Apenas se fabricaron 321 unidades de este Lamborghini y una estuvo escondida en un garage por dos décadas; la puesta a punto de un clásico
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Un Lamborghini Countach habla por sí solo. Es una verdadera joya. Uno de esos autos de colección, únicos y exclusivos, a los que pocos pueden acceder. Y no es solo su precio el que lo convierte en una perla sino la cantidad de modelos fabricados. Para este en particular, son 321 los fabricados en todo el mundo y se estima que aproximadamente 50 llegaron a los Estados Unidos. Con un auto así, sería una lástima tenerlo guardado tanto tiempo pero como en todo, hay excepciones.
AMMO NYC, un canal de YouTube dedicado a la restauración estética de modelos de colección -es decir, no intervienen en la parte mecánica sino que los lavan, pulen y ponen a punto- se topó con un ejemplar de Lamborghini con una historia muy interesante. Según lo que ellos pudieron averiguar, en 1984 este auto se vendió a su primer dueño en Roma por una suma cercana a los US$99.500. Tiempo después, lo enviaron a Estados Unidos donde permaneció guardado en un garage por 20 años.
Además del polvo y el paso de los años, una de las cosas más llamativas que encontraron adentro fueron partes originales de Lamborghini que uno de los dueños compró con la intención de hacer una renovación que nunca llegó. También, como no podía ser de otra manera, nidos de pequeños animales que aprovecharon el abandono para meterse en un lugar alejado del ojo humano.
Entre productos, jabón y cera empezó el trabajo de limpieza. Si bien la parte más sencilla fue el exterior -necesitó un poco de espuma, agua y un buen pulidor-, lo más complicado llegó cuando fue el momento de trabajar la parte de adentro y el motor. Cuando se trata de mecánica hay que tener cuidado para no comprometer ninguna parte que pueda perjudicar el funcionamiento del vehículo. Sin embargo, los oriundos de Nueva York supieron desde un primer momento cómo manipular los elementos para hacer un trabajo impecable.
Pero así como hubo tiempo para limpiar, también lo hubo para encontrar tesoros escondidos. En la guantera del Lamborghini se encontraron todo tipo de objetos reflejo de la alocada vida de su dueño anterior. Un vaso shot para tequila, un CD del artista Cubistic Jack, un paquete de cigarrillos, un jean y mucha suciedad de animal.
Varios días de trabajo le tomó al equipo restaurar por completo este vehículo que una vez limpio fue entregado a otro fanático de los autos clásicos que se encargará de la puesta a punto mecánica para que el Lamborghini Countach de 1980 pueda volver a las calles tal y como lo hizo en Roma años atrás.
LA NACION