La visita de Emmanuel Macron, la ausencia de grandes marcas y las innovaciones que se vienen; LA NACION viajó a Francia y vivió desde adentro la muestra
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En formato más reducido, con la ausencia de marcas italianas, alemanas y estadounidenses pero con la presencia estelar de las francesas (en su condición de local) y chinas. El acento se puso en la eficiencia, la energía y los servicios. Volvió, después de una ausencia de dos años. El Salón de París regresó a la presencialidad y antes de su apertura al público -del 18 al 23 de octubre- LA NACION viajó a la jornada de prensa para ver el detrás de escena del gran autoshow.
Renault acaparó gran parte del protagonismo con los stands de sus cuatro marcas (Renault, Alpine, Dacia y Mobilize). Por su parte, el otro jugador con raíces francesas, Stellantis, que maneja un porfolio de 14 marcas, centró su esfuerzo y recursos en Peugeot, DS y Jeep, la única firma estadounidense que presentó un modelo nuevo.
Impulsadas por su fuerza nacional y mostrando sus intenciones de expansión internacional, también estuvieron automotrices chinas como Great Wall y BYD -cuyo punto fuerte fue el Han eléctrico-, que dieron el presente en un show rodeado de franceses.
Y fue en ese punto en el que estuvieron las novedades. Renault presentó el concept del Renault 4, el mítico modelo reinterpretado en formato SUV y 100% eléctrico y el Alpine A110 R como exponente deportivo; Peugeot expuso el nuevo 408 fastback como atracción principal, el e-208 100% eléctrico y un scooter también eléctrico: el e-Streetzone.
A su vez, DS mostró por primera vez sus nuevos DS3 y DS9 E-Tense Opera Premiere y Jeep, con la bandera de los Estados Unidos en su espalda, presentó el Avenger eléctrico, el primer SUV que presenta la marca en el marco de su estrategia de electrificación.
El evento abrió al público el 18 de octubre, hasta el 23. La jornada de prensa del lunes último contó incluso con la presencia del presidente francés Emmanuel Macron, quien visitó alguno de los stands y tuvo la oportunidad de sentarse en el interior de los vehículos y concepts que allí aparecieron.
En resumidas cuentas, el salón es una muestra de la transformación que vive la industria, en su intento acelerado por dejar atrás el motor a combustión y darle paso a la propulsión eléctrica. LA NACION lo vivió en vivo y en directo.
LA NACION