Insultar, gritar, tocar la bocina e incluso salpicar pueden derivar en una penalización económica en este país que “castiga a los maleducados”
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La educación es lo principal en todos los casos y sin excusas. Pero mientras algunos entornos apuestan por una práctica un poco más tácita para repeler a los maleducados, otros directamente lo convierten en ley. Y si hay ámbitos donde las personas se creen impunes y sin consecuencias, quizás las calles y autopistas sean los más destacados. Estar arriba del auto genera una suerte de seguridad que no aparecería en otro ambiente y es por eso que en un país de Europa el castigo es una multa.
Pero, ¿qué se castiga exactamente? Todo lo que según el artículo 110 del Código de Circulación del Reino Unido se considere como “ser agresivo en la conducción”. Un ejemplo de esto es el “uso de luces intermitentes para intimidar a otros automovilistas”. Es decir, usar excesivamente la llamada de atención lumínica para sobrepasar a alguien en una ruta, por ejemplo. En esos casos incluso pueden ser detenidos por la Policía para su posterior multa si así lo requieren las autoridades.
Eso no es todo, hay mucho más. Según el artículo 116 de ese mismo código, “las luces de advertencia deben utilizarse solo en autopistas o autovías sin restricciones” por lo que si algún conductor las usa fuera de esos caminos, puede ser multado también. Sin embargo, lo más curioso de este apartado de “ser agresivo en la conducción” es lo que pasa cuando llueve.
El Reino Unido es uno de los países de Europa con menor cantidad de horas de sol (promedia entre 1200 y 1600 en todo el año cuando otros países como España supera ampliamente las 2500) y mayor cantidad de lluvias. Por lo que las calles mojadas y los charcos están a la orden del día, al igual que las salpicaduras. Nuevamente vuelve el famoso código que establece duras penas en ese sentido.
Suele ser normal que si las calles están llenas de agua, un auto que pasa a cierta velocidad provoque una salpicadura. A veces, se tiene la mala fortuna de estar cerca del cordón de una vereda y terminar empapado. En otras ocasiones, quienes manejan su auto se divierten salpicando un poco de agua a la vereda y si bien de más está decir que mojar a alguien de esa manera está mal, no hay legislaciones en el mundo que regulen ese accionar.
O por lo menos, no había. En el Reino Unido, de acuerdo a lo que expresa la Ley de Tránsito Vial de este país, “si un automovilista salpica a un peatón mientras conduce a través de un charco puede enfrentar una multa de hasta £5000 por conducir sin una consideración razonable por los demás”. Esto se traduce en una penalización económica de hasta US$6220 que, a dólar blue de hoy (22/5), equivalen a nada menos que $3.035.360 si el mismo criterio punitorio se aplicara en la Argentina.
LA NACION