verdadero misterio es el que se cierne sobre el segundo Bugatti. A Jean le gustó tanto su creación que decidió fabricar uno para él. Los demás podían ser vendidos pero el hijo de Ettore quería el suyo. Así nació el mítico Type 57SC Atlantic, también llamado “La Voiture Noire” (el auto negro, en español).
La misteriosa desaparición de “La Voiture Noire”
El 1° de septiembre de 1939, la Alemania nazi invadió Polonia y dio inicio a la Segunda Guerra Mundial. El mundo se paralizó y Europa se sumió en uno de los períodos más oscuros de su historia. El ejercito alemán avanzaba y ponía en riesgo a varios países de la zona. Los aliados tomaban recaudos, se defendían y se organizaban. Los que podían, escapaban; los demás, luchaban. También en 1939 Jean Bugatti falleció, apenas un mes antes de que empezara el conflicto bélico.
Su auto desapareció con él y desde que su creador murió, el rastro del Atlantic es bastante difuso. En comunicación con LA NACION, periodistas e historiadores españoles intentaron reconstruir lo ocurrido. “La fecha de desaparición no es precisa, se sitúa entre 1938 y 1940. Se dice que fue enviado desde Molsheim, en Alsacia -Francia- hasta Burdeos pero nunca llegó”, explicaron en diálogo con este medio.
En la investigación, detectaron que la red de ferrocarriles que funcionaba en ese momento obligaba al cargamento a pasar por París ante la ausencia de líneas directas entre el este y oeste del país europeo. “En ese momento, debían tener prioridad los transportes militares. La hipótesis es que el convoy quedó apartado para darle prioridad a transportes militares; si hizo la ruta Alsacia-Paris-Burdeos, es probable que haya sido retenido o apartado por las fuerzas militares”, completaron.
¿Dónde está? ¿Qué pasa si aparece el Atlantic?
Imposible saber con precisión dónde se encuentra. El auto nunca llegó a destino y se perdió en el camino en medio de un conflicto bélico que recién empezaba. Pudo haber terminado en manos militares y estar muy bien escondido; pudo haber quedado abandonado y que el tiempo lo haya desgastado o incluso pudo haber sido destruido en esa misma época.
El número de chasis que se busca es el 57453. Mientras que aparecieron imitaciones que no convencieron a expertos y coleccionistas, la incógnita sigue vigente y los más eruditos en la materia sostienen que si lo encontraran, valdría más de 100 millones de euros.
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