La iniciativa es ofrecida por el gobierno de dos países europeos y alcanza a todos los ciudadanos; de qué se trata y cómo se aplica en el viejo continente
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Cuando las emisiones de CO2 se volvieron un tema de agenda mundial, el foco se puso en los autos. Desde entonces, los planes globales apuntan a dos cosas: reducir la contaminación devenida de la industria -léase, buscar alternativas de alimentación energética que se alejen de la combustión tradicional- e intentar implementar, dentro de los ecosistemas en lo que eso es posible, a la micromovilidad como una alternativa viable.
Eso se traduce en muchas innovaciones e incluso planes gubernamentales que incluyen beneficios para la compra de vehículos eléctricos (menos impuestos, exención de pago de algunos tributos) o la promoción de otras vías de movilidad. Peatonalizar también aparece como opción y, ahora, se busca incentivar con fuerza el uso de la bicicleta, por ejemplo, para disminuir la cantidad de autos que están en las calles.
Y esa es la iniciativa que está teniendo mucha fuerza en Francia y Países Bajos. El objetivo, fundamentalmente en las grandes ciudades, es sacar a autos y motos de la vía pública lo más que se pueda. Lograr un entorno “amigable” para las personas y que los vehículos de gran tamaño se usen solo en casos de largas distancias o de extrema necesidad. Entonces, lo que se propuso y llevó a cabo es ofrecer dinero a quienes usen la bicicleta en lugar de sus autos.
Es decir, tan literal como suena: se le paga a los ciudadanos por andar en bicicleta. ¿Cómo funciona? Con una aplicación para dispositivos móviles. Es un proceso simple: hay que descargar la app y cargar manualmente la cantidad de kilómetros recorridos. Se trata de una relación de confianza ya que no hay un rastreo en tiempo real de la ubicación y la distancia recorrida, sino que es el propio usuario quien carga el kilometraje.
A raíz de esos datos, se realiza el pago directamente a través de la app para que luego sea depositado por cada persona en la cuenta (banco o billetera virtual) que desee. La iniciativa funcionó a tal punto que ya se registró, en los primeros meses de aplicación, que el 27% de los viajes laborales (de la casa al trabajo) se están haciendo en bicicleta y se espera que para 2024 esa tendencia aumente. Este sistema, que gana popularidad en Europa, podría ser implementado por España en el mediano plazo en la ciudad de Madrid.
Ahora bien, lo más interesante de saber es cuánta plata se gana por hacer esto. En cuanto a Francia, no se tiene -o al menos no se ha publicado- un estimativo del promedio diario pero se calcula, según información recogida por medios locales- que se puede recaudar €800 anuales. Países Bajos, por su parte, calcula el pago de 21 centavos de euro por kilómetro recorrido, logrando así recaudar €1050 anuales por persona suponiendo que se viajan aproximadamente 20 kilómetros diarios. Se desconoce, por el momento, si es una medida que alcanza, oficialmente, a otros medios de transporte de la micromovilidad o es exclusivo de las bicicletas.
LA NACION