Diseñado y desarrollado por el artista alemán René Turrek, la pintura termocrómica sorprendió al cantante colombiano con un detalle; cómo genera ese efecto
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Maluma estuvo de paso por España y en su viaje se tomó unos minutos para participar del programa El Hormiguero, un ciclo de entrevistas para la televisión española. Allí, la producción decidió prepararle una sorpresa en la que estuvo inclucrado el artista alemán René Turrek. Él se define como un “representante del arte urbano” y lleva su trabajo a distintos ámbitos que van desde un mural, hasta unas zapatillas o auriculares y, por qué no, un auto.
Fue justamente en esa línea que llevó al estudio un diseño exclusivo en el que trabajó durante un tiempo y cuya finalidad era poder mostrárselo al cantante colombiano. Debajo de un gran paño de tela, se escondía un auto que impacta por donde se lo mire; es un Porsche 964 Backdate, una de las series del aclamado Porsche 911 y aquel que introdujo la tracción integral a toda la línea.
Motor de 3.6 litros, 250CV, dos puertas y un diseño tanto interior como exterior muy cuidado y trabajado que se lanzó en 1988 y quedó en la historia por ser uno de los más queridos de la marca. En pleno 2022, destaca por su historia y grandeza; pero Turrek le encontró una vuelta para que sorprenda desde otro lado: le puso pintura termocrómica.
De por sí, los colores de todo el vehículo son atrapantes y los violetas se funden con rosas y blancos para dar un diseño novedoso. Pero el capot cambia abruptamente y un morado oscuro esconde un trabajo aún más llamativo. Cuando la parte delantera del vehículo entra en contacto con agua a más de 30°C, se descubre el dibujo de la cara de Maluma en gran tamaño. El cantante quedó fascinado al verlo y aseguró que quería llevárselo a Medellín cuando estuviera de vuelta en Colombia.
Qué es y cómo funciona la pintura termocrómica
Para los que no están familiarizados con el término, seguro conocen el concepto de “taza mágica”: el envase que, cuando se lo llena de café o agua caliente, descubre el verdadero dibujo que tiene. En los autos pasa más o menos lo mismo. Se denomina pintura termocrómica a aquella que cambia de color cuando se la somete a distintas temperaturas y en el mundo del motor no solo se usa con fines estéticos sino también para medidas de seguridad.
En algunos casos, esta pintura se usa para revestir radiadores, motores o puertas para poder ver en qué momento están alcanzando temperaturas que supongan un problema. Lo mismo pasa pero a la inversa, como control de frío y advertir en rutas y caminos cuando la presencia del hielo puede significar un peligro.
LA NACION