El modelo marcó un hito al ser el primer 100% eléctrico en participar en la competencia con dos unidades que completaron la prueba de regularidad; un Mustang Mach1 ganó una de las categorías
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Autos dispuestos en 45 grados sobre el paredón derecho de la recta principal del Oscar y Juan Gálvez de la ciudad de Buenos Aires. Largada al estilo Le Mans, con los pilotos que cruzan la pista corriendo hacia su máquina para dar inicio a la carrera de regularidad que los llevará a viajar por el circuito 7 -de 2.643 metros- del autódromo desde las 14 horas en punto del sábado 20 de abril hasta las 14 del otoñal domingo. Unos 90 autos datados desde 1961 en adelante, incluyendo hasta los de 2023. En ese ambiente festivo se respiraba un aire de otros tiempos, de autos y de indumentarias, de banda militar en la previa, de tenor entonando “Nessum Dorma” y el Himno Nacional, postales de evento que en sus agujas maneja un ritmo más lento al del resto del cotidiano y ni que hablar de las habituales carreras.
Casi todo remite al pasado, salvo algunos contemporáneos como los Mustang con motor naftero de generaciones recientes y algún que otro modelo con uno dos años de antigüedad. Casi todo, salvo dos perfectos extraños color azul eléctrico, muy llamativos, muy modernos, muy futuristas. Dos con nombre histórico, pero con tecnología de última generación. Dos Mustang Mach-E eran los que sobresalían en esa galería y que serían protagonistas de un hito indiscutible: ser los primeros 100% eléctricos en participar de esta competencia cuyo espíritu es reeditar las carreras de Endurance que se llevaron a cabo en otras épocas en La Catedral del Automovilismo.
Esos dos musculosos se entreveraron en pista, poniendo una alta cuota de sofisticación a ese marco que tuvo por ejemplo un Mustang Mach1 (con motor V8) como uno de los tres representantes inscriptos por Ford Argentina y que se quedó con el primer puesto de la muy competitiva categoría “S” (de autos Sport) con rivales de la talla de Ferrari. Esa alegría para la marca del óvalo llegó de la mano de Gustavo Der Ohanessian, Marcelo Balestrini y Oreste Berta (hijo). La otra, la del debut con estas bestias electrificadas con 487 CV, estuvo en manos de Kalil Zschocke, Axel Margossian y de Pablo Miedziak (auto que finalizó en el puesto 46 de la general) en representación del Mustang Club of Argentina -que tuvo su propia fiesta reuniendo más de cincuenta unidades de diferentes épocas para celebrar el 60 aniversario del muscle car-; y del equipo integrado por los periodistas Guillermina Fossati, y los hermanos Orly y Carlos Cristófalo, que cerraron participación en la ubicación 63.
Cumplir con los tiempos a puro confort y silencio
Al igual que todos los equipos participantes, los que representaron al óvalo en el estreno de la categoría eléctrica salieron a pista en tandas de 2 horas cada uno, y mientras uno giraba, el otro reabastecía la batería en un cargador rápido del YPF Punto Eléctrico cercano al circuito. Siempre terminaron su participación en tanda con un promedio de entre un 55 y un 60% de resto de carga y retomaban ritmo con el 100% tras el repostaje. En cuanto a la velocidad, registraron un promedio de entre 88 y 90 km/h, siempre teniendo la precaución de no caer por debajo de los 40 km/h en cualquier sector del trazado y de no transitar a menos de 55 km/h en los últimos 100 metros hasta el control electrónico, para evitar especulaciones que lleven a alguna maniobra brusca, como por ejemplo un frenaje de último momento, que pueda reportar un peligro para el resto de los participantes.
Pilotos y acompañantes destacaron el confort de marcha, la suavidad extrema y el silencio reinante en el habitáculo del Mach-E. “Es como estar conversando en el living de tu casa”, sostuvo Axel Margossian (del Mustang Club), quien no evitó destacar el nivel de aceleración y la contundencia del frenado, además de aclarar que fue necesario desactivar todas las ayudas a la conducción –como la corrección de carril o avisos de colisión- porque al entrar en acción podían complicar el normal desempeño en una carrera de este tipo.
