Estos son los 10 autos más baratos (por unos días y si se consiguen)

Luego de las PASO, la situación económica en Argentina tambaleó. El primer lunes tras conocer los resultados de las primarias, el ministro de Economía Sergio Massa anunció una devaluación que modificó los valores de todos los productos. Los autos, industria que ya había sido golpeada por otro anuncio de la cartera que conduce el candidato a presidente, tuvo que volver a modificar sus precios de lista.

En un mes, los listados se actualizaron tres veces: la primera es la habitual, entre un 5% y 6% consecuente a la inflación; la segunda, devenida de este gravamen extra (7,5% más para todos los productos importados) y la tercera, producto de la devaluación antes mencionada. Algunas automotrices decidieron esperar y no tocaron sus valores hasta que termine agosto mientras que otras rearmaron sus números conforme llegaban las novedades de Hacienda.

Todo este movimiento dejó un escenario totalmente distinto y la lista de los autos más baratos del mercado cambió por completo. También, vale aclarar, Toyota anunció el cese de fabricación del Etios, que era uno de los miembros más destacados de este listado. Si bien la automotriz japonesa no retocó sus valores en lo que va de agosto, sí modificó el ranking al eliminar a su auto de las opciones. Otro punto a resaltar es que a raíz de todas estas subas, el auto más vendido en los últimos años ya no integra el apartado de “baratos”. El Fiat Cronos está topeado y todas sus versiones cuestan $8.291.500, dejándolo por fuera de los seleccionados.

Entonces, una vez aclarados los tantos, la lista de los autos más baratos por lo poco que queda de agosto queda configurada de la siguiente manera:

• Citroen C3 - $6.391.500
• Toyota Yaris - $6.551.000
• Chevrolet Joy - $6.630.900
• Fiat Mobi - $7.083.400
• Renault Sandero - $7.220.500
• Volkswagen Polo Track - $7.724.700
• Chevrolet Onix - $7.828.900
• Nissan Kicks - $8.100.000
• Nissan Versa - $8.100.000
• Peugeot 208 - $8.101.000

Lo que ocurre con estos valores es que, en primer lugar, son sugeridos. Es decir, cuando un usuario se acerca a un concesionario a comprar uno, el valor que da el vendedor puede diferir respecto al que se publica en la web de las automotrices. Esto se produce por la distorsión de precios que está vigente y el sobreprecio que las unidades tienen al venderse. Por otro lado, quizás el problema mayor, es que por culpa de las trabas a las importaciones hay significativas demoras en las entregas que incluso pueden afectar al precio.

En una recorrida que LA NACION hizo tiempo atrás, el mensaje era claro. “Hoy no tenemos unidades; cuando la vengas a buscar, va a cambiar el precio”, decían. O sea, esto cuesta ahora, pero cuando se quiera ir a buscar el auto en unos meses, se deberá pagar el precio que tenga en ese momento. Además, falta que comience septiembre y se modifiquen todas las listas de vuelta donde entrará en juego el nuevo piso del impuesto al lujo, la inflación y otros tantos factores que encarecerán el precio de los vehículos en el país.

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