El hypercar texano se sube a la pelea para superar los 500 km/h y ser el auto de serie más veloz del planeta
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“El Venom F5 está diseñado para ser un decatleta sin rivales entre los hypercars”, dijo John Hennessey el martes pasado cuando presentó su nueva creación. Hay muchos fabricantes de este tipo de superdeportivos de circulación legal, pero hay tres que se disputan el primado por tener “el vehículo de calle más rápido del mundo”: Bugatti, Koenigsegg y la norteamericana Hennessey. La pelea es simple: ser los más veloces más allá de los 500 km/h.
Por eso, este heredero del Venom GT (que basado en un Lotus Elise rompió todos los records de velocidad existentes cuando se lanzó) no tiene la denominación F5 en vano: es la máxima categoría en la escala Fujita de tornados, aquellos cuyo viento supera los 512 km/h.
El Venom F5 promete una sensación de manejo sin igual entre sus pares y para superar los 500 km/h, la propia Hennessey diseñó y desarrolló el motor Fury V8 de 6.6 L de cilindrada biturbo que entrega una potencia máxima de 1817 HP a 8000 rpm y un descomunal par de 1617 Nm(165 kgm) a 5500 rpm. Completa el tren de fuerza una caja de velocidades semiautomática de 7 marchas especialmente diseñada para soportar el torque y con relaciones largas para alcanzar altas velocidades (la 7ma. está calculada para llegar a los 534 km/h), que cuenta con levas de cambio en el volante (paddle-shifts). Esta caja se conecta con el eje trasero mediante un diferencial con control electrónico.
Este conjunto le permite al Venom F5 acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos y los 0-200 km/h en menos de 5 s. Según Hennessey supera en exceso los 500 km/h, cifra que el fabricante texano verificará en una prueba independiente el año próximo, que se realizará una vez más en la pista donde aterrizaba el transbordador espacial en el centro espacial Kennedy de la NASA.
Buena parte de esta excelente performance radica también en el livianísimo chasis monocasco de fibra carbono, material con el que también está construida la carrocería de este Venom F5.
El habitáculo es minimalista, biplaza, también de fibra de carbono y con el volante (multifunción al estilo de los actuales de competición) y los controles inspirados en los comandos de los aviones caza; el instrumental es 100% digital y cuenta con una pantalla de 9″ para la multimedia. Con todo esto, el peso es de solo 1365 kg, lo que arroja una increíble relación peso/potencia de 0,75 kg/HP. .
Del Hennessey Venom F5 se construirán solo 24 unidades, con precios desde US$2,1 millones. El desafío está sobre la mesa. •
LA NACION