Guillermina Fossati (de iProfesional) manifestó haber tenido siempre sobrada confianza en el rendimiento de la batería y de haber disfrutado mucho la competencia, pero sin descuidar el ritmo de vuelta de 1,55″ fijado como objetivo, “algo sumamente difícil de calcular y cumplir teniendo en cuenta el descomunal poder de aceleración del auto”. En tanto, Carlos Cristófalo (de Motor1) se mostró más que satisfecho y sorprendido por la rapidez de la recarga, ya que les sobraba tiempo entre tanda y tanda “para descansar un poco”. Desde ambos equipos dijeron que hasta podrían haber hecho dos tandas con una sola carga, pero que prefirieron no correr riesgo.
Una carrera para prolijos, no apta para ansiosos
La competencia en modalidad regularidad consta de un reglamento diferente a las de velocidad, es decir, acá no gana el que en pista va más rápido, sino el más prolijo y el que hace mejor los deberes. Cada equipo (que puede estar conformado por un máximo de tres pilotos) debe andar en pista por un máximo de 2 horas y cada dupla no puede girar en un tiempo menor a los 40 minutos. El reglamento indica que circular por debajo de la velocidad mínima se penaliza con 10 segundos y hasta con la exclusión por reiteración. El objetivo de los participantes –divididos por categorías de acuerdo a época y cilindrada- es completar el recorrido cumpliendo con los tiempos establecidos por la organización. En el caso de esta flamante categoría “I” (para “autos de interés especial”, con propulsión eléctrica, híbrida o a hidrógeno), las reglas indican que deben hacer la vuelta entre un mínimo de 1′,40″ y un máximo de 2 minutos. Constancia y precisión, de eso se trata.
Una leyenda que cumple 60 años
Difícilmente quienes hace seis décadas ponían en escena a este muscle car imaginaban semejante trascendencia. Seguramente le tenían confianza, de eso no hay dudas, pero de ahí a que pase todo lo que vino después, es poco probable. Eran conscientes de que planteaban una revolución y que estaban pateando el tablero, pero vaya a saber si tenían idea de la magnitud de todos los hitos que iba marcar con el paso del tiempo. Mustang es sinónimo de mito, es un emblema en sí mismo, un purasangre que supo reinventarse para mantenerse vigente y cautivante. En 2023, con más 68.000 unidades entregadas, volvió a ser el deportivo más vendido del mundo. La historia demostraría que el deportivo estrenado en la feria de Nueva York de 1964 iba a transitar las siete generaciones que lleva hasta la actualidad, con la más reciente presentada hace poco y que llegará al país antes de fin de año con un V8 de 488 CV.
Si eso ya era difícil de aventurar, ¿qué queda para un auto eléctrico bautizado con ese nombre? Aún y es lógico, genera controversias entre la opinión general y amplia resistencia entre los puristas. Para Luis Zschocke, especialista en autos americanos y palabra autorizada en restauración y puesta a punto de Mustang, la llegada de la variante eléctrica es toda una apuesta con la que se ponen en juego nuevos desafíos dentro de la industria y entiende que toda propuesta de revolución siempre es bienvenida.
Respecto a las seis décadas del emblemático modelo destaca que remite a “un estilo de vida” y que, más allá de lo valorable que es la continuidad en la producción respetando la deportividad en una carrocería dos puertas, una de las principales virtudes que ha tenido desde su aparición es la atractiva relación precio/producto, siendo proporcionalmente accesible teniendo en cuenta las prestaciones que siempre propuso el deportivo identificado con el potro salvaje. Además, el experto destacó que desde el Club están elaborando una minuciosa investigación para confeccionar la lista de unidades que constante la trayectoria e importante presencia de Mustang en el país.
Una nueva edición con variedad de marcas participantes y con modelos de referencia. BMW, Ferrari, Volvo, Alfa Romeo, Peugeot, Renault, IKA, Mercedes- Benz, entre otras. Para Ford, al margen del alegrón por la victoria con el Mach1, hay un resultado en esta edición que es excluyente, porque acarrea con lo simbólico en su máxima expresión con un recuerdo que quedará fijado en la memoria, ese que indicará para siempre que el domingo 21 de abril de 2024 por primera vez dos autos eléctricos completaron las 24 Horas de Buenos Aires. Eso es lo que verdaderamente cuenta para estos Mach-E que se ubicaron en los puestos 46 y 63 en la general.
Desde ahora, a las clásicas categorías A, B, C, D y S se suma la apertura de la inscripción en la “I”, donde el año próximo un Mustang totalmente eléctrico ya no será aquel perfecto extraño del comienzo de esta crónica y seguramente alguno más de su especie se le anime a esta cita.
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