Las restricciones a las importaciones que aplicó el Banco Central complicarán aún más la entrada de modelos desde Brasil y otros países, advierten las automotrices; “todo va a llevar a que falten autos”, dicen
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Si en el mercado existen hoy demoras de más de ocho meses para acceder a algunos 0km por el faltante mundial de piezas, los problemas logísticos y la propia demanda local, ¿qué puede pasar ahora con el nuevo torniquete a las importaciones? ¿Escasearán aún más los modelos?
Para las automotrices, la resolución publicada el lunes por el Banco Central (BCRA), que restringió todavía más el acceso a los dólares para los importadores, significará un problema adicional a los que ya venía enfrentando el sector: ahora, tendrán que pagar a 180 días los autos que llegan en su gran mayoría de Brasil, lo cual terminará recortando la oferta, evaluó una fuente del sector. “Al problema que ya teníamos de que te aprueben las Simis (por la sigla del sistema de monitoreo de importaciones) se suma el de los pagos con el Banco Central a seis meses… Todo va a llevar a que falten autos y sigan subiendo los precios”, señaló.
Si bien las importaciones de autos entran dentro de las licencias no automáticas (son Simis B, que otorgan acceso al mercado de cambios a los 180 días), los pagos de los modelos por debajo de los US$25.000 valor FOB contaban con una excepción y podían hacerse cuando eran autorizados y despachados a plaza, explicó la fuente. A partir de ahora, las automotrices ya no tendrán esa posibilidad y deberán conseguir financiamiento de su casa matriz o de las otras filiales para que les permitan pagar a los seis meses los modelos que traen para vender en el mercado local.
“Pagar a 180 días por el excedente de lo que importamos te agranda la exposición de caja. Los directores financieros no van a querer hacerlo en este momento, con el riesgo devaluatorio que hay”, opinó la fuente sectorial y agregó que la medida también impactará en la capacidad de financiamiento a los proveedores, a quienes las terminales les iban a liberar dólares de su cuota propia para que pudieran importar.
Hace dos semanas, y luego de una negociación de más de un mes, las automotrices aceptaron finalmente el pedido del BCRA de financiar con dólares propios las necesidades de importación de los autopartistas que estaban a punto de quedarse sin stock por falta de insumos. Todo siempre en el marco de la escasez general de dólares.
El lunes 27, el BCRA ajustó aún más el cepo cambiario, al determinar en la práctica que todas las grandes empresas deberán buscar financiamiento propio (es decir, no contarán con acceso al dólar oficial hasta dentro de 180 días) para aquellas compras al exterior que superen el 5% del promedio importado en 2021. El objetivo del Central al apelar a esta medida –que en principio se extenderá hasta el 30 de septiembre- es preservar los escasísimos dólares de las reservas para la compra de energía.
Si por el aumento de la demanda local –un reflejo de la fuga del peso hacia los bienes durables- y los problemas en las cadenas globales de suministro hay faltantes y demoras en las entregas de unidades, las nuevas restricciones pueden agravar el cuadro, temen en las automotrices. Las filiales locales de Toyota, Volkswagen, General Motors, Renault, Stellantis y Mercedes-Benz tendrán que pedirle a su par de Brasil o a la casa matriz que les financien seis meses los vehículos, con el riesgo argentino de por medio.
En el caso de los modelos cuyo valor supera los US$25.000 FOB (los de marcas premium como BMW, Volvo, Alfa Romeo o Mercedes), los importadores ya estaban obligados a conseguir financiamiento a un año en el exterior para poder importar. “Las nuevas restricciones complican porque tenemos unidades comprometidas para pagar en origen y los proveedores están esperando el pago. Si no les pagamos, nos van a obligar a defaultear a nuestros proveedores. Vamos a ver bien qué hace el Banco Central durante esta semana”, señaló un importador que integra la cámara de marcas importadoras (Cidoa), sin fábrica local.
Ante la consulta de si la medida puede acentuar la falta de autos importados, reiteró que hay que esperar a ver lo que ocurre en las próximas semanas. Su preocupación inmediata era poder pagar primero lo que ya importó.
Producto de la escasez de dólares oficiales, en el mercado local vienen ganando terreno los modelos de fabricación nacional. En los primeros cinco meses del año, los autos fabricados en la Argentina representaron el 58% de las 174.257 unidades patentadas, contra el 46% del mismo período de 2021.
Del total de los importados, el 97% corresponde a los autos que traen las terminales locales para complementar su oferta, la gran mayoría desde Brasil. Muchos de esos modelos, pese que corresponden al segmento de autos chicos (como el Toyota Etios), entrarán ahora en el esquema de pagos a los 180 días.