Test drive: Chevrolet Onix RS, con el tunning directo desde la línea de producción
El compacto de última generación inaugura la serie de versiones deportivas Racing Sport de la marca del moño para captar usuarios que buscan un auto con detalles especiales; cuenta con motor 1.0 L turbo de 116 CV
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LA NACIONGabriel Tomich
Desde siempre, en todo el mundo el tunning resulta muy atractivo para muchísimos usuarios, en especial los jóvenes. Un auto con aspecto deportivo, ágil y dinámico marca una diferencia con el modelo estándar. De allí que existe un vasto after market para modificar los vehículos de serie.
Sin embargo, ese deseo de personalización tampoco escapa al radar de las propias terminales, que nutren esta demanda incluyendo versiones “deportivas” en sus gamas. Éstas pueden limitarse a lo estético y el equipamiento, o también ofrecer una mecánica más potente.
El Chevrolet Onix RS (Racing Sport), que inaugura una serie de ediciones especiales de la marca del moño, se inscribe entre los primeros. Si bien este RS llegará a los concesionarios argentinos al final del primer trimestre de este año (aunque se lo puede ver en el stand de Chevrolet en Cariló hasta el 1° de febrero) se tienen detalles de sus características, porque el auto ya fue presentado en varios países de América del Sur.
Así, el Onix RS cuenta con diversos elementos exclusivos: presenta una nueva parrilla tipo panal de abeja, spoilers más pronunciados esculpidos en los extremos del paragolpes y un conjunto de luces con faros tipo proyector con máscara negra y luz LED DRL con marco negro brillante, además del exclusivo emblema RS y un moño Chevrolet también en negro, que le otorgan a la “trompa” un aspecto muy agresivo y sport.
En los laterales, el Onix RS trae los retrovisores pintados en negro metalizado, combinando las nuevas llantas oscurecidas de aluminio de 16 pulgadas con un faldón del color de la carrocería, que hace que el auto parezca con menos despeje que el modelo estándar.
En la parte trasera, además del spoiler integrado al paragolpes (al estilo de los difusores de los autos de competición), el Onix RS tiene un alerón que continúa la línea del techo y parece “flotar” sobre la tapa del baúl. A estos elementos se suma el techo negro que otorga una mayor sensación de dinamismo a la muy lograda estética exterior.
En el interior, el Onix RS apela otra vez a los tonos negros en los asientos, las columnas y el techo para armonizar con el exterior y agrega además terminaciones en rojo, que resaltan el aspecto deportivo y que están presentes también en la costura del revestimiento premium del volante deportivo de base recta y en las salidas de ventilación, cuyos marcos rojo satinado combinan con los gráficos del tablero.
En el aspecto mecánico no hay cambios respecto de las versiones hatchback con el eficiente motor 1.0 L turbo. Así, este moderno tricilíndrico de 12 válvulas entrega una potencia de 116 CV a 5500 rpm y un torque máximo de 160 Nm (16,8 kgm) a solo 2000 rpm. Esto, más la caja manual de 5 velocidades de relaciones cortas (que lo hace más “picante”), le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 9,8 s, de 0 a 400 m en 16,8 s y recuperar de 80 a 120 km/h en 7,7s. Los consumos rondan los 9 L/100 km en ciudad y 6,3 a 120 km/h en ruta. Tiene muy buena tenida en curva y frena con solvencia (100 km/h a 0 en 39 m), además de contar con control de estabilidad (ESP).
Con seis airbags, anclajes Isofix y un muy buen nivel de equipamiento, este Onix RS cumple con creces las exigencias de los usuarios que quieren un auto distinto y más exclusivo. El precio se conocerá cuando llegue a los concesionarios.
Por Gabriel Tomich
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