Una familia entera trabajó durante 16 meses en la restauración de un yate que hoy se convirtió en un trofeo de guerra; la historia detrás del éxito
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Mucho se habla de los restauradores de autos clásicos y hay una infinidad de modelos con mucha historia escondidos en un garage, juntando polvo y años, esperando a que alguien los vuelva a conducir. Pero quizás la apuesta más grande esté en quienes deciden comprar un barco abandonado y ponerlo a flote nuevamente.
Pequeño nicho en el que se mueve gente como Saling Melody, una familia de tres que se dedica no solo a las tareas de restauración sino también a dar consejos para navegar, mostrar distintas embarcaciones y las travesías en alta mar. Andy, Melissa y “el capitán” Jack administran un canal de YouTube que hoy llegó a ojos de todo el mundo gracias a una idea por demás osada.
Apenas mil euros les costó comprar un yate que pasó, según lo que pudieron averiguar, más de 15 años en tierra. Sujetado con unos soportes y a varios metros del agua, este bote quedó en el olvido y a la espera de que alguien tome el timón nuevamente. Los daños estaban a la vista y ponerlo en altamar nuevamente era una tarea costosa y que su dueño original no quería encauzar. Por poca plata, se lo vendió a esta familia que empezó en octubre de 2020 una ardua tarea de restauración.
El óxido dejaba en evidencia el paso de los años y se notaba un fuerte desgaste en el interior y exterior del vehículo. En un puerto ubicado en Holyhead, North Wales, Reino Unido; la familia entera empezó a revisar y diagramar lo que sería el trabajo. Incluso el más pequeño tuvo un rol determinante en la puesta a punto del gran barco.
Lijar, quitar la vieja cobertura y pintar fueron apenas las tareas más superficiales de un trabajo que implicó soldar, cambiar piezas enteras, reemplazar el mástil, revestir nuevamente el interior y colocar aislante como si se tratase de una construcción de cero. El motor, claro, también tenía sus dificultades y ahí fue donde quizás se fue el mayor gasto; la maquinaria no es barata y según sea el problema, hay que invertir una gran suma de dinero.
Más allá de todo, el tiempo pasaba y la familia tenía consigo un entretenimiento para sus ratos libres. Sin quererlo, este proyecto se convirtió en el eje de su actividad en redes sociales y empezaron a armar una serie de episodios y temporadas vinculadas a su vida en el mar. La cuenta contabiliza al momento más de 60.000 suscriptores y si bien las tareas de restauración y mantenimiento todavía no terminaron, todo parece indicar que en 2023 este barco finalmente volverá al agua.
Según lo que se pudo averiguar, una embarcación de estas características puede llegar a valer €90.000, mucho más que el monto inicial por el que lo compraron. Sin embargo, y acorde a lo que se evidencia en su cuenta de Instagram, la familia parece que quiere conservar el yate que ya luce su pintura nueva.
LA NACION