Tesla: Elon Musk deberá pagarle a un empleado más de US$3 millones por una acusación de racismo

Un jurado federal de San Francisco sentenció que Tesla tendrá que pagarle alrededor de US$3,2 millones a un hombre afroamericano que había acusado a la firma de Elon Musk de ignorar los abusos raciales que enfrentó mientras trabajaba en su fábrica de California.

En un juicio previo que el demandante, Owen Díaz, había iniciado, se suponía que la recompensa iba a ser de US$137 millones. Sin embargo, posteriormente el juez de ese juicio redujo dicha cifra a US$15 millones.

Esto llevó a Díaz a impugnar la cantidad y abrir un nuevo juicio. Sin embargo, en lugar de lograr una compensación mayor, el demandante va a salir con menos plata. Después de un juicio de cinco días, el jurado definió otorgarle US$3 millones en daños punitivos y US$175.000 en daños no económicos pasados y futuros.

Díaz aseguró que fue objeto de repetidos delitos racistas durante 2015 y 2016, su tiempo trabajando como contratista en la fábrica de Tesla en Fremont, cerca de la ciudad de San Francisco, en Estados Unidos. El hombre sostiene que tanto su supervisor como otros colegas acostumbraban el uso de insultos raciales cuando hablaban entre ellos y con otras personas, así como para referirse a él. Además, Díaz cuenta que la cosa incluso trascendía lo verbal, y que los empleados también escribían epítetos raciales y dibujaban símbolos y caricaturas alrededor de la fábrica.

Díaz explica que las ofensas lo afectaron emocionalmente y que, a raíz de esto, decidió hablarlo directamente con los responsables de hacer algo al respecto del equipo de Tesla. Sin embargo, la compañía habría hecho poco y nada para abordarlas. Aunque esta falta de respuesta no le hizo ninguna gracia, el ex-empleado de Tesla dijo que había optado por tolerar las hostilidades recibidas hasta que su hijo también empezó a trabajar en esa fábrica y le contó que sufrió un trato parecido por sus compañeros de trabajo.

“La prevalencia del uso de la palabra que empieza con la letra n dentro del ambiente de trabajo es una indicación de que a los trabajadores no les importaba cómo se sentían sus compañeros afroamericanos”, dijo Bernard Alexander, uno de los abogados de la víctima, en un alegato final en el último ensayo. “Se trata de una afrenta que repercute en todas las personas afroamericanas dentro del lugar del espacio laboral”.

Los abogados de Tesla sugirieron que Díaz había exagerado el impacto y el alcance del acoso racial al que realmente tuvo que enfrentarse, y alentaron al jurado a minimizar la indemnización por daños.

Sin embargo, la responsabilidad de la empresa de autos eléctricos por haber sometido a Díaz a un ambiente de trabajo hostil y no haberse esforzado en evitar el acoso racial no estaba en juicio. Eso, según el juez William Orrick, quien presidió el juicio original y se encargó de proporcionar las instrucciones a todos los miembros del jurado, ya había sido “determinado de manera concluyente”. En cambio, la responsabilidad del jurado era determinar el monto que le tocaría recibir a modo de indemnización a Díaz.

Después del juicio que tuvo lugar en 2021, el jefe de recursos humanos de Tesla aseguró que la empresa despidió a dos contratistas y suspendió a otro, en respuesta a los reclamos de Díaz. El ejecutivo reconoció que, aunque la compañía no actuó de manera “perfecta” en 2015 y 2016, desde entonces, recorrió un largo camino.

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