El Mercedes-Benz cabriolet negro que usó ayer el Presidente al salir del Congreso fue prestado por un coleccionista privado y había dos unidades similares; los otros modelos que analizaron, incluido uno de la década del 30, y el motivo que terminó inclinando la balanza por el convertible alemán
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A contrarreloj, el equipo de Javier Milei tuvo que conseguir un auto nuevo. El Presidente quería asumir a bordo del Cadillac negro que Juan Domingo Perón compró -pero no usó- en 1955, pero “demoras administrativas” se lo impidieron. Mientras en el Museo del Bicentenario alegaron que el descapotable negro no tenía VTV y cédula verde para salir del subsuelo donde está exhibido, la -todavía sin asumir- Secretaría de Presidencia ponía en marcha el plan B.
Se habló entonces de un Valiant, pero en simultáneo se entretejía una negociación un tanto más compleja. Un empresario -cuyo nombre no trascendió- acercó el contacto de un vendedor de autos clásicos al equipo de Milei. Faltaban cinco días para tomar el mando y no se tenía en claro qué auto iba a trasladar al nuevo jefe de Estado del Congreso a la Casa Rosada.
Las condiciones eran pocas, pero inamovibles. Según pudo averiguar LA NACION, Milei quería un clásico descapotable, negro, de cuatro plazas y que fuera “una marca capitalista”. Y finalmente lo consiguió, con un modelo “representativo de los ‘90″. Dos secretarios de Presidencia se pusieron en contacto con el vendedor y empezó una negociación que culminó con la elección de dos Mercedes-Benz CLK cabriolet.
En primera instancia, se ofrecieron varios modelos y se barajó la posibilidad de hacer la recorrida con un BMW E30 descapotable. Sin embargo, al tratarse de vehículos clásicos, en este tipo de eventos se intenta que haya dos unidades iguales, para poder usar un muleto en caso de que el principal sufra alguna falla técnica.
Así fue como, en esa búsqueda, al proveedor de los vehículos se le ocurrió una idea. “Pusimos sobre la mesa la necesidad de tener un backup exactamente igual al original, por lo que envié las opciones del Mercedes-Benz, dos iguales del mismo color, y a Javier [Milei] le gustó”, comentó el coleccionista, que pidió mantener su nombre en el anonimato para no tener exposición.
Los autos que usó Milei, en venta
Aprobada la elección de modelos, desde Casa Militar se acercaron al garage privado donde estaban guardados los autos. Junto a ellos, mecánicos oficiales y la seguridad privada de Javier Milei hicieron las inspecciones pertinentes previo a dar el sí definitivo. Desde la Secretaría le pidieron presupuesto al coleccionista, aunque él decidió hacerlo ad honorem. “Les dije que era un honor poder dar una mano”, le explicó a este medio.
Días previos a la asunción, los dos Mercedes-Benz CLK de 1997 (uno 430, que finalmente usó el Presidente; y otro 230 Kompressor, que quedó de backup) fueron trasladados a la Quinta de Olivos para hacerles más inspecciones de seguridad. Sin embargo, el detalle más interesante se desprende a posteriori.
La flota de Mercedes-Benz descapotables está compuesta por tres modelos: dos negros, vistos en la asunción y que permanecen todavía en Olivos, y uno blanco, que fue rechazado para esta oportunidad. Acorde a lo que el proveedor comentó, la unidad de color blanco “podría ser usada de manera oficial si, por ejemplo, el Papa Francisco visita la Argentina” y las dos unidades negras están a la venta.
En lo que refiere al 430, ya tiene nuevo dueño, contó el coleccionista, y el 230 Kompressor está por cerrarse. Aún así, el flamante comprador habría manifestado su predisposición para prestarlos sin cobrar a Presidencia en caso de que vuelvan a necesitarlos. El blanco, por ahora, seguirá en las mismas manos que lo tiene en la actualidad.
El modelo de los años 30 que no fue y el precio de mercado
Cuando todavía se mantenían las charlas entre el coleccionista y la Secretaría para el auto que debía usar el Presidente, la danza de modelos tuvo varios protagonistas. Uno de los más extravagantes que se pusieron en carpeta fue un Auburn de 1930, un clásico muy vistoso, pero que presentaba varios problemas. Si bien hubiera sido una foto codiciada, la dificultad de usar un auto de tanta antigüedad es la multiplicidad de fallas técnicas que puede presentar y lo complicado que es encontrar un muleto exactamente igual.
Para que se tenga una idea, del Mercedes-Benz CLK 430 apenas hay ocho unidades en la Argentina, según el coleccionista. Un Auburn 1930 hubiera sido muy difícil de conseguir, más teniendo en cuenta los tiempos que se manejaban.
Las unidades que usó Javier Milei adquirieron un valor extra por haber sido utilizadas por un presidente en su asunción oficial, admitió el coleccionista que facilitó la unidad. Si bien la cifra por la que fueron vendidas no fue revelada, las unidades suelen tener un valor de mercado que ronda los US$25.000.