Lleva siete campeonatos, 100 victorias de F1 y una pasión por los autos deportivos con trayectoria; qué modelos se robaron, aunque sea por un rato, el corazón del piloto británico
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Es de los pilotos de autos mejores pagos del mundo, y entra en la lista de casos en los que profesión y pasión se alinean y terminan siendo el principal motivo del tiempo invertido en el día a día. Lewis Hamilton puede oficialmente autodefinirse como el hombre que logró 100 victorias de Fórmula 1, que además cuenta con la colección de autos más utópica del registro automotor.
El inicio de su afición como coleccionista se remonta a su llegada a la F1, en 2007, cuando empezó a hacer carrera en el mundo de la máxima velocidad. Su repertorio de rodados incluye desde superdeportivos y clásicos, hasta areneros y motos. “No sé nada de vino, y poco de arte; pero sí sé de autos, y soy muy exigente con ellos”, dijo Hamilton públicamente.
Además de ser, posiblemente, la más fantasiosa con la que un fanático de los autos puede soñar, la colección de Hamilton es la más cuidada. El británico cuida tanto a sus autos que, según confirmaron algunos medios, cuando por algún motivo no puede llevarlos de vuelta a su casa, contrata una grúa para que haga la tarea. Se estima un valor aproximado de casi US$18 millones por la colección; y sus integrantes se dividen entre tres localizaciones: Mónaco, donde reside actualmente; Londres, donde están sus orígenes; y Los Ángeles, ciudad que visita con frecuencia para vacacionar.
Estos son algunos de los modelos más emblemáticos que pasaron por el garage del ícono del mundo automotor:
McLaren P1
Este modelo demuestra que el amor va más allá de las diferencias. Hamilton se separó del equipo de McLaren en la Fórmula 1, pero decidió quedarse con algo más que un pasado en común. En 2015, un P1 cotizado en US$2,7 millones, y pintado con un azul eléctrico que no pasa inadvertido, pasó a formar parte de de su stock de rodados.
El modelo cuenta con un motor naftero V8 biturbo de 3,8 litros, acoplado con uno eléctrico, habilitándolo a tener una potencia de 903 CV, y alcanzar una velocidad máxima de 347 kilómetros por hora, pudiendo acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 2,7 segundos.
Mercedes SLS Black Series
Es el sucesor del SL 65 Black Series, y solo se fabricaron 350 ejemplares. Uno de ellos está en su versión roja y descansa en el garage de Hamilton. En el mundo de la firma alemana, se refieren a él como el más radical de la historia del SLS, e incluso como uno de los mejores Mercedes. Cuenta con un motor V8 de 6,2 litros, capaz de rendir 631 CV, pasar de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos, y alcanzar los 315 km/h. El modelo edición limitada tiene una carrocería 70 kilos más ligera que la de serie, y una aerodinámica superadora.
Mercedes-AMG GT R
Siguiendo en la sintonía Mercedes, este es la segunda variante más potente del AMG GT para calle. Con 585 CV, es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 318 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos. Hamilton usa este deportivo biplaza en su versión blanca para desplazarse cuando está en su casa de Los Ángeles. Su coeficiente aerodinámico de 0,35 es el más bajo del AMG GT.
Ferrari 599 GTO
Como cualquier apasionado de los fierros, era de esperarse que Hamilton contara con una de las creaciones de la sede de Maranello, y no es cualquiera, ni la última en su colección. La 599 GTO está catalogada como una de las mejores Ferrari de la historia. Combina una elegante carrocería con un motor V12 atmosférico que se lleva todas las miradas al entrar en escena. Su valor supera el medio millón de dólares.
Ferrari LaFerrari
Si se sumaran los conceptos “exclusividad” más “Ferrari”, este sería el resultado. Tener un Ferrari LaFerrari en la lista de adquisiciones es motivo para alardear. El de Hamilton está pintado en un Rosso Fuoco, uno de los rojos más característicos de la firma italiana.
Desde su debut en la F1, Hamilton no tuvo otra que catalogarse como contrincante de Ferrari, pero como marca el dicho “from enemies to lovers”, el amor floreció; y Mercedes no se sintió en condiciones de impedirle al número 1 darse un gustito mediterráneo.
El modelo cuyo valor supera el millón de dólares, es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 347 km/h, y en su salida puede pasar de 0 a 100 km/h en solo 2,4 segundos, convirtiéndose oficialmente en el auto más rápido que el británico tiene en su garage.
Shelby Cobra
Lejos de despegarse de los filtros de fama y exclusividad, el Shelby Cobra es uno de los modelos más replicados de la historia automotor. Por eso, tener uno 100% original es casi imposible, salvo que se cuente con la condición de ganador consecutivo de Fórmula 1; y se tenga en mano más de cinco millones de dólares.
El de Hamilton es un Shelby Cobra 427 del año 1966, en su clásico color negro. Siguiendo su propia lógica, este ícono estadounidense también reside en su residencia de Los Ángeles. Su motor V8 de origen Ford tiene 7 litros y alcanza los 431 CV.
Pagani Zonda 760LH
Este es uno de los emblemas de la colección de Hamilton, aunque ya no sea parte de ella. En un púrpura hecho especialmente para el príncipe de la F1, combinado con una carrocería de fibra de carbono, la unidad fue un encargo personal a Pagani.
Con un motor V12 atmosférico de 7,3 litros y 760 CV, está dotado de cambio manual por expreso deseo del piloto. Durante los 10 años que fue suyo, el bebé de Hamilton fue cliente regular del service técnico de Pagani en San Cesario sul Panaro, donde lo revisaban anualmente y se aseguraban que tanto la mecánica como la carrocería esté más que bien.
McLaren F1
El McLaren F1 es un superdeportivo coupé de dos puertas diédricas triplaza, diseñado por Gordon Murray y Peter Stevens. Las versiones de competición participaron en las 24 horas de Le Mans y fue el primer auto en ganar la prueba en su debut. Se dice que nació para matar el aburrimiento y su nombre viene de una broma hacia la Ferrari F40; aunque una vez terminado el producto, resultó ser todo lo contrario a un chiste, y llegó a ser, en su momento, el auto de producción más rápido del mundo. El de Hamilton es el chasis 44, en honor a su dorsal en la F1. Pintado en color plata, se lo vio circular con la joya en Los Ángeles.