Elementos fundamentales para la seguridad del vehículo que deben tener mantenimiento periódico; en números, los valores de su reemplazo
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Muchas veces, la visita al mecánico termina con sorpresas y frases como “hay que cambiar los amortiguadores” o “encontré un problemita en el sistema de frenado” generan cierto temor. Ya sea por desconocimiento o excesiva precaución, el usuario común confía ciegamente en su taller de confianza. Toma valor, se arma de voluntad, piensa unos segundos y a regañadientes responde: “Dale, arreglémoslo”. La decisión está tomada y la reparación comenzó. A partir de ahí, lo importante está en manos del que sabe mientras que el dueño toca de oído y abre la billetera.
Hay que saber, sin embargo, que estar preparado para este tipo de cosas puede evitar un disgusto. No solo porque se puede prevenir un arreglo caro por una pronta revisión sino que tener una orientación previa alcanza y sobra para no caer en reparaciones “por las dudas” y gastar plata cuando no es necesario.
Los amortiguadores son de los elementos más importantes cuando de la mecánica del auto se trata dado que no solo ayudan a la suspensión sino también al agarre en los neumáticos. Palabras más, palabras menos son los responsables de controlar los movimientos de la suspensión y adherir el vehículo al terreno. Sin ellos, los riesgos al volante se incrementan y las probabilidades de choques o vuelcos están a la vuelta de la esquina.
Como casi todas las partes de un auto, tienen una vida útil y con el tiempo se desgastan y deterioran. Por eso, es recomendable revisarlos cada 20.000 kilómetros para chequear si es necesario su reemplazo. Manejar con amortiguadores dañados no solo puede significar un riesgo sino que pone en peligro el estado de las llantas, cigueñal y varios otros elementos. A su vez, existen dos variantes: los delanteros y traseros que, en todos los autos y camionetas -excepto los 4x4 o los que se usan para la construcción- son telescópicos hidráulicos.
Eso variará su valor. Tomando de referencia al Fiat Cronos, el vehículo más vendido en lo que va del año, y basándose en la lista de precios facilitada por la distribuidora nacional Etman, un amortiguador delantero no baja de los $22.546 mientras que uno trasero tiene un piso de $13.186.
Pero por otro lado están los frenos. El sistema es por demás complejo y tiene varios componentes. Las pastillas de freno sirven para desacelerar el vehículo, son las que generan la fricción que permite la disminución de la velocidad y, en el último tiempo, se prohibió su fabricación con amianto. Su valor oscila entre los $4986 y $14.423. El disco se une al buje de la rueda y completa el mecanismo mediante el cual las pastillas hacen su trabajo. Son piezas caras, pesadas y un tanto más sofisticadas que tienen un precio de $14.423 cada una.
Por último están las campanas o tambor de freno. Es la pieza giratoria y receptora de todo el calor que produce la acción de frenado, por lo que resulta fundamental tenerla en condiciones. Cuestan, en promedio $13.297 cada una. Vale aclarar, sin embargo, que el sistema de frenado tiene tiempos distintos y que, si bien se recomienda revisarlo por completo cada 50.000km, algunas partes como las pastillas pueden requerir mantenimiento temprano.