En el camino hacia la movilidad urbana inteligente, los datos son el petróleo de este siglo; las aplicaciones para planificar rutas, encontrar estacionamiento y hasta calcular la huella ambiental del transporte están optimizando la forma de movernos y contribuyen a una mejor planificación
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Mirar una app que nos brinda información sobre el trayecto más rápido se tornó casi tan natural como abrir la app que indica la temperatura antes de salir de casa.
Es que ante los múltiples desafíos que representan las ciudades, repensar la movilidad urbana ha llevado a que ésta se haya ganado su espacio en la agenda tecnológica.
Así, para las viejas y nuevas necesidades derivadas de la movilidad urbana, empresas de todo tipo y escala están intentando conectar el desarrollo de soluciones tecnológicas y/o aplicaciones móviles con un propósito común: ayudar a mejorar la movilidad en las ciudades.
Y en este camino hacia una movilidad urbana inteligente la estrella son los datos; el petróleo de este siglo. ¿Por qué? Porqué con datos los gobiernos pueden reducir la discrecionalidad e implementar políticas públicas basadas en evidencia. Porque con datos las empresas pueden analizar patrones de comportamiento y, en base a ello, aumentar o reducir líneas de transporte, personal, frecuencia y hasta pensar nuevos modelos de negocio. Porque con datos, como usuarios podemos planificar mejor viajes o rutas, horarios, costos, entre un gran etcétera.
Y la innovación en movilidad se presenta en diferentes versiones; desde apps para planificar rutas o caminos, evitar congestiones, encontrar lugar para estacionar, conectar transporte público, estimar o comparar precios, hacer uso compartido de auto, bicicletas o monopatines, hasta calcular la huella ambiental del medio de transporte elegido.
En este sentido, la empresa española Nommon -con sede en Madrid, Bogotá, São Paulo y Londres- desarrolla soluciones de ayuda para la toma de decisión basadas en el análisis de datos anonimizados de las redes de telefonía móvil, siendo pionera en Europa en este tipo de análisis, con su solución Mobility Insights, en el que integra dichos datos con otras fuentes para generar matrices origen-destino.
La planificación y gestión de los sistemas de transporte requiere de información precisa, fiable y actualizada acerca de las necesidades de movilidad de la población, el análisis de tales datos permite a operadores y autoridades de transporte conocer en detalle los patrones de demanda de viajes a nivel local, regional o nacional. De esta manera, es posible una toma de decisiones basada en evidencia.
En sentido similar, la startup argentina Ualabee combina tecnología y la pone a disposición del sector público para poder aportar soluciones en el ámbito de la movilidad. Por ejemplo, a través de una alianza con la Municipalidad de Córdoba, le aporta sus métricas e información relevada de los viajes de las personas usuarias, para tomar decisiones basadas en datos que optimicen la movilidad de la ciudad de Córdoba, guiando sus esfuerzos hacia el concepto conocido como “data-driven”.
La temática también ya está en el ojo de organismos internacionales como el Banco Mundial, que a través del proyecto “Estimación de demanda de transporte público en la era post-COVID: nuevas tecnologías para mejorar la toma de decisiones de inversión en infraestructura”, está estudiando los cambios en los patrones de movilidad en varias ciudades latinoamericanas (Buenos Aires, Bogotá y Medellín) tras la pandemia con el fin de formular una serie de recomendaciones para otras ciudades en Latinoamérica
Dicho proyecto consiste en la creación de una plataforma de planificación del transporte basada en nuevas fuentes de big data para el análisis y la previsión de la demanda de viajes. Allí, la mencionada solución de Nommon Mobility Insights ha servido para alimentar los modelos estratégicos de transporte y analizar el impacto del Covid-19 en la movilidad urbana y en otros fenómenos que se han visto afectados por la pandemia, como el e-commerce y el teletrabajo.
Movernos en nuestras ciudades es una necesidad histórica, solo que ahora, en un entorno tan incierto y volátil como el actual en el que los patrones de movilidad están cambiando mucho más rápidamente que en décadas anteriores, la única forma de poder seguir y adaptarse al dinamismo de desplazamiento y sus múltiples forma es con datos, por lo que contar con este tipo de aplicaciones e implementaciones tecnológicas para tomar mejores decisiones es cada vez más relevante y necesario.