Autos importados: con el dólar colchón, empiezan a entrar modelos al país

En el mercado de autos de lujo ocurre lo mismo que con los vehículos de menor valor. La dificultad para importar y traer vehículos genera una especie de cuello de botella: mucha demanda y poca oferta que concluye con sobreprecios. Así, los modelos que tienen la suerte de cruzar la frontera y entrar al país cuestan cerca de un 50% más que su precio de lista y el bolsillo de quienes pueden acceder a ellos se ve perjudicado.

Con el anterior sistema que regulaba las importaciones (el SIMI) y liberaba los dólares correspondientes del Banco Central para los pagos, los importadores de autos que no tienen planta de fabricación en el país venían sufriendo obstáculos cada vez más altos para poder ingresar modelos. “Desde mediados del 2018 que ya no había dólares o estaban muy justitos. Eso provocó una regla de oferta y demanda que hizo que existieran fuertes sobreprecios”, explicó Hugo Belcastro, presidente de la Cámara de Importadores de Autos (CIDOA), en diálogo con LA NACION.

Con la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, las SIMI fueron cambiadas por el nuevo sistema SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina), desde el mes de octubre. Y el esquema introdujo una novedad que los importadores ya habían planteado en su momento como una salida alternativa a la escasez de dólares oficiales. “Avanzaron con el tema de la SIRA, donde el importador o la terminal radicada puede pagar el precio del producto de origen con dólares propios”, señaló Belcastro. Es decir, que los importadores ya no requieren los dólares del Banco Central para ingresar autos de lujo al país si optan por esa posibilidad.

Al abrirse esta opción, marcas importadoras que tenían unidades sin poder ingresar al país empezaron a regularizar la situación, explicó el presidente de CIDOA. Pero, ¿qué ocurrirá con los precios de los autos importados ahora, si los importadores los traen con “dólares propios” que cotizan más alto que el dólar oficial? “El sobreprecio por la falta de oferta superaba esta situación. Entonces, esta solución que se ha encontrado hace que el Banco Central, para autos de lujo, no provea los dólares. Lo bueno para el Gobierno es que recauda porque agarra el segundo escalón de los impuestos internos, no pone un dólar y el impacto en el precio termina siendo inferior al sobreprecio que se pagaba por la falta de oferta”, respondió Belcastro.

En números, si antes por un auto importado se pagaba un 50% de más como consecuencia del sobreprecio producto de la escasez, con la implementación del SIRA ese número cambia al 30%, comparó el empresario, cuyo grupo familiar tiene las representaciones en el país de las marcas BAIC, Alfa Romeo, Ferrari e Isuzu. “Esto ya está operativo y afecta a autos que están por encima de los US$25.000. Los que no son considerados suntuarios siguen trabajando con el dólar oficial”, completó.

Cuando vaya avanzando la opción de importar con dólares propios, la implementación del nuevo sistema irá sincerando los precios de lista, de modo que reflejen lo que verdaderamente cuesta un modelo, concluyó.

En el último año y como producto de las mencionadas trabas para importar, la proporción de autos extranjeros fue cayendo en el mercado local. En los 10 primeros meses de 2022, los modelos fabricados en el país representaron el 58% de los patentamientos, contra un 49% del mismo lapso del año anterior. Los modelos que llegan de Brasil se quedaron con el 34% y los de otros orígenes (en los que entran los importados de alta gama superiores a los US$25.000), con el 8% restante.

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