Así es el Ford Mustang para la calle más rápido de la historia

Allá por 2021, en un taller de almacenamiento escondido detrás de un túnel de viento en Allen Park en el estado de Michigan, Estados Unidos, Ford se propuso darle una nueva vida a su Mustang, esta vez más extrema y competitiva. La misión era clara: modificarlo y elevar sus prestaciones hasta el punto de convertirlo en un modelo capaz de igualar y superar a los superdeportivos europeos. Hoy, dos años después, anunciaron el resultado: el Mustang GTD.

“El objetivo del proyecto era claro: ir rápido, mucho más rápido de lo que nunca habíamos ido antes”, dijo Greg Goodall, ingeniero en Jefe en Ford. Inspirado en el modelo Mustang GT3 que competirá en Le Mans el próximo año, cada pieza del vehículo fue esculpida para aprovechar el aire. “El hardware fue cuidadosamente seleccionado y desarrollado para permitir una velocidad alucinante en los tiempos por vuelta. Con un tiempo en Nürburgring por debajo de los siete minutos, es el Mustang diseñado para las calles más rápido de Ford”.

Gran parte de la estructura y carrocería del auto está hecha con fibra de carbono para reducir el peso, bajar el centro de gravedad y mejorar la capacidad de reacción. Desde el splitter delantero, el cofre ventilado, las defensas y el alerón trasero, cada línea está pensada para mejorar el rendimiento aerodinámico a velocidad en pista.

Además, implementa un sistema de control hidráulico y de enfriamiento del eje transversal, con una cubierta inspirada en las carreras que reemplaza la tapa de la cajuela e incluye dos tomas de aire para canalizar el aire del vidrio trasero hacia el área y a través de los intercambiadores de calor.

Hecho para competir pero pensado para las calles

En cuanto a la radiografía interna, el GTD está propulsado por un motor V8 de 5.2 litros turbocargado con doble entrada de aire que supera los 7.500 rpm y desarrolla una potencia de 800 caballos de fuerza asociado a ocho velocidades y un eje de transmisión de fibra de carbono que logra una distribución del peso cerca del 50/50.

Además, cuenta con el primer sistema de cárter seco instalado en un Mustang para ayudar a mantener el motor lubricado durante las curvas más exigentes.

Las prestaciones se ven reforzadas por una suspensión semiactiva de última generación que puede variar tanto la dureza como la altura de la suspensión y permite una altura de marcha casi 40 milímetros más baja en el modo Track, y cuenta con un sistema de tecnología de amortiguación adaptativa.

Son los neumáticos -de 325 y 345 milímetros de ancho, delanteros y traseros respectivamente- los que logran el agarre y la estabilidad en las curvas. Instalados en llantas de aluminio o magnesio forjado de 20 pulgadas, están respaldados por frenos carbocerámicos Brembo optimizados para rechazar el calor, lo cual se traduce en una frenada más dura.

Puertas adentro, el GTD presenta dos asientos deportivos (los de atrás fueron eliminados para reducir peso) en gamuza Miko combinada con cuero y fibra de carbono, palanca de cambios giratoria y placa de serie, todo hecho con piezas de titanio retiradas del Lockheed Martin F-22. Cada cliente puede personalizar su unidad y elegir entre varias combinaciones de color para el interior y exterior del GTD.

En definitiva, se trata de un modelo concebido desde el mundo de las carreras, pero homologado para circular libremente en las calles. “El Mustang GTD destroza toda idea preconcebida de un gran vehículo. Es un enfoque nuevo para nosotros: toma la tecnología utilizada en nuestro auto de carreras Mustang GT3, y lo inserta dentro de una carrocería de fibra de carbono lista para salir a las calles”, reflexionó Jim Farley, presidente y CEO de Ford.

El ensamblaje del GTD se va a llevar a cabo en la planta de Ford en Flat Rock, para luego ser transportado a las instalaciones de Multimatic en Markham, Canadá, donde va a ser fabricado a mano con una precisión inspirada en la competencia por equipos de Ford Performance y Multimatic. La producción del Mustang GTD va a ser limitada y el lanzamiento oficial en el mercado estadounidense está previsto, estiman, para finales de 2024 o principios de 2025.

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